Los derroteros políticos de los dos principales candidatos a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump y Joe Biden, no tienen grandes diferencias en cuestiones fundamentales. Sus posiciones en materia de política exterior e interior no están tan distantes como ellos mismos pretenden hacer ver.
Así lo ilustra el analista de Code Pink, Steve Ellner, quien califica de “mínima” la diferencia que pudiera haber entre uno y otro aspirante, a juzgar por el más reciente debate presidencial.
“Tanto Trump como Biden afirmaron una y otra vez ser más beligerantes que sus oponentes en las relaciones con países considerados adversarios para los EE.UU. Biden, por ejemplo, afirmó que como vicepresidente se enfrentó a los chinos con respecto a sus reclamaciones por el Mar del Sur, y acusó a Trump de “irse a la cama con los rusos”, relató Ellner.
“Trump respondió que ningún presidente ha sido más duro con los rusos que él. Pero ninguno de los dos candidatos hizo mención a lo que más preocupa a la gran mayoría de la gente en los EE.UU. con respecto a la política exterior, según las encuestas de opinión pública, y son las guerras interminables en las que Estados Unidos se ha visto involucrado por décadas y décadas”, amplió.
En cuanto a la política interior, Ellner consideró que “mientras los demócratas en general defienden posiciones más favorables a los sectores populares en áreas como salud, educación, y el salario mínimo federal de 15 dólares la hora, Biden indicó en el debate que lo apoya, mientras Trump se opone”.
“Sin embargo, razonó el analista, el debate muestra cuán centrista es Biden dentro del Partido Demócrata. Una y otra vez, Biden insistió en que tomó posiciones más conservadoras que sus rivales en las primarias de es afuerza política, no sólo con respecto a Bernie Sanders, sino también a otros precandidatos”.
Según Ellner, Biden “señaló que este era el caso en cuanto a su apoyo a los planes de seguros médicos privados, a diferencia de Sanders, Elizabeth Warren e incluso en un momento Kamala Harris. Dijo eso en respuesta a la acusación de Trump de que apoyaba la medicina socializada.Lo mismo sucedió con la afirmación de Biden de que no apoyaba la prohibición del fracking”.
“En definitiva, el debate mostró cómo las posiciones de la mayoría de gente en Estados Unidos a favor de una política exterior menos intervencionista y sobre muchos temas internos también, no están siendo representados en las próximas elecciones que se celebrarán en menos de dos semanas”, concluyó el analista.