Movimientos sociales de Venezuela, entre ellos el Comité de Víctimas de las Guarimbas, enviaron un comunicado oficial al embajador de Argentina y presidente del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), Juan José Arcuri, para solicitar que se lleve a cabo un procedimiento de averiguación disciplinaria al secretario general de este organismo internacional, Luis Almagro.
El comunicado, enviado con copia a los representantes permanentes de la OEA y publicado en Telesur, expresa “Le pedimos considere con extrema urgencia por la inadecuada actuación de dicho funcionario de alto rango en contra de la República Bolivariana de Venezuela“, al hacer referencia a la solicitud de Almagro, quien extralimitándose de sus funciones solicitó la activación de la Carta Democrática Interamericana de la OEA contra la nación suramericana.
Los movimientos sociales venezolanos invocaron en la misiva enviada al organismo internacional el artículo 1 de la Carta de la OEA, para recalcar que la postura injerencista y entrometida de Almagro no se corresponde con el espíritu propio del organismo, puesto que en dicha epístola se establece que la OEA no tiene ni la facultad ni la autoridad para “intervenir en asuntos de la jurisdicción interna de los Estados miembros”.
“Asimismo, queremos destacar que no solo el señor Almagro se ha excedido en el desempeño de su cargo al mezclarlo con sus posiciones políticas públicas, sino que su indigno proceder afecta negativamente la imagen y credibilidad de tan prestigioso organismo, haciéndolo lucir como un simple ministerio de colonias al mantener posiciones individuales contrarias a la Unidad Latinoamérica”, expresa el documento.
Además, denunciaron el asedio que Almagro ha emprendido en contra de Venezuela, a través de los medios de comunicación y redes sociales, olvidando la postura de no injerencia que debe tener para el cargo que desempeña.
Estos movimientos también exhortaron a los países miembros de la OEA “a que se mantengan firmes frente a las maquinarias mediáticas, informáticas, psicológicas y financieras de la región, que pretenden continuar desestabilizando los procesos democráticos soberanos de los países de América Latina“.