El color de la orina es una señal de qué tan saludable o enfermo está el organismo. Puede variar desde un color amarillento pálido hasta negro y la causa depende de múltiples factores.

Si se ve muy claro puede ser que hay altos niveles de hidratación, algo que se le denomina sobrehidratación y en algunas oportunidades polidipsia psicógena, afección psiquiátrica por la necesidad incontrolable de beber mucha agua.

También es posible que se deba a problemas funcionales como diabetes insípida (nefrogénica o renal) donde la hormona antidiurética (ADH) no está funcionando bien.

Además, la coloración por la ingesta de ciertos alimentos, enfermedades de base o incluso medicamentos es normal, aunque suele ser motivo de alarma, pero eso solo lo determina un médico especialista en el área, ya que todo esto puede significar un problema de salud grave o que se desarrollará en el futuro.

Durante una entrevista con Últimas Noticias, el doctor David Adames, médico nefrólogo, explicó que la orina se forma a nivel renal por medio de diversos mecanismos para filtrar la sangre y que hacen que todos los componentes tóxicos salgan del cuerpo, los cuales tienen la capacidad de concentrarla.

El médico detalló que cuando está concentrada se ve más oscura, y cuando no, más clara, pero esto está en el rango de la normalidad. En general, el color normal de la orina es amarillento o ámbar de claro a oscuro.

Sin embargo, si hay pérdida de concentración, se ve bastante pálida y cristalina, eso se le conoce como poliuria (orinar mucha cantidad) y puede significar una enfermedad renal crónica, problemas cardíacos, prostáticos o diabetes.

También puede presentarse negra o “color coca cola”, como suelen llamarle en estos casos, e indicaría enfermedades hepáticas por acumulación de bilirrubina o rabdomiólisis, en primera instancia, debido a los efectos tóxicos por la destrucción de músculos del cuerpo, y eso va a ocasionar patologías reversibles si se tratan a tiempo, pero pueden requerir diálisis.

Asimismo, azul o verde se puede deber a un colorante alimenticio o medicamento como propofol que se utiliza en anestesiología. También se dan en enfermedades genéticas raras.

Orina roja

La coloración rojiza es una de las mayores preocupaciones y alarma mucho a las personas. La razón puede ser por presencia de hemoglobinuria (al perder hemoglobina por la orina) o si es algo más oscura, muchas veces son hematíes o glóbulos rojos. Hay problemas urológicos y nefrológicos que producen ese sangrado.

“Muchas veces viene con coágulos y nos va a indicar la presencia de cálculos renales, infecciones urinarias e inclusive problemas prostáticos. Se debe descartar preguntando acerca de la alimentación porque pudo haber comido cosas como remolacha que tiñen de color rojo la orina y es normal”, dijo Adames.

Los fármacos también la pueden teñir de rojo como ciertos antibióticos, mientras que un amarillo intenso o anaranjado indica un acumulado de bilirrubina o urobilinógeno que deriva en problemas hepáticos subyacentes.

Por otra parte, el anaranjado se asocia al uso de vitamina B12, que es de origen medicamentoso. De igual forma, aunque menos frecuente, hay presencia de coloraciones púrpuras que son ocasionadas por infecciones de Klebsiella pneumoniae y aún más rara por Escherichia coli.

El nefrólogo subrayó que un color violáceo se vincula cuando se come una cantidad desproporcionada de remolacha o bayas que dan tonalidad azulada o púrpura.

En cuanto a la coloración verdosa puede significar infecciones por Pseudomonas aeruginosas; no obstante, muchas veces es por ingestión de colorante “cuestión que alarma a las madres cuando el niño come un colorante y es bastante normal”.

Otras consideraciones más allá del color son la espuma y el olor. En todos esos casos el paciente debe consultar al médico para interrogarlo y saber más detalles como ardor, pujo miccional, fiebre, escalofríos y apoyarse en estudios de imagen como ecografía o tomografía renal, así como vías urinarias.

“Todo este tipo de características suman para el caso clínico; si elimina pedacitos de algo, sedimentos, cálculos, piedritas, si la orina está turbia o no. Es sumamente importante llamar al nefrólogo a tiempo para poder determinar el origen de esa situación y tratarla a tiempo”, recalcó.

Recomendaciones

El nefrólogo David Adames cree que lo mejor siempre será prevenir. Recomienda a los pacientes realizar los análisis de rutina, ya que un estudio a tiempo puede prevenir algo peor.

Además, mencionó que estos estudios son muy económicos y accesibles. Comentó lo importante que es cuidar la función renal, porque es mejor realizar el examen de orina a tiempo de un paciente que está empezando a presentar síntomas antes de que necesite de diálisis, que nunca atender el problema de su función renal.

En el caso de la función renal se debe tener claro que, en teoría, si el problema se extiende por más de tres meses, significa que son daños permanentes en los riñones y muchas veces dejan secuelas en su funcionamiento.

El doctor Adames añadió que en pacientes hipertensos y diabéticos, entre otros, es importante ver cómo es su orina.