“Estamos viviendo historias de la vida real en tiempo real, en espacios reducidos, a veces en escenarios pequeños, a veces con mucha gente y descubrir cómo hacer ese trabajo en la era del COVID-19 es el desafío que enfrentamos”, expresó la directora ejecutiva del sindicato de actores Equity de Estados Unidos, Mary McColl.
Resulta que luego de la pandemia del coronavirus comenzaron a surgir diversas interrogantes sobre las diversas plataformas de entretenimiento a nivel mundial, ya que una vez que comience a levantarse el confinamiento, espacios como el cine, por ejemplo, podrán tener a las audiencias usando mascarillas.
Sin embargo, las obras teatrales no pueden darse este lujo, ya que necesita actores involucrándose cercanamente, bien sea besándose o luchando contra enemigos frente a un público real.
Por eso, desde sitios emblemáticos como el West End de Londres o Broadway, en Estados Unidos, estiman que el teatro, especialmente el que trata a los musicales a gran escala, así como los dramas romanticos deberán enfrentar desafíos únicos para poder regresar tras la pandemia.
“Cuando lloramos, hay lágrimas, a veces nuestras narices gotean. A veces cuando cantamos o estamos gritando, escupimos y eso llega a otros actores o podría aterrizar en el pozo de la orquesta. Y eso lo hacemos ocho veces por semana”, comentó McColl.
De hecho, los involucrados con Broadway o el mismo West End no estiman que tras el fin del confinamiento, los teatros vuelvan a abrir, al menos no de inmediato.
“Estamos muy vinculados a las medidas de distanciamiento social. Mientras estén vigentes, un retorno general al teatro y al teatro musical en particular parece bastante imposible”, manifestó presidenta del Grupo Really Useful de Andrew Lloyd Webber, Jessica Koravos.