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Por César Neto

Introducción

La guerra en Sudán comenzó en abril de 2023. Para los analistas en materia de guerras, esta es más violenta que la de Ucrania o la de Gaza.

Si es que hay guerras más o menos violentas, de hecho, la historia de esta guerra se remonta a 2001 y 2003, cuando las mismas fuerzas ahora enfrentadas fueron responsables por el genocidio en Darfur (parte occidental del país) con más de 200.000 muertos. En esta guerra actual, el número de muertos ronda los 20.000 y los desplazados rondan nueve millones de personas. Según las Naciones Unidas, esta es una de las «mayores crisis de desplazamiento» del mundo.

Como en todas las guerras en la fase imperialista del capitalismo, la violencia alcanza cantidades y calidades inimaginables. Hombres adultos, jóvenes y niños se ven obligados a defender las migajas que lograron acumular en el capitalismo decadente. Se defienden las casas, las pequeñas plantaciones y alguna fuente de trabajo como fuente misma de la existencia. A menudo las mujeres se ven obligadas de manera humillante a ofrecer sus cuerpos a cambio de comida para sus hijos. La violación, como siempre, es un arma de guerra contra mujeres adultas, jóvenes y niñas. Es la barbarie capitalista instalada y se que necesita de nuestra solidaridad obrera e internacionalista.

El diario Le Monde describió así el número de muertos: El cuerpo llega, pero la tumba aún no está lista. Los sepultureros cavan como demonios para completar su trabajo. La procesión ya se acerca, deslizándose entre las tumbas que se extienden hasta donde alcanza la vista, separadas por unos pocos centímetros. Los funerales no tienen lugar dentro de los límites del cementerio Ahmed-Sharfi, sino fuera de sus muros. En el interior de esta necrópolis situada en el corazón de Omdurman, ciudad fronteriza con Jartum, no hay más espacio. Dieciocho meses de guerra han llenado los cementerios de la capital de Sudán y de sus suburbios. Los entierros comenzaron a realizarse junto al muro de piedra, en un terreno baldío donde los jóvenes del barrio venían a jugar al fútbol[1].

La importancia económica, política y geográfica

Sudán es vecino del Chad, antiguo aliado histórico de Francia que hace unos días rompió esa alianza y se junta a los Emiratos Árabes Unidos. También limita con la República Centroafricana, que fue el primer país en aliarse con los rusos en la época del Grupo Wagner. También comparte frontera con Etiopía, que acaba de salir de una guerra interna contra la población de Tigray y está del lado de las Fuerzas Armadas sudanesas en el conflicto sudanés. Además, ocupa una vasta extensión del mar Rojo. Al otro lado del mar Rojo, Arabia Saudita está construyendo una megaciudad[2] para nueve millones de personas, con 170 kilómetros de extensión, quinientos metros de alto y doscientos metros de ancho. El proyecto conocido como The Line [La Línea] ya está en construcción y cualquier conflicto en la región podría interferir con este megaproyecto. La distancia de Port Sudan a Jeddah es de menos de 300 km.

El territorio sudanés es importante por ser una admirable ruta de paso para el contrabando de oro y diamantes desde Malí, Burkina Faso, la República Centroafricana y otros países, hacia los Emiratos Árabes Unidos.

Fuente: Minería ilegal de oro en África Central – INTERPOL 2021[3]

 

El país cuenta con excelentes tierras para la agricultura, bañadas por los ríos Nilo Blanco y Nilo Azul, y también por el gran Nilo. Antes de que comenzara la guerra, todavía bajo la dictadura de al-Bashir, a Arabia Saudita se le concedió, por 99 años, un millón de acres de la tierra más fértiles de la región oriental del país[4].

Al sur del país se desarrolla la explotación, refinación y transporte de petróleo con importante participación china, asociada a empresas y ministerios controlados por militares sudaneses. La Khartoum Refinery Company es una empresa conjunta entre el Ministerio de Minas y Energía y la China National Petroleum Corporation-CNPC, en la que cada cual tiene una participación de 50%. La Khartoum Petrochemical Co. pertenece en 95 por ciento a laChina National Petroleum Corporation-CNPC y en 5 por ciento al Ministerio de Minas y Energía; CNODC Petrochemical Trading Co., propiedad de la CNPC, controla las estaciones de servicio y los depósitos de derivados del petróleo. La protección de estas instalaciones corre a cargo de las Fuerzas Armadas del Sudán.

En el norte del país, opera la empresa rusa Al-Sawlaj Gold Mining Co. (antes Meroe Gold) con la protección de tropas de las Rapid Support Forces [Fuerzas de Apoyo Rápido].

SAF y RSF: el monstruo y su criatura

Las Sudanese Armed Force (SAF) –Fuerzas Armadas Sudanesas– y las Rapid Support Forces (RSF) –Fuerzas de Apoyo Rápido– son herencias de la dictadura de al-Bashir.

