Las mil 200 oficinas de la Administración de la Seguridad Social estadounidense (SSA, en inglés) llevan 20 meses cerradas, provocando el desamparo de medio millón estadounidenses discapacitados en medio de la pandemia, la información la dio a conocer el periódico The Hill.

El cierre de estas oficinas de atención social ha causado efectos devastadores para los discapacitados, con ingresos bajos o nulos, inestabilidad en la vivienda o con conocimientos limitados de inglés, explicaron dos analistas de The Hill, Jonathan Stein y David A. Weaver.

“El cierre prolongado impide a esas personas presentar solicitudes y recursos para corregir errores burocráticos”, adicionalmente esa acción de cierre provocó una disminución del número de ciudadanos que reciben las prestaciones por discapacidad del Seguro Social (SSDI) o de la Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI), explicaron los expertos.

Durante el año fiscal 2021, las concesiones de beneficios de la SSA a discapacitados y sus familiares disminuyeron un 25 por ciento en relación con 2019. Las concesiones de discapacidad del SSI, otorgadas a personas sin mucho historial laboral, se redujeron aún más, con un descenso del 30 por ciento, reseñó la agencia de noticias Prensa Latina.

La SSA admitió que esa disminución es un problema y reconoció que, un mes después del cierre de las oficinas, en marzo del 2020, las solicitudes de ayuda de adultos en edad de jubilación y padres de niños discapacitados se redujeron a más de la mitad en relación con las cifras del año anterior.

La SSA, con la aportación de la Casa Blanca, está ultimando los planes para una reapertura parcial de sus oficinas de campo en enero.

Los especialistas sugirieron que el horario se amplíe a las tardes y noches de los días laborables y a los sábados, como hace la Oficina de Correos de Estados Unidos.