Tanto en Vietnam como en Ucrania, Estados Unidos instaló o promovió gobiernos pro-estadounidenses para contrarrestar a las naciones "adversarias".
En abril de 1965, el presidente estadounidense Lyndon Baines Johnson (LBJ) explicó por qué estaba intensificando la participación de Estados Unidos en Vietnam. Con un toque orwelliano, LBJ tituló el discurso "Paz sin Conquista" al anunciar el inicio de los ataques aéreos de EE.UU. sobre Vietnam. Explicó que "debemos luchar si queremos vivir en un mundo en el que cada país pueda forjar su propio destino y sólo en un mundo así nuestra propia libertad estará segura... hemos hecho la promesa nacional de ayudar a Vietnam del Sur a defender su independencia y tengo la intención de mantener esa promesa. Deshonrar esa promesa, abandonar la pequeña y valiente nación a sus enemigos y el terror que debe seguir sería un error imperdonable".
Johnson explicó además: "También estamos allí para fortalecer el orden mundial... Abandonar Vietnam a su suerte haría tambalear la confianza de toda esta gente en el valor de un compromiso estadounidense y en el valor de las palabras de Estados Unidos".
Sin aprender ninguna lección del fracaso y de las matanzas masivas de la Guerra de Corea en la década anterior, el ejército estadounidense inició un bombardeo generalizado de Vietnam y envió cientos de miles de soldados.
En ese momento, en la primavera de 1965, unos 400 soldados estadounidenses habían muerto en el conflicto. La guerra aún no era ampliamente impopular. Los estadounidenses que protestaban contra la guerra de Vietnam eran una pequeña minoría. Pasarían dos años antes de la famosa denuncia de Martin Luther King sobre la guerra.
Años más tarde, después de que cientos de miles de personas fueran reclutadas en el ejército con la muerte de decenas de miles, la guerra se hizo ampliamente impopular. Finalmente, más de 58 mil estadounidenses y tres millones de civiles y soldados vietnamitas murieron en la guerra. El coste en vidas humanas y recursos desperdiciados fue inmenso. La "Gran Sociedad" que LBJ esperaba construir se detuvo por el desvío de vidas humanas, energía y recursos hacia la guerra de Vietnam.
Hay similitudes hoy en día con los EE.UU. y la OTAN vertiendo decenas de BILLONES de dólares en armas en Ucrania para contrarrestar la intervención militar rusa. Estados Unidos y sus aliados occidentales están proporcionando apoyo adicional en materia de inteligencia y asesoramiento militar. Aunque todavía no hay tropas oficiales estadounidenses (como no las hubo en Vietnam durante los primeros años), hay operaciones especiales y mucho otro apoyo militar.
El presidente Biden y los líderes de la administración suenan de forma similar a LBJ en la primera etapa de la guerra de Vietnam. En sus declaraciones ante el Congreso pidiendo financiación adicional para Ucrania, Biden dijo: "Necesitamos este proyecto de ley para apoyar a Ucrania en su lucha por la libertad.... El coste de esta lucha no es barato, pero ceder a la agresión va a ser más costoso si lo permitimos". Dejando claro que el objetivo de Estados Unidos no es sólo la "libertad" de Ucrania, Biden continúa: "Invertir en la libertad y seguridad de Ucrania es un pequeño precio a pagar para castigar la agresión rusa, para disminuir el riesgo de futuros conflictos".
Tanto en Vietnam como en Ucrania, Estados Unidos instaló o promovió gobiernos proestadounidenses para contrarrestar a las naciones "adversarias". En la década de 1950, Estados Unidos impidió un referéndum nacional en Vietnam que habría unido al país sin necesidad de una guerra. En 2014, Estados Unidos contribuyó a promover el golpe de Estado en Ucrania, que derrocó a un gobierno elegido democráticamente y condujo a la secesión de Crimea y a la guerra civil en el este del país. Aunque la mayoría de Occidente piensa que el conflicto de Ucrania comenzó en febrero de este año, en realidad empezó en febrero de 2014. El documental de 2016 "Ucrania en llamas", prohibido por YouTube, describe el golpe.
Los medios de comunicación occidentales retrataron a Estados Unidos y a Vietnam del Sur como ganadores de la guerra en el sudeste asiático hasta que la ofensiva del Tet de 1968 expuso las mentiras y la realidad. Del mismo modo, los medios de comunicación occidentales presentan a los ucranianos como ganadores de la guerra en medio del abrumador apoyo de la población ucraniana. En realidad, Rusia y la secesionista República Popular de Donetsk (RPD) y la República Popular de Lugansk (RPL) han ido tomando el control del sureste de Ucrania. Mientras tanto, el presidente ucraniano Zelensky ha supervisado el encarcelamiento, la tortura y el asesinato de opositores. El mayor partido de la oposición ha sido prohibido. Muchos ucranianos se oponen a su política y a la continuación de la guerra. Hay rumores de intentos de asesinato presidencial, al igual que en Vietnam del Sur.
Los ucranianos se han convertido en carne de cañón para los objetivos geopolíticos de Estados Unidos, al igual que los vietnamitas del sur.
Ahora está claro que la escalada de LBJ en 1965 fue un error enorme y costoso. La innecesaria guerra causó un inmenso daño a Vietnam, Camboya y Laos. También tuvo enormes ramificaciones negativas en Estados Unidos.
¿Continuarán Estados Unidos y sus aliados con la escalada del conflicto en Ucrania, para "duplicar" una intervención en medio mundo con el objetivo de perjudicar a Rusia? ¿No hemos aprendido nada de Vietnam y de los subsiguientes desastres de la política exterior estadounidense/occidental de los últimos 40 años?