En la disputa territorial en Darfur, que involucra a sudaneses negros y sudaneses árabes o blancos, se crearon grupos de autodefensa y milicias. Las milicias, también conocidas como Janjaweed, eran un frente de árabes sudaneses que practicaban diversos crímenes de limpieza étnica, caracterizados como genocidio contra los sudaneses negros.

El Janjaweed, creado por iniciativa de las SAF a instancias del dictador al-Bashir y bajo el mando de Abdel Fattah al-Burhan, con el paso de los años se transformó en Fuerzas de Apoyo Rápido bajo el mando de Mohamed Hamdan “Hemedti” Dagalo.

Entonces, podemos decir que las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) fueron las creadoras de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).

SAF y RSF: van al enfrentamiento armado

Entre los diversos acuerdos de “pacificación” del país estaba la incorporación de los milicianos de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) de Hemedti a las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF), controlados por al-Burham. Los militares aceptaban la incorporación de las fuerzas de Hemedti, pero estos debían aceptar la disciplina jerárquica de las SAF. De hecho, los militares no aceptaban que los exmilicianos estuvieran al mismo nivel jerárquico que ellos. Este argumento es razonable, pero la discusión debe incluir los enormes intereses materiales en juego. Veamos qué representa cada uno de ellos:

El general Abdel Fattah al-Burhan y sus pares heredaron todo el aparato militar del dictador al-Bashir, incluidas más de 200 empresas en las que miembros de las Fuerzas Armadas Sudanesas tienen control total o parcial.

Al mismo tiempo, al-Burham y Sudán tienen como aliado a Egipto; ambos luchan actualmente contra la construcción de la Represa del Renacimiento Etíope, pues consideran que millones de agricultores de ambos países dependen del río Nilo para su subsistencia. Afirman que la construcción de los embalses de la represa provocará una mayor evaporación, reduciendo la cantidad de agua disponible para la agricultura. Además, Egipto considera que se reducirán los caudales de agua en la central hidroeléctrica de Asuán.

El otro aliado es China, que tiene importantes intereses materiales en el país, especialmente en las industrias petrolera, petroquímica y militar.

Arabia Saudita también es un aliado importante por dos razones. Una es la seguridad para la construcción de la ciudad de Neon (The Line) y el otro es garantizar la aplicación de la ley aprobada por el parlamento sudanés que permite a Arabia Saudita arrendar por 99 años un millón de acres de las fértiles tierras de Setit y el Alto Atbara.

El general Mohamed “Hemedti” Hamdan Dagalo tiene a Rusia como un gran aliado. La relación del Estado ruso con Hemedti se originó a través de las acciones conjuntas del exGrupo Wagner y las milicias de ;las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF). Como son grupos de milicianos, obviamente, estas no son relaciones transparentes, son relaciones para delinquir, explotar, traficar y vender oro ilegalmente. Esta relación cobró mayor fuerza después de que el Grupo Wagner iniciara sus operaciones en la República Centroafricana y extendiera sus tentáculos en el Sahel, especialmente en Malí y Burkina Faso.

Los Emiratos Árabes Unidos (EAU) tienen una larga historia de colaboración con Hemedti. Fueron los Emiratos Árabes Unidos quienes crearon y capitalizaron un banco de desarrollo en Darfur después del genocidio perpetrado en la región por la entonces milicia Janjaweed y que permitió a Hemedti comprar apoyos regionales. A cambio, los Emiratos Árabes Unidos se sumaron a la explotación de oro en la región.

Etiopía es otro aliado de Hemedti, ya que al-Burham y los militares de las Fuerzas Armadas de Sudán, junto con Egipto, están en contra de la construcción de la Represa del Renacimiento Etíope, y Hemedti se pone del lado de Etiopía para debilitar a al-Burham.

Como vicepresidente, Hemedti visitó cuatro países y coincidentemente son ellos los que ahora lo apoyan: Rusia, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía y Sudán del Sur.

El gobierno liderado por las SAF y las RSF reprimió a trabajadores, jóvenes y sectores populares

Abordar el conflicto del Sudán y denunciar la situación de penuria y hambre provocadas por la guerra entre ambas facciones es correcto, pero insuficiente. De 2019 a 2023, Sudán vivió un proceso revolucionario durante cuatro años de intensas movilizaciones, insurrecciones y el surgimiento de embriones de organismos de tipo soviético como los Comités de Resistencia. Se intentó una salida mediante la creación de un régimen democrático burgués tras la caída del gobierno de al-Bashir. Y este hecho nunca se consolidó.

El primer paso jurídico para controlar el movimiento fue la revisión de la Constitución, que preservaba varios elementos del régimen bonapartista de al-Bashir, y que fue redactada a puertas cerradas por el gobierno cívico-militar. En su momento, describimos la revisión constitucional de la siguiente manera: En una sala llena de altos funcionarios extranjeros y bajo fuertes medidas de seguridad, la oposición civil del Sudán y la junta militar que detenta el poder en el país ratificaron este sábado la Constitución que servirá como hoja de ruta para los próximos tres años y tres meses de transición[5].

