El periodismo libre, comprometido con los valores nacionales, entendiendo la identidad de sus gentes, incluido su folklor y su historia, tiene un alto y ético compromiso de reseñar y mostrar los actos y las situaciones reales que concurran dentro del panorama de los hechos que se concurren y coinciden dentro de un país. Es necesario decir las cosas por su nombre, tal como son y sucedieron, y ello tiene un propósito constructivo como es el que la misma gente, sus organizaciones sociales, sus funcionarios y otros, para que sobre esos hechos sucedidos, tengan la posibilidad de obtener se les construyan respuestas válidas para resolver “eso” que no estaba previsto y que apareció de manera intempestiva. Igual, el periodismo libre debe mostrar los desarrollos de las partes constitutivas de cada paso y acción y que se tienden para las construcciones de los actos y los hechos que pueden afectar al conglomerado nacional, departamental, municipal o local.
El Periodismo Libre Digital debe advertir, no desviar ni ocultar hechos y actos que adquieren trascendencia nacional o jurisdiccional. El Diario Digital de una comunidad debe estar al servicio de esa comunidad, batallar con datos verídicos de cada uno de los hechos y actos que causan conmoción dentro de la sociedad; es decir, el periodismo libre digital debe desmentir las voces cerreras y torcidas que buscan crear la cizaña y el desorden para favorecerse tan solo ellos, en su minoría frente al verdadero y numeroso país nacional; ellos con sus medios de
comunicación cooptados, son los que administran el “gota a gota” de lo que se debe y no se debe recibir de información, para el país nacional. El periodismo libre del “País en Verdad”, es un instrumento de todos, personas naturales y jurídicas, que buscamos que la verdad no sea sacrificada para justificar crímenes horrendos y cercos económicos, políticos y de otras cataduras que tanto daño hacen a la nacionalidad.
Este nuevo equipo interdisciplinario de comunicación está compuesto por diferentes profesiones y opciones de pensamiento, resueltos y dispuestos como redactores en oposición a lo que dicen y profieren diariamente los medios de información que en sus canales de televisión, radio y periodismo escrito, manejan la desinformación de la post verdad, en su favor, ellos sí pagos y financiados por los grupos de poder que solo buscan crear tendencias acomodaticias que les sostengan sus poderes económicos y políticos en desmedro de la amplia población, pobre y desprotegida en sus derechos básicos, fundamentales.
Este nuevo periodismo libre digital irrumpe desde las redes virtuales, su finalidad es “atacar” los bloques de desinformación que por allí se cruzan y que crean desconcierto en los mismos lectores y ocasionales espectadores; igual, abre la posibilidad de no caer en la trampa del lugar común, para ello afina sobre el desprecio por las estéticas consumistas que utilizan estos medios de desinformación para engañar a las gentes, para desviarles sus miramientos y percepciones sobre las cosas y actos y los hechos que concurren en la vida nacional e internacional.
Estos grandes y extensos medios masivos que conducen las preferencias, inicialmente con la puesta en escena de un producto de consumo básico, luego, amañando una tendencia de moda y, finalmente, aplicando el conductismo sistémico y perverso sobre las gnosis desprevenidas y comunes de las gentes, hasta causarles la alienación tendenciosa que buscan y desean concretar. Ellos muestran una verdad que no es verdad, la disfrazan y bordean con la mentira, para llegar a propósitos abyectos y casi que criminales, porque ocultan los verdaderos crímenes de las gentes y de sus grupos de poder, que los financian.
Nuestra verdad común no puede ser sacrificada. Nuestro medio de periodismo libre digital, está compuesto por mucha gente de diversas áreas y temáticas, desemejantes profesiones, tecnologías y técnicos, expertos y eruditos en artes y oficios; amas de casa, pensionados, jóvenes estudiantes de bachillerato, trabajadores y empleados del sector público y privado y otros
ocasionales que se irán integrando poco a poco a nuestro proyecto, como corresponsales virtuales que buscan también sus verdades; todos ellos recibirán capacitación en la construcción lingüística de la oración y del concepto, se tomarán las ideas que surjan, luego ellas las convertiremos en hipótesis, para así avanzar a conceptos propios que muestren tesis y teorías de opinar, de redactar crónicas de lo diario, por todo lo que acontece en el panorama nacional, regional o local. Toda información que se “resbale” y trasunte en las redes de twitter, Facebook, Instagram será objeto de miramiento, de análisis y ponderación que nos permita asomar las verdades que la contienen. Sobre las mentirosas y no ciertas haremos las advertencias necesarias y tomaremos las estadísticas que serán manejadas por los expertos en estadística para mostrarlas en su rigor, de lo que es cierto o de lo que nos es cierto.
