Cuando en el mundo primaban las monarquías absolutas, había un grupo de personas que acompañaban al rey y que sabían que, adulándolo, entreteniéndolo y haciéndole todo tipo de favores, se aseguraban un nivel de vida por encima del resto de la población; eran los cortesanos.
Desde entonces, el mundo ha cambiado poco en el servilismo a los poderosos; ahora existe una élite de un centenar de personas trillonarias, que acumulan el suficiente poder para determinar las políticas que han de regir en el planeta. Detrás, arrastran a un séquito de cortesanos fieles que, siguiendo las políticas de derecha garantizan el sostenimiento del andamiaje del sistema mundo capitalista y de los privilegios de sus jefes.
Mientras en un lado se acumulan enormes fortunas, en el otro quedan miles de millones de personas en la miseria, marginadas, con las necesidades básicas insatisfechas, en el abandono, sin esperanza; todo esto como resultado del despojo, la explotación que ha dejado el colonialismo histórico y actual.
Ese pequeño número de trillonarios actúan como si el planeta, sus recursos y personas les pertenecieran. Se creen dueños de todo en cualquier parte de la Tierra; si para apropiarlos tienen que elegir gobernantes, los eligen; si tienen que comprar gobiernos, los compran; si tienen que tumbar a gobernantes, los tumban; si hay que matar, matan; si hay que bloquear países, bloquen; si hay que invadir, invaden; si hay desplazar poblaciones, las desplazan; si hay que masacrar, masacran; si hay que robar, roban; si hay que manipular, manipulan; si hay que emplear el trabajo infantil, lo usan; si hay que hacer actos terroristas, los hacen; si hay que promover guerras nacionales o internacionales, las crean. Lo hacen a toda costa, sin miramientos ni leyes. Esas élites fomentan el terrorismo, los ataques de falsa bandera, el odio, el analfabetismo, la trivialización de la cultura, la drogadicción.
Los sucesos de Argentina, Palestina y Ecuador, no están aislados. Le muestran al mundo a lo que están dispuestos para conservar un sistema que está en crisis, para que les siga garantizando sus privilegios. Abiertamente, no hay consideraciones para pasar por encima de declaraciones de derechos humanos, de acuerdos, de respetos democráticos, si es para golpear a cualquier país. Es un modelo social que colapsa y que no puede ya guiarse por la normatividad ni leyes que le establecieron. Ahora se recrudece el atropello sin velos; la imposición abusiva de la fuerza. Acciones que han sido del uso tradicional de todos los colonialistas.
Sin escrúpulos, los sionistas llaman "animales humanos" a los palestinos; en Argentina, a los que protestan les dicen "los orcos", como una categoría subhumana. Para las élites, esos miles de millones de personas despojadas y marginadas, sobran, porque no funcionan para el mercado, ocupan territorios con recursos y son una amenaza de explosión social. Por eso se crea el caos, la guerra, las pandemias; las derechas en el mundo, consciente o inconscientemente, siguen estos vergonzosos lineamientos de destrucción y barbarie en contra de sus semejantes.
¿Por qué mantener un sistema económico que ha llevado a la miseria a miles de millones de personas en todos los continentes? Hay que perder la visión sagrada de la sociedad burguesa, sus instituciones y representantes. Los seres humanos tienen derecho al pleno disfrute de su existencia. Es posible cambiar el modelo social, de tal forma que no esté basado en las leyes de la ganancia del mercado. El nobel alternativo economía de 1983, Manfred Max Neef, propuso el desarrollo a escala humana para satisfacer las nueve necesidades fundamentales: Subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad. (Ver tabla anexa al final)
Otra sociedad es posible, más humana, basada en la fraternidad y la colaboración entre los pueblos del mundo. El enfrentamiento entre estas dos acciones respecto a los seres humanos, su destrucción o su protección, es una lucha entre la vida y la muerte. Es la diferencia entre la izquierda y la derecha.
Abril 07 de 2024
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Ser |
Tener |
Hacer |
Estar |
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Salud física, salud mental, equilibrio, solidaridad, humor, adaptabilidad. |
Alimentación, abrigo, trabajo |
Alimentar, procrear, descansar, trabajar |
Entorno vital, entorno social |
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Cuidado, adaptabilidad, autonomía, equilibrio, solidaridad |
Sistemas de seguros, ahorro, seguridad social, sistemas de salud, legislaciones, derechos, familia, trabajo. |
Cooperar, prevenir, planificar, cuidar, curar, defender |
Contorno vital, contorno social, morada |
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Autoestima, solidaridad, respeto, tolerancia, generosidad, receptividad, pasión, voluntad, sensualidad, humor |
Amistades, parejas, familia, animales domésticos, plantas, jardines. |
Hacer el amor, acariciar, expresar emociones, compartir, cuidar, cultivar, apreciar. |
Privacidad, intimidad, hogar, espacios de encuentro. |
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Conciencia crítica, receptividad, curiosidad, asombro, disciplina, intuición, racionalidad. |
Literatura, maestros, método, políticas educacionales, políticas comunicacionales |
Investigar, estudiar, experimentar, educar, analizar, meditar, interpretar |
Ámbitos de interacción formativa, escuelas, universidades, academias, agrupaciones, comunidades, familia |
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Adaptabilidad, receptividad, solidaridad, disposición, convicción, entrega, respeto, pasión, humor |
Derechos, responsabilidades, obligaciones, atribuciones, trabajo. |
Afiliarse, cooperar, proponer, compartir, discrepar, acatar, dialogar, acortar, opinar |
Ámbitos de interacción participativa, cooperativas, asociaciones, iglesias, comunidades, vecindarios, familia |
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Curiosidad, receptividad, imaginación, despreocupación, humor, tranquilidad, sensualidad |
Juegos, espectáculos, fiestas, calma |
Divagar, abstraerse, soñar, añorar, fantasear, evocar, relajarse, divertirse, jugar |
Privacidad, intimidad, espacios de encuentro, tiempo libre, ambientes, paisajes |
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Pasión, voluntad, intuición, imaginación, audacia, racionalidad, autonomía, inventiva, curiosidad |
Habilidades, destrezas, método, trabajo |
Trabajar, inventar, construir, idear, componer, diseñar, interpretar |
Ámbitos de producción y retroalimentación, talleres, ateneos, agrupaciones, audiencia, espacias de ex- presión, libertad temporal |
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Pertenencia, coherencia, diferencia, autoestima, asertividad |
Símbolos, lenguaje, hábitos, costumbres, grupos de referencia, sexualidad, valores, normas, roles, memoria histórica, trabajo |
Comprometerse, integrar- se, confundirse, definirse, conocerse, reconocerse, actualizarse, crecer |
Socio-ritmos, entornos de la cotidianeidad, ámbitos de pertenencia, etapas madurativas |
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Autonomía, autoestima, voluntad, pasión, asertividad, apertura, determinación, audacia, rebeldía, tolerancia |
Igualdad de derechos |
Discrepar, optar, diferenciarse, arriesgar, conocerse, asumirse, desobedecer, meditar |
Plasticidad espacio-temporal |