La acción conjunta de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) y el ejército sudanés también colocó a al-Burhan y Hemedti en la misma trinchera respecto de la represión militar contra los trabajadores. Tras la caída de al-Bashir, se creó el Gobierno Militar de Transición que fue inmediatamente repudiado por las masas. El hecho más relevante durante este período fue la masacre contra los manifestantes que acampaban frente al Ejército exigiendo un gobierno civil. Las tropas de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) llegaron por la noche y fusilaron a más de 100 personas. Algunas decenas de personas fueron asesinadas en otros lugares y encontradas flotando en el río Nilo.

Numerosas huelgas, manifestaciones populares contra el aumento y la escasez de alimentos, manifestaciones campesinas contra el aumento de la electricidad, fueron reprimidas violentamente por las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) y con el apoyo del ejército sudanés.

La crisis de dirección preparó el camino de la derrota futura

La creación del Consejo Soberano de Transición se produjo poco después de la masacre en el campamento frente al Ejército y con las crecientes movilizaciones y el fortalecimiento y crecimiento de los Comités de Resistencia.

El Consejo Soberano de Transición estuvo compuesto por los dos bandos que ahora están en guerra, el del civil Abdalla Hamdok , con la participación del Partido Comunista Sudanés, y la organización social más importante, la Asociación Sudanesa de Profesionales.

El núcleo dirigente de la Asociación de Profesionales del Sudán estaba formada por médicos, abogados y periodistas. En un país con un elevado número de desempleados, guerras y pobreza, estos profesionales representaban una elite y su programa pequeñoburgués estaba alimentado por el antiguo Partido Comunista Sudanés.

Un ascenso espectacular que construyó embriones de doble poder

Hay muchas maneras de ejemplificar un proceso histórico. Fotos, músicas, libros que buscan expresar las experiencias de organizaciones políticas y sindicales, etc. En el caso sudanés, un país donde la mutilación genital femenina, la increíble sumisión de las mujeres a los hombres y tantas otras violaciones contra las mujeres, en ese país, la principal imagen del proceso revolucionario abierto en 2019 es la foto de una estudiante de 22 años, Alaa Salah, vestida con un thoub blanco y sus aros en forma de disco, hablando desde el techo de un coche ante cientos de personas que la escuchaban atentamente. Ashura Nassor describe con riqueza de detalles esa experiencia de lucha de las mujeres en un proceso revolucionario[6].

Sin embargo, diríamos muy poco si no miráramos otros ejemplos del proceso revolucionario vivido por las masas sudanesas a lo largo de cuatro años, desde innumerables huelgas obreras con ocupaciones, el secuestro por parte de los trabajadores de un tren para transportar a manifestantes hacia Jartum; movilizaciones estudiantiles; conductores de transporte alternativo que dejaban la ciudad sin transportes, huelgas para destituir a gerentes vinculados a la dictadura de al-Bashir en las empresas estatales; en definitiva, un sinfín de huelgas y movilizaciones de los trabajadores de la ciudad y del campo.

Lo más destacado de este proceso fue la creación de los COMITÉS DE RESISTENCIA que organizaban y controlaban las movilizaciones. Estos Comités de Resistencia estaban integrados por numerosos sindicatos, organizaciones barriales y sectores de la juventud. La organización más importante en este proceso fue la Asociación de Profesionales Sudaneses.

al-Burham y Hemedti actuaron contra el ascenso revolucionario y lo masacraron

Existe un importante debate entre quienes formaron parte de los Comités de Resistencia que aún se encuentran en el país o en la diáspora respecto del carácter de ambos bandos. Hay un sector que dice que las SAF son más progresistas y las milicias de Hemedti son las peores desde el genocidio en Darfur en 2002-2003.

Este tipo de razonamientos lleva a ocultar que tanto Burhan como Hemedti son responsables del genocidio en Darfur y que al-Burhan durante este período fue el principal hombre del dictador al-Bashir, fue quien impulsó la unión de las milicias de la región, que libraban una lucha de limpieza étnica de los sudaneses de origen árabe contra los sudaneses negros. El Hemedti que emerge en este proceso es hijo de este proceso durante la dictadura de al-Bashir y bajo el comando militar de al-Burhan.

Tras el genocidio de Darfur, Hemedti ganó espacio, subcontrató a sus soldados para las guerras de Yemen y Libia, traficó armas y oro, y construyó un imperio empresarial que incluía empresas mineras, constructoras y bancos, siempre con el apoyo de los Emiratos Árabes Unidos y de Rusia.

El papel de los diferentes imperialismos en el conflicto sudanés

En el conflicto sudanés encontramos un intrincad juego de intereses que intentaremos explicar. La Unión Europea y Gran Bretaña tienen una responsabilidad histórica en el conflicto, ya que la Unión Europea ha suministrado armas a las RSF y ha reforzado las armas de las SAF desde los tiempos de la dictadura de al-Bashir. Hoy en día, armas de Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Europea circulan entre varios países interesados ​​en la masacre del Sudán, entre ellos Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Israel y Arabia Saudita. En esta fiesta macabra también participa Irán con su apoyo al SAF.