Se toman los hitos más trascendentales de la cotidianidad, tales como el post conflicto, los mercados agrícolas, las industrias de las microempresas y los precios de los artículos de consumo, y de otras producciones del país; estaremos atentos al sistema ambiental de las defensas de los recursos naturales, las escolaridades y la educación, los sistemas de salud, de empleo y trabajo; rescataremos y haremos continua promoción de las calidades de nuestras poblaciones, sus festivales y todos los demás patrones de cultura y lo que producen y que se elabora artesanal o industrialmente en cada piso térmico de nuestra geografía.
En caso de ocurrir insucesos inesperados como terremotos, temblores, inundaciones, sequias e incendios, estaremos como guardianes interactivos cruzando desde nuestras informaciones las alertas para hacer redes independientes de apoyos y logísticas. Todo se debe informar tal como es, es nuestra tarea la de desmarañar lo que esté sucediendo para explicarlo y contarlo de manera abierta y franca, de política, que es el arte de servir a un pueblo. La política pública nuestra apunta a decir verdades y magnificar los hechos notables que realicen algunos ciudadanos en pro del bienestar nacional.
Colombia es una nación de varias culturas regionales, incluso ancestrales como los aborígenes, el énfasis es que por nuestras redes pasen y se presenten esas culturas, que ofrezcan sus cualidades y fortalezas, ello nos crea una cultura de la información más objetiva que no asoman ni muestran los otros medios ya descritos. Acá se oculta al indio y al mestizo, conociendo que los indios y mestizos somos todos nosotros los colombianos: somos el híbrido que construye y propone país. Tener la oportunidad de mostrar a nuestros nacionales y al mundo las grandes riquezas paisajísticas que ostentamos, especialmente las de aquellos territorios que estaban
ocultos, no descubiertos por culpa del conflicto armado que negaba estas vistas y su folkor auténtico y legendario.
Este es un proyecto paralelo e independiente de los proyectos e iniciativas que promociona el gobierno y sus instituciones, este es un proyecto civil, de la población nacional, este es un proyecto de personas independientes, ciudadanos comunes que quieren mostrar otras verdades que han estado ocultas, por ello es que surge esta idea de un periodismo digital, virtual y libre, justo, y se constituye él tan solo para mostrar lo que no se ha mostrado, desde las verdades reales, fácticas, aquellas no disfrazadas y tendenciosas que solo buscan es ganar unas audiencias para decirles lo que no es cierto o disimularles hechos reales que puedan afectar los intereses comunes de la nación; no, acá cono nosotros arbitrando la verdad, nos erigimos, todos, en una gran audiencia nacional.
El Artículo 7 de la Constitución Política, reza y dice que: “El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación Colombiana”. Este postulado nos conduce a mostrar la gran variedad étnica pluricultural que existe en nuestra nación. La gran pregunta es ¿cómo vamos a comunicar esa diversidad étnica y cultural?, para ello, debemos ser muy ingeniosos y cautos, muy precisos en el manejo de las informaciones que se cautivan para sus estructuras tradicionales. No caer en el estigma castigado del epíteto para las regiones, tales como del boyaco, el costeño, el rolo, el paisa, el pastuso, el camarita, el negro, el indio, entre otros más que se derivan de las regiones, no, acá todos somos colombianos, nacidos en ciudades y pueblos distintos pero, con el gran título de ser colombianos, ese es un rescate diario, el de nuestra nacionalidad.
Igual, cada vez que ocurran y concurran efectos sensacionalistas debemos ser muy rigurosos en lo que emitiremos, no podemos caer en el panfleto como discurso porque ello no atrae a nadie, tampoco somos contestatarios, además, por esas deficiencias en la ética, podemos ser estigmatizados como simples propagandistas, y nosotros no somos eso, somos relatores de ideas y hechos que surgen de la cotidianidad, dispuestas ellas para el que está enterado y para el que no está enterado; sin amarillismos, solo con la verdad más aproximada a esa verdad que se descubre, no podemos sacrificar la ética, ni la identidad que tenemos como colombianos diversos, de varas regiones y plurietnias. Todos ellos son los elementos que rentabilizan socialmente nuestra comunicación.
