La propuesta inesperada del presidente colombiano Gustavo Petro cae como una gota hirviendo sobre el gran témpano de hielo en que se ha convertido la mesa de negociaciones entre el gobierno y la oposición venezolana tutelada por Washington.
Se trata de una conferencia sobre Venezuela que ha sido "socializada", según el comunicado de la casa Nariño, con los principales actores, incluyendo al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y funcionarios en Washington.
"El objetivo de la reunión es reabrir caminos y construir una hoja de ruta para estimular y apoyar el diálogo entre la oposición venezolana, la sociedad civil de ese país y el gobierno de Venezuela", reza el oficio.
El foro, a realizarse las próximas semanas en Bogotá, ya ha producido una cadena de respuestas que reavivan las posibilidades de un reinicio del diálogo entre Caracas y Washington, con el fin de resolver la profunda diatriba política.
El encargado para América Latina del departamento de Estado, Brian Nichols, anunció el miércoles la aceptación de Washington de acudir a la cita: "Sí, estamos dispuestos a participar".
El foro, a realizarse las próximas semanas en Bogotá, ya ha producido una cadena de respuestas que reavivan las posibilidades de un reinicio del diálogo entre Caracas y Washington, con el fin de resolver la profunda diatriba política.
El jueves, la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC por sus siglas en inglés) sacó de la lista de funcionarios sancionados a Adrián Perdomo, expresidente de Minerven (productora estatal de oro). Sin embargo, no se conoce públicamente si la razón está relacionada con las hipotéticas negociaciones en curso o si debe a alguna otra cuestión.
El comunicado de la casa Nariño detalla que la convocatoria al evento, fue un "tema clave" en el encuentro entre Petro y Maduro la semana pasada, por lo que se infiere que este último estaría de acuerdo con posible reunión.
Sin embargo, no se ha confirmado ni descartado su presencia y está claro que para que la reunión logre frutos, tendría que estar presente Maduro o alguien de máximo nivel enviado por su despacho.
Se ha conocido que varios países europeos y de la región podrían asistir al evento que busca cambiar el enfoque con el que Occidente ha trabajado el tema venezolano.
Algunos medios barajan la posibilidad que acuda Antony Blinken, el secretario de Estado del gobierno de EE.UU., y, aunque parece poco probable, no se ha descartado un encuentro con algún representante del gobierno venezolano.
Otra reacción que se ha producido en Washington busca "aguarle la fiesta" a los invitados a la cita. El senador republicano estadounidense Rick Scott presentó este jueves un proyecto de ley que busca reforzar el cerco sobre funcionarios de los gobiernos Venezuela, Cuba y Bolivia.
Según fuentes del gobierno de Petro, citadas por medios locales, el espacio no busca sustituir el diálogo en México sino "reimpulsarlo". Y se estima un encuentro entre el presidente colombiano y la oposición venezolana, con lo cual, Petro se convertiría, motu proprio, en un mediador entre las partes para que reinicien las conversaciones.
Estancamiento en la mesa
La mesa de diálogo sigue estancada. La contraparte opositora no ha podido cumplir con su compromiso firmado en el segundo acuerdo de México, de eliminar el bloqueo que mantienen diversos bancos internacionales (por dictámenes de la OFAC) sobre fondos del Estado venezolano, estimados en 3.000 millones de dólares.
La jugada de Petro reimpulsa una idea de diálogo que se encuentra totalmente estancada y sin perspectivas de superación.
Washington mantiene la negativa de permitir el flujo de dichos recursos que, según lo acordado, serían gestionados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Su negativa al respecto podría interpretarse como un desinterés en el avance de las conversaciones que pueda conllevar a una salida estructural después de varios años de diatriba.
El anuncio sobre la conferencia se produjo justo en momentos en los que una comitiva de alto nivel del gobierno colombiano, que incluía al canciller Álvaro Leyva Durán, se encontraba en Washington en reuniones con una comisión del gobierno estadounidense, y días después de encuentro entre Petro y Maduro.
Maduro, así como el coordinador en la mesa de diálogo por parte del gobierno y presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, han planteado que para avanzar en la agenda de diálogo –que trata de consensuar condiciones para la competencia presidencial de 2024– se requiere eliminar las más de 700 sanciones de diversa índole que afectan al país.
Así las cosas, la jugada de Petro reimpulsa una idea de diálogo que se encuentra totalmente estancada y sin perspectivas de superación.
Habrá que esperar si alguna de las partes lleva a Bogotá alguna propuesta que destranque el proceso de negociación.