Estados Unidos, Israel y los Emiratos Árabes Unidos

La intervención de Estados Unidos e Israel en el conflicto de Sudán se da a través de los Emiratos Árabes Unidos. Los acuerdos árabe-israelíes se firmaron inicialmente entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos en 2020, en la Casa Blanca, al final de la administración Trump. Luego, fue firmado entre Israel y Bahréin. Se llamó Acuerdo de Abraham porque este profeta es reivindicado por el cristianismo, el judaísmo y el islam. En este acuerdo, los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin reconocieron la soberanía del Estado de Israel.

En 2021, durante el gobierno del Consejo Soberano de Transición, el primer ministro, el civil Abdalla Hamdok, impulsó la firma del Acuerdo de Abraham en el que se normalizaban las relaciones entre Israel y Sudán; EE.UU. sacó al país de la lista de patrocinadores del terrorismo y concedió un préstamo de 1.200 millones de dólares.

Desde entonces, los Emiratos Árabes Unidos se han convertido en un socio importante de Sudán, con el apoyo de Estados Unidos e Israel. Todos los acuerdos y recursos relacionados con Sudán se manejaron directamente con Hemedti y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF). El vínculo histórico entre los traficantes de oro y diamantes de Hemedti, el Grupo Wagner, ganó un nuevo aliado con los Emiratos Árabes Unidos, que como vimos en el gráfico superior es el principal centro receptor de oro y diamantes contrabandeados desde África. Hoy se han convertido en importantes proveedores de armas y financiadores de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).

En 2018, Uganda, Ruanda y Burundi informaron haber producido 3,7 toneladas de oro. Al mismo tiempo, el Banco Central de los Emiratos Árabes Unidos declaró que había comprado 51 toneladas de oro de estos países, es decir, sólo ese año se contrabandearon 47,3 toneladas[7].

Aunque Israel no desempeñe un papel central en el conflicto en sí, los sionistas tienen sus propios intereses en el conflicto. Israel no tiene preferencia por al-Burham o Hemedti, pero está interesado en que Sudán sea gobernado por dictaduras militares. Esto se debe a que la mayoría de la población sudanesa está en contra de la normalización de las relaciones con Israel y los gobiernos no dictatoriales son más permeables a las presiones populares.

China y su pragmatismo comercial: armas para ambos bandos

Durante las últimas dos décadas, China ha estado diversificando sus inversiones en África, a través de préstamos bancarios, infraestructura y explotación de recursos naturales. Concretamente en Sudán, aprovechando que en diez años EE.UU. no nombró ni un solo embajador en el país y el hecho de que los norteamericanos consideran el Estado sudanés patrocinador del terrorismo, China diversificó sus inversiones, primero con la explotación petrolera en la región sur del país y con la construcción de un oleoducto que sale de Sudán del Sur, atraviesa el Sudán y llega al mar Rojo. Al mismo tiempo, invirtió y proporcionó tecnología o directamente se asoció con joint ventures [empresas conjuntas] en casi 200 empresas controladas por los militares.

Se esperaba que esta relación china con la extracción y el transporte de petróleo y con las empresas militares controladas por las Fuerzas Armadas de Sudán (SAF) los convirtiera naturalmente en aliados. Pero no es así. El pragmatismo habló más fuerte y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), así como las Fuerzas Armadas Sudanesas, se sirven de armas compradas junto a los chinos.

A principios de diciembre, al-Burham realizó su cuarto viaje a Sudán del Sur desde el inicio de los conflictos con las RSF. Vale recordar que Sudán del Sur ha sido aliado de las Fuerzas de Apoyo Rápido. Esta visita coincide con el aumento de los enfrentamientos entre las SAF y las RSF en la frontera entre ambos países, especialmente en las regiones de Babnis, Joda y El Jabalein, y también en la zona de explotación petrolera de Heglig (Hejlij) y Abyei. Las dos últimas regiones son reclamadas por Sudán y por Sudán del Sur.

Además de las áreas de explotación petrolera, se discutirá el oleoducto que transporta crudo de Sudán del Sur para el Puerto de Bashayer, en el Estado del mar Rojo.

Sudán del Sur, un país sin litoral, exporta su petróleo, una fuente vital de ingresos, a través del oleoducto de Sudán, y el gobierno sudanés recibe una parte de las tasas de tránsito. Desde febrero, el transporte está interrumpido debido a problemas de mantenimiento y a los enfrentamientos entre las RSF y las SAF.

El petróleo representa más de 90% del gasto gubernamental de Sudán del Sur. Sudán del Sur pierde más de 100 millones de dólares al mes y Sudán también tiene pérdidas ya que recibe 24 dólares por cada uno de los 150.000 barriles que se transportan diariamente.