Siempre, es la tarea, entregar el dato objetivo y real del hecho en vivo, actual e incluso descarnado, si es necesario, de cada uno de los acontecimientos y contextos informativos que se emitan. Esa idea que nos llega de otros, sea en sus palabras escritas o de videos o grabaciones
orales, es el insumo básico que toma nuestro reportero y él lo adecua a su planteo y criterio. Otras fuentes nos confirmarán luego, la idoneidad del suceso o del hecho concurrido, siempre en pos de la verdad, eliminando las pos verdades, que son las apariencias fachas que presentan otros medios para su beneficio o recaudo propio; nosotros las descubriremos para impedir que las mismas pos verdades se conviertan por la masificación de la información, en “verdades” no verdades. Impedir que la gente vea las mentiras como verdades, y lo peor, que las adopte como una verdad de catecismo sin preguntar el porqué de ellas, es este el propósito formal de nuestra recursividad periodística libre y digital.
Nuestros reporteros digitales tendrán dentro de la estructura de la empresa abierta, el rango de periodista virtual. Hoy en día, en la era de las redes sociales los medios acostumbrados ya no compiten con otros medios, incluso, ellos ya se introducen acomodaticiamente en las esquinas de las redes virtuales que es el espacio virtual libre donde se debate lo cierto, lo veraz, puesto que la mentira, ya es fácil descubrirla, ella no avanza dentro de la virtualidad de la red. Por esta razón, el mensaje que recibe una persona, inmediatamente éste será confirmado por otras personas en su veracidad o negando su falacia. Incluso, hoy en día los medios acostumbrados ahora toman de las redes sus noticias, pero que, de manera amañada y si no están bajo su propósito, las encubren y las disfrazan para ocultar las verdades que ellas contengan.
Notarán ustedes que los medios acostumbrados de periodismo, en su forma escrita, de televisión o de radio, éstos últimos solo se asoman en unos horarios de rating para mostrarse a través de videos con perros, selfies, publicidad de hoteles y de automóviles, propaganda de sociedad de consumo, con cosas superfluas, estos medios de información son tendientes a desaparecer; tanto así que, su última estrategia es entregar gratuitamente un panfleto de publicidad en las esquinas más concurridas (Publimetro) o de ADN para mostrar lo que ellos quieren mostrar, no lo que la gente quiere saber y conocer. Se olvidan que la ¡Verdad está en las Redes! La gente busca información en las redes, ya no leen los avisos clasificados de los diarios, lo actual, lo que se necesita de primera mano está en las redes virtuales.
Hoy en día la gente se entera de las cosas y de los hechos por las redes sociales; quien no lo hace, pues no está enterado de lo que acontece afuera de la puerta de su casa. En cambio, el vigor del periodismo en las redes virtuales es mucho más abundante, incluso, el teléfono móvil te advierte de algo con un solo pitido de sonido cuando alguien te envía un Whatsapp, o un Messenger o a
cualquiera de tus correos electrónicos. Las organizaciones de mercadeo, por ejemplo, ya tienen bancos de datos de la información que circula por las redes de twitter, todo para llegar directamente al consumidor de servicios o de información en general, incluso, de la política. Estas empresas de comercio y marketing monitorean a los suscriptores de Twitter, LinkedIn, entre otras para estar en presencia directa con el abonado o no.
Como estrategia de marketing, a los reporteros digitales nuestros, se les enseñará a programar los twitter al día; este reportero virtual en su conocimiento es una persona que piensa y analiza, tabula, y sobre ese criterio, suelta y expande su información al nivel personal, central, incluso, dentro de su jurisdicción geográfica, todo para esperar otras respuestas similares o de oposición a esa información. Entre los mismos reporteros digitales se controlan estas informaciones. Nosotros nos aplicamos los rigores de la censura interna para evitar lanzar informaciones que afecten derechos de las personas, en consonancia con el Artículo 15 de la CN, que nos refiere que: “Todas las personas tienen derecho a su intimidad personal y familiar y a su buen nombre, y el Estado debe respetarlos y hacerlos respetar. De igual modo, tienen derecho a conocer, actualizar y rectificar las informaciones que se hayan recogido sobre ellas en bancos de datos y en archivos de entidades públicas y privadas.”
