Aviso

  

Europa aceptó su propio Napoleón, sin poder militar ni económico, pero con el apoyo de U.S.A. para retrasar el desarrollo económico y social … de toda Europa.

Anónimo.

La verdad va emergiendo paulatinamente pese a los intentos de las élites anglo estadounidenses de ocultar la realidad a través de los Medios Masivos de Desinformación.

Es correcto afirmar que desde el inicio de la Operación Militar Especial de la Federación Rusa se hizo un énfasis absoluto en la “invasión de Putin”, logrando un éxito extraordinario que unió a la Unión Europea y desarrolló una rusofobia intensa, incluso en países muy alejados del conflicto. La herramienta fundamental fue negar la historia presente de genocidio a la población ruso-ucraniana desde el golpe de estado del 2014 como si nunca hubiera existido y, asimismo, la escalada prevista para el 8 de marzo arrasando a sangre y fuego las comunidades del este.

Sin embargo, los centros de pensamiento desde Washington vieron la gran oportunidad de aglutinar a Europa, dividida por conflictos internos y la Plandemia artificial creada por el Covid 19, bajo su imperio total para restituir la hegemonía perdida: la guerra en Ucrania fue su gran logro.

Al día de hoy, la Unión Europea es un conjunto de estados sin poder real por parte de sus gobiernos porque todos ya han sido cooptados por el régimen estadounidense y cualquier indiscreción puede ser castigada con violencia alta. Esto es factible porque dichos gobiernos ya no poseen el sentido de patria y sus dirigentes carecen de la estatura de estadistas reputados o distinguidos. Simplemente, son marionetas del poder imperial y sienten cobardía de manifestar su independencia.

Lo delicado es que sumarse al conflicto de la OTAN les ha deteriorado su calidad de vida en grados extremos por defender un cuento de hadas: en Ucrania está el símbolo de la libertad mundial y si es derrotada se deberá pagar el precio de la captura de Europa por Rusia (¡!). Creer dicha historia es propio de un analfabetismo político extraordinario o un manejo de la información en la más alta dimensión irrazonable.

La idea es que nuevamente el continente vuelva a su redil dependiendo de Washington, aunque signifique un grave deterioro para sus pueblos, lo que debería ser considerado traición completa, pues no se toma lo nacional como fuente, sino las órdenes foráneas para aceptarlas sin discusión reflexiva.

En el caso de Volodimyr Zelensky, como comediante sujeto a la Casa Blanca imbuido de un fantasioso nazismo, se percibe a sí mismo con cuatro caminos, pues el de héroe lo ha perdido rápidamente al enviar miles de ucranianos a la muerte segura. No sin razón, la deserción, entrega a las fuerzas contrarias, oposición de las mujeres a que sus maridos sean enviados a un suicidio anunciado, abandono de equipos, mercado negro de armas y ayuda humanitaria (1), escape de comandantes del campo de modo cobarde, aceptación de cárcel por soldados que prefieren la vida, derrotas permanentes disfrazada de “maniobras acertadas o retorno estratégico”, volúmenes de asistencia militar y financiera reducidos considerablemente, ya ponen en tela de juicio su juicio o el del comandante de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valery Zaluzhny, lo que podría convertirse en una contradicción antagónica.

Un primer camino puede ser la huida, si continúa el proceso irreversible de avance de las Repúblicas Populares, a una residencia de asilado con comodidades producto de su riqueza; otro, es la posibilidad de ser arrestado en un Golpe de Estado dada la inminencia de una derrota mayor o pérdida de territorio no retornable; tres, el asesinato por parte de sus jefes estadounidenses, ya que ha cumplido el papel asignado y deja de tener importancia real; cuatro, detenido y juzgado por crímenes de lesa humanidad contra la nación e incluso destrozado por manifestaciones masivas de rechazo a la guerra.

La falsedad de los éxitos o heroísmo militar ha sido un detonante a través de las rendiciones masivas y el trato positivo dado por las fuerzas liberadoras a la ciudadanía y prisioneros. Aún más, el día sin impuestos en Polonia donde miles de ciudadanos de Ucrania hacían largas colas para comprar autos mucho más baratos mostraba que las imágenes de total desgarro social y mortalidad eran básicamente la narrativa del temor y una mentira para pedir cada vez más recursos militares que son destruidos o para el mercado negro, y dinero que sería repartido entre la cúpula dirigente. Así no se puede ni siquiera pensar en detener una guerra fratricida ni negociar la paz imprescindible.

Los conflictos en los Países Bajos, en Italia, Francia, en Gran Bretaña con ministra de educación que insulta con su dedo a manifestantes o en Alemania con fiestas de drogas de políticos gubernamentales, entre otros, donde la gente exige que no se invierta sino en sus propias economías maltrechas y las diversas encuestas que marcan un cansancio de la población con esa guerra artificial creada, poco a poco van dejando claridad que la solución siempre estuvo en los acuerdos de Minsk: provincias del este autónomas como parte de Ucrania, Crimea rusa, neutralidad de la nación y negativa a poner bases nucleares en la frontera con Rusia, todo dentro de un marco de respeto y justeza social.

¡Cuando los intereses egoístas de élites militaristas con visión imperial son más fuertes que la razonabilidad humana, el destino del mundo está siempre en peligro mortal!

Por Carlos Santa María