Ambos Sudán pierden, pero pierde mucho más China, que controla la explotación y el transporte a través del oleoducto de su propiedad. Así, China busca la normalización de los conflictos en la región para seguir explotando y transportando petróleo desde Sudán del Sur.

El viaje de al-Burham y sus reuniones con las autoridades de Sudán del Sur[8], aliadas de Hemedti, tienen como objetivo construir un acuerdo de paz localizado para que los chinos puedan seguir saqueando el petróleo de la región.

Rusia apoya a las RSF en las negociaciones con las SAF

En febrero de 2023, dos meses antes del inicio del conflicto militar, el Consejo Soberano de Transición y Rusia concluyeron la revisión del acuerdo para una futura base rusa en el mar Rojo. El acuerdo estaba pendiente de la formación de un gobierno civil y de la estabilización del país tras la caída de al-Bashir y sus consecuencias. La legitimidad del citado acuerdo debería pasar por el futuro Congreso, donde sería ratificado y entraría en vigor. Sin embargo, en abril de 2023 comenzaron los enfrentamientos entre las SAF y las RSF. Los avances fueron interrumpidos en la medida en que deberían haber sido realizado por al-Burham, que se enfrenta con Hemedti, de las RSF, que cuenta con el apoyo de Rusia.

En un artículo más reciente, de junio de este año, el Deutsch Weller anunció: “La presencia militar de Rusia en Sudán impulsa la estrategia para África”[9] e informó:

De hecho, Sudán está interesado en reactivar un acuerdo sobre la construcción de un centro naval ruso en el Mar Rojo, afirmó Agar, según el diario sudanés Sudan Tribune.

Sudán y Rusia llevan años discutiendo un acuerdo de este tipo. Según un informe del Institute for the Study of War [Instituto para el Estudio de la Guerra], ya en 2017, el entonces presidente del Sudán, Omar al-Bashir, y el presidente ruso, Vladimir Putin, llegaron a un acuerdo para la construcción de una base rusa con espacio para varios cientos de soldados y cuatro navíos.

Sin embargo, debido a la inestabilidad política que se produjo entonces en el Sudán, su parlamento no pudo ratificar el contrato. Pero las discusiones se han reanudado recientemente, aparentemente con más éxito.

A finales de mayo, el subcomandante en jefe del ejército sudanés (SAF), Yasser al-Atta, anunció que Sudán y Rusia firmarían una serie de acuerdos militares y económicos en las próximas semanas.

La estrategia de Rusia para Sudánpasaba por sus relaciones con Hemedti y las RSF desde los tiempos del Grupo Wagner. Según DWAl principio, el Kremlin apoyó a las RSF, sobre todo porque el grupo semiestatal Wagner había obtenido anteriormente derechos mineros sobre los depósitos de oro sudaneses. Estos derechos son una fuente constante de divisa extranjera para Rusia, ya que trabaja bajo las sanciones occidentales impuestas tras su invasión en gran escala de Ucrania, en 2022.

Es evidente que Rusia busca ampliar sus acuerdos políticos y militares en el Sudán. Port Sudan está situado en el área controlada por las Fuerzas Armadas del Sudán. Si Rusia quiere una base naval allí, necesita hablar con las Fuerzas Armadas del Sudán. La gran pregunta es: ¿estará Rusia dispuesta a sacrificar las relaciones con su antiguo aliado en la explotación y el tráfico de oro a través del Sahel y del propio Sudán?

Al mismo tiempo que busca ampliar sus acuerdos políticos y militares en Sudán, el 18 de noviembre de 2024, el Consejo de Seguridad de la ONU intentó votar un proyecto de resolución que pedía una mayor protección de los civiles en el conflicto en Sudán y un alto el fuego[10]. Rusia vetó la propuesta. Para Rusia, cuanto más perturbe la guerra al Estado sudanés, mejor será para transportar el oro del Sahel que debe ser contrabandeado por tierra o aire para el mar Rojo.

¿Quién suministra armas y a quién?

Una visión superficial sobre los partidarios de las dos fuerzas en guerra, podría concluir que Hemedti y las RSF cuentan con el apoyo de Rusia y los Emiratos Árabes Unidos, dados los intereses de ambos países en la explotación y el tráfico de oro. Y que al-Burham y las SAF contarían con el apoyo de China, dado que empresas del Ejército sudanés están asociadas en distintos niveles con empresas chinas y sobre todo en la exploración petrolera en el sur del país y en el oleoducto de Sudán del Sur, vía Sudán, hacia el mar Rojo.

Sin embargo, la realidad no expresa exactamente ese esquema. Tomando en cuenta algunas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, documentos del SIPRI (Instituto Internacional de Investigación para la Paz, de Estocolmo) y documentos de Humans Right Watch y Amnistía Internacional, encontramos que en el período 2004 a 2023, las armas en general provienen de China, Serbia, Ucrania, Bielorrusia, Rusia, Irán, Unión Europea, Inglaterra, Estados Unidos, Israel y Emiratos Árabes Unidos. Este período de 20 años corresponde incluso a los años anteriores a la caída de al-Bashir en 2019. Esto indica que ambas partes ya tenían armas extranjeras antes del inicio del conflicto. Y también armas producidas por la Military Industrie Co., una empresa de las SAF.