La idea del proyecto de Periodismo Libre Digital, es organizar grupos regionales (municipios, distritos, localidades, comunas, corregimientos) que estén monitoreando de manera permanente y las 24 horas sobre los hechos y sucesos que concurran en sus espacios territoriales a través de informes reporteriles que nos remitan y lleguen de los reporteros afiliados al sistema. En cada departamento se deberá tener un equipo de investigación y redacción que reciba las informaciones de los reporteros municipales o de los corregimientos sobre todos los eventos noticias que concurran en esa jurisdicción departamental. Lo mismo en Bogotá, de cada localidad se recibe los datos al equipo de investigación y redacción del grupo del nivel central, que luego envía esa información ya cotejada y ponderada en sus certezas, a otros grupos del nivel nacional. Es la red virtual interaccionado, todo el tiempo.
Estos reporteros digitales son personas muy enteradas del acontecer regional, departamental y nacional, están instruidos de la política partidista, de la economía de la región, de los asuntos sociales y culturales de cada territorio; igual, deben saber explicar y escribir sobre esas informaciones que también a él le llegan de otros sus amigos o conocidos o de reporteros de otras veredas, comunas, corregimientos, o del mismo pueblo o ciudad. Este reportero compila
datos de la coyuntura o de un tema que interese a la red virtual. Este informe debe ser sintético, breve y contundente; en el evento de ser copioso, el reportero envía un correo electrónico a la casa principal, para tenerlo como prueba formal y más amplia.
El Comité de Redacción de Periodismo Libre Digital es un órgano interno autónomo, las decisiones de publicación son de la reunión editorial, compuesto por los mismos que escriben y explican las notas informativas; este Comité no se reúne presencialmente, ellos se comunican virtualmente vía sistemas de red. En este proyecto todos participan, están todos los integrados a la red. Quien propone la información, la defiende y sustenta en su verdad, es el lema a seguir, esto nos facilita sobre tener las responsabilidades debidas del origen de esa información, de constatarse que no es precisa, la misma se abstiene hasta tanto surjan elementos que la consoliden como una verdad, efectiva y comprobable.
Las personas que preparan las informaciones, por lo general, somos personas comunes y corrientes, que nos interesa la verdad de los hechos, por ello, queremos esta información virtual; mejor, nos entretenemos con ella, además, a través de ella, nos contamos y nos cuentan chistes y asuntos sociales, inclusive. Procuramos ser amigos, y actuar como formadores de opinión; acá en esta red pueden llegar poetas excelsos, militares, políticos, académicos, líderes barriales y zonales, desmovilizados, empresarios, maestros de escuela o de universidad, periodistas clásicos, rockeros, artistas y directores de teatro, en fin, toda persona que se inquiete por transmitir sus propios pareceres o las informaciones de otros y que las mismas tengan una connotación particular o general, o que le guste a sus familiares, amigos y conocidos.
La mayor fuente de información proviene de la red virtual, los comentarios y las defensas, inclusive, sobre tópicos y pareceres, son el insumo principal de la información o “noticia”. Nuestros muros de Facebook, Instagram y otros, son visitados asiduamente por amigos, no amigos y algunos conocidos que referencian esos otros amigos y conocidos. Estas cuentas personales virtuales son un estadio muy diverso y amplio de acontecimientos o conceptos. Como todo, también llegarán disgustos por los ataques de las posiciones políticas y conceptuales contrarias y de otros temas y pareceres, ello es la dialéctica diaria. Todo ataque a dignidades no se responde, en cambio, todo aporte se sustancia y se encuadra limpiamente dentro de una información a generar.
Desde luego, el amarillismo, la sobresaturación de la misma información, la dificultad para verificar y contrastar, el ruido informativo y la información falsa son problemas que están en el orden del día en el periodismo digital. Desgraciadamente estos abusos no son exclusivos de las derechas e izquierdas políticas; o de irreconciliables opositores, los mismos pueden provenir de algún desestabilizado o neurótico navegante, como los religiosos o de sectas cerradas que no admiten otras verdades sino sus propios dogmas. El lector virtual nuestro es y debe ser una persona que esté interesada en tener información confiable a la mano. Incluso, este lector formal puede controvertir la información que recién recibe, está en su derecho de hacerlo; es más, estas oposiciones serias y documentadas, nos mejoran la calidad de la información, enaltecen al periodismo. Tener lectores virtuales críticos es el mejor insumo que podemos tener, la crítica constructiva alienta el ejercicio de buscar la verdad informativa.
