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José Sant Roz Se lo decía Mike Pompeo al equipo en pleno del Departamento de Estado que atiende el caso Venezuela: "Debemos persistir en sostener nuestra figura granítica, indestructible, transparente, invulnerable, sólida en torno a nuestros aliados que combaten por la democracia y la libertad en Venezuela, y ante los percances de nuestro líder, producto de errores de táctica, normales en toda contienda, en las últimas semanas, éstos deben ser contrarrestados con el poder de nuestra hegemonía. El presidente interino Juan Guaidó debe ostentar un grandioso galardón internacional que bien podría y debe ser el Premio Nobel de la Paz…".
"Ningún venezolano ha ostentado tan luminoso y extraordinario galardón, y crearía un efecto estupendo en los que reprueban el gobierno del dictador Maduro en este momento, tanto a lo interno como fuera de Venezuela….", agregó el Secretario de Estado de Estados Unidos. "A los que hemos apoyado con las últimas distinciones para tan soberbio premio han reportado para nosotros valiosos beneficios, siempre para los intereses de la política internacional nuestra en el hemisferio: Óscar Arias y Juan Manuel Santos, son dos ejemplos indiscutibles… de tales aciertos", siguió diciendo el señor Mike Pompeo.
En un acuerdo tácito en todo los que reciben premios en el mundo, tales como el "Ortega y Gasset" (cual John Carlin), "Sájarov" (se lo dieron a Julio Borges y a Antonio Ledezma por parte de la Unión Europea), está la obligación, junto con gastos pagos, de ir por el mundo defendiendo la libertad y la democracia en Venezuela. Para eso básicamente se conceden dichos premios.
En tal sentido, por las presiones de Marco Rubio en el Partido Republicano se ha logrado le sea otorgado al "embajador de Venezuela ante los Estados Unidos, el señor Carlos Vecchio, el Premio Ronald Reagan a la "libertad", por su firme compromiso para desestabilizar al país y tratar de rescatar la refinería petrolera CITGO para fines pacíficos y filantrópicos en tiempos de crisis energética en el mundo…".
Nelson Díaz, jefe del Partido Republicano, explicó que dicho premio se le entrega a todas aquellas personas que "luchan" consecuentemente por la libertad y por defender los ideales "democráticos". "Agradezco a todos los miembros del partido republicano en todos sus niveles, al Presidente Donald Trump y a su administración por todo el apoyo a nuestra lucha en Venezuela", expresó el "denodado luchador de Vecchio al recibir el cheque de 300 mil dólares, entre otros beneficios…".
En medio de toda esta delirante situación de la oposición contra el gobierno del Presidente Maduro, el "intra o infra-uterino" Juan Guaidó ha decidido llamar a consultas a su embajador en Rusia para que explique todos los movimientos extraño de esta potencia en los asuntos internos de Venezuela. Toda esta situación al tiempo que los socios de Estados Unidos en el mundo alertan que los últimos movimientos de Trump contra el chavismo lo que han hecho es consolidarlo. ¡Vaya lío, caballeros!
Los asesores de la derecha venezolana en Washington aseguran que hay un abultado bluff que está desintegrando a la oposición "donde ha tenido efectos devastadores, pues a la eterna división entre el sector sospechoso que quiere negociar una cohabitación y la oposición democrática, ahora se añadió otra en el núcleo principal dividiéndose entre quienes creían posible la invasión y quienes sabían que no ocurriría, acusándose mutuamente pero en especial, por no saber cómo efectuar el llamado a una intervención extranjera".
Insistieron en que "mientras esto ocurría, los errores cometidos por la oposición debilitaron por completo su imagen en el seno de la Fuerza Armada y tras las incongruencias de la negociación posterior, después de decir durante meses que nunca se harían, a Maduro solo le bastó una reunión conjunta de militares, explicándoles que Guaidó estaba siendo negociado como alguien temporal, para que en un país extremadamente presidencialista y con la imagen de un "Comandante en Jefe" fuerte, todos bajaran la guardia… Y así, del amenazante "todas las opciones sobre la mesa" pasamos al "John Bolton se pasó bastante de la raya con Venezuela" y ante el silencio y la inacción posterior, tácitamente se dejó colar la aceptación de que el asunto "no tiene solución a corto plazo".
El caos se apodera de los temores de los opositores a Maduro: "Con esto la posición estadounidense se alía con sus pares europeos, mientras el régimen que ya cuenta con México, en breve lo hará también con Argentina, Rafael Correa pide las elecciones adelantadas en un Ecuador que arde en llamas, nadie sabe que puede ocurrir en Perú, mientras los gobiernos de derecha comienzan a debilitarse y Venezuela podría estar pasando a ser el menor de sus problemas. "La realidad –aseguran los críticos- es que el régimen logró quedar en pie tras el huracán Trump y ahora emerge para los suyos como ganador contra el "imperialismo" y aguardan con ansias el impeachment o que ganen los demócratas y vuelva el deshielo a Cuba, con lo que esperan sean favorecidos indirectamente si empiezan a portarse un poco mejor".
Se desfogan en otra crítica a los aliados de Guaidó: "De allí a la ofensiva que vemos. Del "escandaloso informe Bachelet" lo que queda es la cooperación en materia de derechos humanos entre ella y el régimen. Vuelven a la Asamblea Nacional, no por estar derrotados, sino como estrategia para darle legitimidad a un llamado a elecciones que ya lucen más que evidentes, las del mismo legislativo, en el cual se darán condiciones a sabiendas que la oposición no cuenta con millones de votos en el exterior y el desánimo y las condiciones propias internas por las divisiones —que serán una batalla campal— la harán inviable, fomentándose una masiva abstención".
Persisten las críticas que tienen totalmente acoquinados a los opositores al chavismo: "Posiblemente veamos una nueva división de la oposición que puede acudir a las elecciones si les dan algunas condiciones objetivas, un nuevo CNE que "convenza", con observadores internacionales europeos, la salida de algunos presos políticos de las cárceles, pero habiendo quedado la oposición sumamente debilitada, desacreditada y con su líder siendo negociado en las mesas internacionales, el tiempo es su peor enemigo, pues lo único que crece día por día es la desesperanza y la tristeza, convirtiendo al venezolano en un superviviente y sin cabeza para pensar en política o acudir a elecciones.
Le insisten ahora a Trump ciertos analistas: "Lo que pretende el régimen es más que obvio. Las últimas encuestas reflejan que el líder opositor bajó 20 puntos y su gestión es mala para casi el 60% de los venezolanos y se prevé que alcance su peor evaluación entre diciembre y enero. Lo que pretende el régimen a partir de allí es quitarle lo único que le queda, su legitimidad, pues en ese escenario de elecciones con garantías y validadas por Europa, Venezuela podría amanecer distinta en el primer trimestre del 2020".