A partir de abril de 2023 se añadieron armas nuevas y modernas al arsenal de ambos bandos, incluidos diferentes tipos de drones, lanzacohetes multicañones montados en camiones, bloqueadores de drones, y misiles guiados antitanques, producidos en China, Irán, Rusia, Serbia y los Emiratos Árabes Unidos.

Los datos presentados por Amnistía Internacional muestran que ambos bandos en conflicto utilizan bloqueadores de drones fabricados en 2024, en China.

Bloqueador de drones SkyFend Hunter, 2024 – Fabricante: SkyFend – País: China –
utilizado por SAF y RSF.

 

Las principales armas de las RSF y su fabricación: RSF ha utilizado misiles guiados antitanque Kornet 9M133M, un tipo de dron de ataque no identificado que lanza municiones termobáricas Yugoimport de 120 mm, de fabricación serbia; drones de ataque unidireccionales (que detonan al alcanzar un objetivo); drones fabricados comercialmente, normalmente disponible para civiles pero adaptados para lanzar municiones de mortero; municiones de mortero de fabricación china producidas en 2023; y bloqueadores de drones de fabricación china.

Misiles rusos guiados antitanque Kornet, utilizados por las RSF.

 

Los documentos muestran cajas de municiones Yugoimport con marcas que indican que fueron fabricadas en 2020; estas municiones están adheridas a un dron. Inicialmente fueron adquiridas por las fuerzas armadas de los Emiratos en el contexto de un contrato con la Adasi, una filial del fabricante de armas Edge Group, con sede en los Emiratos, que se especializa en tecnología de drones.

Todo indica que fueron utilizados por el gobierno etíope durante el conflicto en Etiopía, en 2021, y contra las fuerzas hutíes en Yemen ese mismo año. Podría ser que la misma fuente haya suministrado el dron a las tres fuerzas, incluidas las RSF.

Las principales armas de las SAF y su fabricación: los combatientes de las SAF poseen y/o utilizan drones de ataque Mohajer-6 suministrados por Irán y bloqueadores de drones de fabricación china. Este modelo de dron comercial está modificado para lanzar municiones de 120 mm.

Amnistía Internacional ha documentado la adquisición de armas de fuego de fabricación turca por parte del ejército sudanés y la adquisición de armas de fuego de fabricación turca y rusa por traficantes de armas con fuertes vínculos con las Fuerzas Armadas del Sudán. Según Amnistía Intl: Empresas en Turquía y en Rusia han exportado variantes de armas pequeñas, como los rifles de tirador designado Tigr –Designated Marksman (DMR)– o los rifles Saiga-MK, fabricados por la Kalashnikov Concern y normalmente comercializados para propietarios de armas civiles, para revendedores de armas con fuertes vínculos con el ejército sudanés. El principal fabricante de armas de Turquía, Sarsilmaz, suministra a las Fuerzas Armadas Sudanesas, mientras que las escopetas y rifles de caza turcos, típicamente fabricados para el mercado civil y fabricados por pequeñas empresas como Derya Arms, BRG Defence o Dağlıoğlu Silah, escapan en gran medida a las reglamentaciones de control de exportaciones y fueron exportados en masa a Sudán en los últimos años[11].

Los países imperialistas y sus submetrópolis se juntan y se separan, según sus intereses, contra el Sudán

Un observador no muy atento podría concluir que China y Rusia estarían enfrentadas en la medida en que cada una apoya a una de las partes. Y que Estados Unidos, la Unión Europea, Israel y otros no participaban directamente del proceso. A lo largo de la investigación descubrimos una gran cantidad de detalles y contradicciones que nos recuerdan al Vietnam de 1945. Es importante volver a la discusión sobre Vietnam, ya que arroja luz sobre esta duda entre activistas y revolucionarios.

La península de Indochina formó parte del otrora poderoso imperio colonial francés. Con la derrota de 1940, se estableció en la parte sur de Francia el gobierno de Vichy–el norte estaba directamente bajo la ocupación de las tropas alemanas–, encabezado por el mariscal Pétain, títere del imperialismo alemán. La administración colonial francesa en Indochina respondía a ese gobierno y, por lo tanto, se alineaba con el Eje, como aliado de Alemania y Japón. Este último había invadido Indochina, pero mantuvo intacta la administración colonial francesa, al menos mientras mantuvo su carácter de aliado[12].

El Chad, el aliado más importante de Francia en el Sahel, acaba de romper los acuerdos militares con Francia y ceder parte de su territorio a los Emiratos Árabes Unidos para construir una base que, según dicen ellos, tiene fines humanitarios. Los Emiratos Árabes Unidos, hacen parte del Acuerdo Abram con Israel, y con la bendición de Estados Unidos. Lo nuevo a este respecto es que los Emiratos Árabes Unidos, al igual que Rusia, apoyan a las RSF de Hemedti. Así que aquí tenemos una alianza de Rusia, los Emiratos Árabes Unidos, Israel, Estados Unidos y Chad.