Hoy en día, con la facilidad de los equipos móviles, ya existen blogs de muchas personas especializadas en temas especializados o no. Y cada uno de ellos tiene su propia audiencia, espacios virtuales que suman debates interesantes y productivos, solo que no están de manera abierta y concentrados en un Periodismo Libre Digital, que es para todos, sin exclusión de género, raza, ideología política o cualquier otra. Pueden surgir dentro de nuestros reporteros virtuales, algunos “Youtuber”. A nuestro periodismo le interesa es analizar y encarar bloques temáticos y este criterio de periodismo puntual, abre otras posibilidades de crear otros bloques temáticos por los asuntos de la inmediatez cotidiana. Sobre todo, existe una amplio margen de escolaridad universitaria que busca en las redes temas muy puntuales a sus estudios y profesiones, ellos los mantiene actualizados en sus temas comunes.
Por el hecho de trabajar con fuentes abiertas y al no tener información confidencial o privada, es de por sí, un gran atributo para poder llegar a mucho público. Nosotros no filtramos las informaciones, simplemente les mejoramos la cara para que se vean entendibles; obvio, verificamos y cotejamos que la misma sea cierta y veraz; este aparte no es nada fácil dado que esas informaciones deben y tienen que ser valoradas y cotejadas en la inmediatez, para poder sustentar una tesis en medio de la coyuntura. Para ello, aplicamos el artículo 20 de la Constitución Política: “Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura.”
Para la organización Periodismo Libre Digital los hechos importan casi tanto como la forma en que se expresan. Haremos un gran esfuerzo para comunicar asuntos muy complejos en claves contemporáneas, en palabras entendibles. Conceptos e ideas fáciles de entender y comprender por la gente especializada y la del común. En este medio virtual, quienes lo propusimos y lo desarrollamos, siempre pensamos en términos de ideas que tienen que llegar a cualquier persona, desde el muy enterado en política o ciencia hasta el que está poco enterado; se escucharán voces que tienen veracidad y que llaman la atención, como la de aquel hombre o mujer que vivió su juventud en los años 60 o el joven que tiene dieciocho años, ambos formados con códigos culturales diferentes, mismos que devienen de las propagandas anteriores y hegemónicas de los sistemas culturales europeos y estadounidense.
El joven nuestro ya sabe y conoce, por ejemplo, el fragor de la guerra interna nacional, muchos de ellos ya se han involucrado en eventos políticos como las marchas de protesta, igual, él o ella escuchan hablar de las FARC, de los Elenos, de los paramilitares, de los tierreros, del clan de la toga, de la corrupción de los políticos y de otros actores que han compuesto y descompuesto el ámbito social cultural y económico del país. Este joven no está desactualizado, es posible que conozca solo parcialmente sobre algunos asuntos de estos hitos, la idea nuestra es homologar esos pensamientos para materializar la información en un solo sentido, sin tendencias, y sin los eufemismos acostumbrados del tape por aquí y tape por allá.
En el desarrollo del proceso periodístico virtual, se prefiere que no haya lenguajes subrepticios u ocultos; además que, por la amplitud heterogénea de la audiencia, es muy difícil sostener mentiras o desinformaciones; importante saber que desde cualquier esquina siempre aparece alguien que sí conoce del tema, y advertirá sobres esos hechos. Justo allí se traba un debate dialéctico por obtener la verdad. Nosotros no levantamos ni filtramos informaciones, solo procesamos las que aparecen en la red y sobre ellas auscultamos, confrontamos y despejamos las que estén turbias o que en sus desarrollos pretendan ocasionar tendencias dañinas y engañosas en el espectro informativo de las gentes, en nuestros lectores-participantes. Tampoco queremos erigirnos en ser los dueños y amos absolutos de la verdad, sabiendo y conociendo que ella es relativa; simplemente la despejamos para que sea fácilmente entendible, como un muro plano o tablero en que se puede leer e interpretar lo mejor posible esa verdad propuesta y anunciada.