Los intereses rusos en el mar Rojo se están negociando con las SAF, que cuentan con el apoyo de China. Este acuerdo sólo será posible si existe un acuerdo militar previo de no agresión entre las SAF y las RSF. La posibilidad de construir inicialmente una base naval en el mar Rojo y en el futuro una base militar más grande, ha levantado una polémica muy importante sobre si Rusia dejaría de lado a las RSF y comenzaría a apoyar a las fuerzas de las SAF. Hay quienes dicen que se trata de un reajuste táctico por parte de los rusos, por la posible base naval, pero que no alteraría los históricos acuerdos con RSF para el tráfico de oro por todo el Sahel. Al tratarse de un proceso en desarrollo, existen muchas lagunas en el análisis, y que deberemos estudiar en el próximo período.

Al sur de Sudán hay campos petroleros y oleoductos controlados principalmente por China. Las fuerzas armadas participan en negocios con los chinos. El general al-Burhan acaba de realizar su cuarto viaje a Sudán del Sur (que apoya a las RSF) para discutir una zona de exclusión que se está negociando entre las SAF y las RSF.

Entre RSF y SAF no hay opción posible

Existe un importante debate en la vanguardia sudanesa que vive en el país y también entre los de la diáspora sobre si es posible elegir y apoyar uno de los bandos. Hay una línea de pensamiento que afirma que lo correcto sería apoyar a las SAF contra las milicias de Hemedti, es decir, las RSF.

Estos camaradas, en general de matriz reformista, y algunos estalinistas, intentan encontrar un campo burgués progresista en medio de la guerra. Sin embargo, esta visión vergonzosamente capituladora no tiene en cuenta que los treinta años de dictadura militar de al-Bashir contaron con algunos comandantes militares, pero lo más importante es que este ciclo histórico estuvo liderado por al-Burham, vinculado a la Hermandad Musulmana. Las Fuerzas Armadas del Sudán, bajo la dirección de al-Burham, unificaron las milicias sudanesas de árabes contra los sudaneses negros en Darfur y han sido cómplices de esos crímenes, imponiendo un sistema de desigualdad y opresión que ha beneficiado sólo a las elites. La milicia Janjaweed fue creada por iniciativa de al-Bashir y desde siempre ha estado dirigida por Hemedti.

Entonces, en la cuenta de al-Burham y de Hemedti tenemos que poner más de 200.000 muertos en Darfur; conspiración permanente durante el final de la dictadura de al-Bashir contra el proceso revolucionario que derrocó a al-Bashir; conspiración para imponer un nuevo gobierno militar, que fue derrotado por las movilizaciones. Hemedti y al-Burham son responsables de fusilar a más de 100 activistas acampados frente al Ejército en la lucha contra el Gobierno Militar de Transición, además de reprimir numerosas huelgas.

Los dos comandantes de las SAF y de las RSF fueron derrotados por el levantamiento revolucionario de las masas sudanesas y se vieron obligados a aceptar tácticamente el Consejo Soberano de Transición. Aceptaron tácticamente, y estratégicamente intentaron derrotar, primero con numerosos casos de represión, las movilizaciones, y luego, a partir del enfrentamiento militar entre ambas, asfixiaron mediante el terror a las organizaciones e iniciativas de la clase trabajadora, estudiantes, campesinos, y sectores populares. Esta guerra puede parecer una batalla entre dos facciones militares rivales, pero es mucho más profunda: es una guerra entre dos grupos de opresores contra los oprimidos, un choque entre dos fuerzas contrarrevolucionarias y las aspiraciones revolucionarias del pueblo sudanés. Las raíces de esta guerra no están en rivalidades personales, sino en la contradicción cada vez más profunda entre la revolución de 2018, que buscaba derrumbar décadas de dictadura, y las fuerzas contrarrevolucionarias que secuestraron el aparato estatal, apoyadas por potencias externas para aplastar esa misma revolución[13].

Quienes dicen que es necesario apoyar a las SAF parten de la idea de que la victoria de las SAF es la mejor manera de preservar la unidad de Sudán y evitar que las RSF destruyan el país como lo hicieron en Darfur. Hay quienes reconocen a las SAF como una institución corrupta, pero que podría reformarse y revitalizarse tras derrotar al RSF. Estos argumentos en ningún momento abordan el carácter de clase de las SAF, que, junto con las RSF, siempre reprimió la lucha de los trabajadores durante la lucha contra la dictadura de al-Bashir, contra el Gobierno Militar de Transición y más tarde en el propio Gobierno Soberano de Transición que estaba conformado por SAF, RSF, Partido Comunista y Asociación de Profesionales.

Cinco grandes tareas para los revolucionarios sudaneses

Con toda la humildad de quien escribe desde lejos, pero con la mirada puesta en otros procesos similares, nos parece que hay cinco grandes tareas:

  1. Combatir la ilusión de que en la guerra hay un lado progresista.

La ilusión en el carácter agregador de las SAF y la eliminación de su carácter de clase y también al servicio del imperialismo chino debe ser combatida como paso inicial para la disputa programática con el reformismo y las distintas variantes estalinistas.

  • Reconstruir los Comités de Resistencia desde la base.

Los Comités de Resistencia, verdaderos embriones de poder dual como fueron los soviets, necesitan ser reconstruidos desde abajo. Las SAF y las RSF siempre han visto a los Comités de Resistencia como el enemigo a ser derrotado.

  • Cómo en la República Democrática del Congo, construir los embriones de un organismo de autodefensa, independiente de las Fuerzas Armadas del Sudán.

La guerra y las sucesivas masacres militares, la mortalidad por falta de hospitales y médicos secuestrados o directamente asesinados, imponen la necesidad de construir organismos de autodefensa como los que están surgiendo en la República Democrática del Congo.

4.  A pesar de la situación defensiva, formar y organizar cuadros revolucionarios para la posguerra.

La lucha por la supervivencia frente a los ataques militares, el hambre y la falta de atención médica, pone al movimiento de masas a la defensiva y a veces sin esperanzas inmediatas. Aun así, con todas las dificultades que sabemos existen, es necesario retomar la formación y organización de cuadros revolucionarios, como lo hicieron los trotskistas alemanes al interior del ejército nazi.

5.  Construir comités de solidaridad con trabajadores de todo el mundo.

Por una gran campaña internacional de solidaridad con los trabajadores, los jóvenes y la población del Sudán. Hacer cumplir la célebre frase: ¡proletarios del mundo, uníos!

Traducción: Natalia Estrada.


[1] Guerra en Sudán: en Jartum, capital devastada, la muerte golpea en cada esquina, ne: https://www.lemonde.fr/afrique/article/2024/11/11/guerre-au-soudan-a-khartoum-capitale-devastee-la-mort-frappe-a-chaque-coin-de-rue_6388428_3212.html?lmd_medium=email&lmd_campaign=trf_newsletters_lmfr&lmd_creation=afrique&lmd_send_date=20241116&lmd_email_link=call_titre_1&M_BT=129636131219501

[2] Video muestra la construcción impresionante de la ciudad futurista con 170 km en el desierto, en: https://olhardigital.com.br/2024/02/27/ciencia-e-espaco/video-mostra-construcao-impressionante-de-cidade-futurista-com-170-km-no-deserto/#:~:text=Um%20projeto%20extremamente%20ambicioso%20est%C3%A1,do%20pa%C3%ADs%2C%20chamado%20The%20Line.

[3] INTERPOL – Enhancing Africa’s response to transnational organized crime – https://enactafrica.org/research/interpol-reports/illegal-gold-mining-in-central-africa

[4] Bill allows Saudi Arabia to cultivate Sudan lands – https://www.dabangasudan.org/en/all-news/article/bill-allows-saudi-arabia-to-cultivate-sudan-lands

[5] El gobierno de al-Bashir cayó, pero la dictadura sigue viva. Abajo la dictadura y su constitución, en: https://litci.org/es/el-gobierno-de-al-bashir-cayo-pero-la-dictadura-continua-viva-abajo-la-dictadura-y-su-constitucion/?utm_source=copylink&utm_medium=browser

[6] Sudán: La lucha de las mujeres en una revolución inconclusa, en: https://litci.org/es/sudan-la-lucha-de-las-mujeres-en-una-revolucion-inconclusa/?utm_source=copylink&utm_medium=browser

[7] INTERPOL – Enhancing Africa’s response to transnational organized crime – https://enactafrica.org/research/interpol-reports/illegal-gold-mining-in-central-africa

[8] El Burhan visits South Sudan ‘to discuss four critical files’ – https://www.dabangasudan.org/en/all-news/article/el-burhan-visits-south-sudan-to-discuss-four-critical-files

[9] Russia’s military presence in Sudan boosts Africa strategy – https://www.dw.com/en/russias-military-presence-in-sudan-boosts-africa-strategy/a-69354272

[10] Resolución para parar la Guerra en el Sudán es vetada en el Consejo de Seguridad, en: https://news.un.org/pt/story/2024/11/1840866

[11] New weapons fuelling the sudan conflict – https://www.amnesty.org/en/latest/research/2024/07/new-weapons-fuelling-the-sudan-conflict/

[12] GRECO, Eugenio. Crónica Política de la guerra de Indochina. Revista de América, nᵒ3, mayo de 1975.

[13] The Illusion of Choice: Why People Should Reject Both Sides of the War in Sudan – https://menasolidaritynetwork.com/2024/11/21/the-illusion-of-choice-why-people-should-reject-both-sides-of-the-war-in-sudan/