Este proyecto es un compromiso ciudadano, de personas libres de opinar. Se respetarán los códigos Constitucionales de protección a las individualidades, en sus derechos, libertades y oportunidades sin ningún tipo de discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica. Siempre buscaremos que la igualdad sea real y efectiva y adoptaremos, de ser necesario, medidas en favor de grupos discriminados o marginados. Este proyecto es una gran voz nacional para todos los ciudadanos. Estaremos muy atentos a los comentarios en las redes.
Responderemos Twitter, por privado y por Facebook o en nuestra Página Web Virtual. Utilizaremos nuestras cuentas personales también. Quien escribe una nota, independientemente de si sale firmada o no, debe estar pendiente de responder lo que dicen los lectores o cuestionadores. Aspiramos, igualmente, que a este proyecto de periodismo virtual se acerquen también los otros grupos de opositores, las voces disidentes, inclusive, con sus fundamentos y argumentaciones notables, apreciadas a la verdad. Justo, son ellas las que nos motiva, para actuar de manera neutral en la información que se discute.
No desecharemos otros medios alternativos de noticia y cultura, ellos también son parte de ese todo: que es llegar a un gran público con una información mesurada, lo más aproximada a la verdad que se expone. Respetamos cada red independiente, cada una de ellas suma un inventario interesante al debate público, entendible. Obvio, el opositor férreo querrá imponer sus verdades a medias, dará conceptos engominados, disfrazados para imponer su supuesta verdad; él está en todo su derecho de disentir, pero bajo los patrones de la verdad, de la verdad probada, no de la indiciaria, que es un simple ejercicio, rebatible. Argumentar y contrargumentar, es una de las mejores dialécticas para encontrar verdades.
El papel de la academia en este proyecto es capital, precisamente, con estos hervores de tanta información sin verificar, se busca atraer a especialistas y expertos que marquen pautas teóricas sobre hechos ciertos. El proyecto permite y facilita el estudio de temas actuales y vigorosos, para fundamentar esos hitos; sin duda, los expertos en los temas son una fuente muy importante para ponderar los valores y criterios de cada tópico que cobre actualidad informativa. Necesitamos, nosotros y el país, de ellos. Son las luces que irradian como faros una multiplicidad de visiones de las realidades políticas, económicas, culturales que se atraviesan en el ideario de país. De sus pronunciamientos haremos estudios sistemáticos y en profundida
que se coincidan, todo en pro del pensamiento social libre que nos acontece. No aceptamos debates religiosos, solo abriremos espacios a elementos probados científicamente.
Sabemos y conocemos que nuestro país atraviesa una edad difícil en materia de medios de información. Estos son manejados por grandes conglomerados económicos que son los que crean y direccionan, a través de sus medios las tendencias populares, sea en el consumo comercial, sea en lo político, sea en lo social administrativo. La gente conoce de las noticias por una televisión de aparato propagandístico para ciertos sectores de la economía. Igual, el elemento radial, es otro tanto, se orquestan montajes de debates noticiosos para que gane uno solo, para que se le rinda la venia y pleitesía a uno solo de los actores; evitan ellos ocasionar controversias y debates amplios y de contexto general; siempre van dirigidos a la especificidad que ellos buscan y quieren.
No existen las voces populares en estos debates, como tampoco no se le pregunta al simple ciudadano qué es lo que quiere sino que, al contrario, se le impone un pensamiento sin darle la opción de controvertirlo. Una mentira repetida muchas veces, se convierte en una supuesta verdad, es el axioma que utilizan. Lo mismo, practican con sus líderes el famoso “calumniad, calumniad, que algo quedará”. La objetividad se pierde, es reemplazada por meras opciones relativas que no tienen asidero formal, lo objetivo se presenta como relativo, como que es o no es, y ello crea turbación intelectual en quien escucha o ve “eso” que le están diciendo o mostrando. Gráficamente asoman pobrezas de otros países para llenar los odios contra otro país, todo con el ánimo perverso de desinformar.
Esto anterior ha reforzado la visión de que en Colombia, sus nacionales, somos una nación impregnada por el narcotráfico, todos somos productores, procesadores, comerciantes y consumidores de drogas psicoactivas. En cualquier aeropuerto del mundo, las autoridades portuarias nos revisan y esculcan hasta dos veces, por el hecho de ser colombianos. Esa percepción de culpa se traslada incluso, al más ético y honesto de los ciudadanos, cuando, por ese estigma de ser colombiano, se asumen nervios, desequilibrios físicos y psíquicos que otros detectan como si el personaje fuera realmente un culpable de algo, y ese algo, por ser colombiano, es supuestamente la droga que aparentemente lleva escondida en su maleta, en su estómago, en sus zapatos. Nuestra identidad nacional ha sido abusada. Alguien dijo que somos un Para-estado, por las noticias de la guerra paramilitar que se sostiene y continua.
Todo el pueblo nacional ha vivido esta situación de conflicto político y de narcotráfico, bloques unidos a la corrupción galopante que están enquistados en los ejecutivos administradores, los jueces de la República, el Congreso y las organizaciones privadas de la salud, la infraestructura vial, etc. Los medios de información tradicional que son de ellos, todos los días sueltan y revientan noticias de estos hechos, no las pueden ni las alcanzan a tapar, estos medios impresos, televisivos y radiales son completas crónicas rojas, cuando resaltan diariamente las corrupciones de los altos dignatarios del Estado en sus ejercicios de administración y de la política. La Fuerza Pública no escapa a estos enfilamientos y los relacionan directamente con los grupos al margen de la ley.
Cuando tú le preguntas a alguien acerca de dónde escuchó o conoció esa “noticia”, o, ¿Dónde se informa de la realidad colombiana; qué fuente usa?”, enseguida el interlocutor responde: Lo dijo RCN o Caracol, o el Noticiero Blu o La W, o que apareció publicada en El Tiempo, en Semana o en el Espectador. Cuando esto ocurre, percibimos que, efectivamente, muchas personas son abusadas en su ingenuidad, han sido alienadas; ese su cerebro, ha sido utilizado por el invasor. Es posible que se repase alguna noticia cierta, pero, desde ahí, se inicia un proceso de como mitificarla o desmitificarla para sus provechos. Utilizan los símbolos patrios para homologarlos con sus empresas, tal como utilizan a la selección de futbol con las propagandas de cerveza y de aparente fiesta, para que la gente consuma ese licor. O el ¡Gol Caracol!, para sembrar falsos nacionalismos.
El proyecto de Periodismo Libre Digital –PLD, es un espectro virtual que pretende contar y narrar las realidades cotidianas desde la verdad más aproximada al hecho que las ocasionó, buscamos romper la coerción tradicional de los que dicen esos otros medios acerca de lo que es la comunicación, disfrazada ella en un periodismo negocio, que busca es crear tendencias de afectación en las gentes y con ello desvían el contexto principal y central de la noticia para entregar abusivamente una información distorsionada de la verdad. Esta es una empresa de todos, cada colombiano tiene el derecho de decir, opinar y controvertir lo enunciado, lo explicado, obvio con los fundamentos literales y con las argumentaciones justas al hecho informado.
Somos conscientes que una verdad fáctica puede ser escondida dentro de una gran y deplorable mentira; sin embargo, no somos pesimistas y nos atenemos al refrán aquel que dice, “Cae más rápido un mentiroso, que un cojo”, es este un axioma popular que contiene la defensa irrestricta de la verdad. Las mentiras se revelan solas frente a la verdad irreductible; es posible que algunas verdades sean filtradas para obtener una mentira, todo para encubrir una verdad absoluta y también, relativa; sin embargo, sea en la inmediatez o en lo mediato, esa “mentira” que había sido tomada como verdad por el común, se cae, se descubre. Sin embargo, ese no es el problema, el verdadero problema es que mucha gente que la escuchó inicialmente y la adoptó como verdad, persiste en ella como una verdad, todavía, todo porque nadie le hace la observación ni le advierte de que esa aparente verdad solo era y es, una gran mentira utilizada para esconder algo en beneficio de quien la propuso en distorsión. El periodismo tiene una responsabilidad social.
Artículo 20. Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación.
Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura.
Se cierra el texto con la exclamación de un comentario tomado caprichosamente de la Red, alguien dijo: “Si conocieran la verdad…, educación y preparación es lo que necesita el pueblo colombiano. ¿Por qué creen que no hay inversión educativa? El que entendió…, entendió.”