Los sindicalistas chilenos exigen que el gobierno de Piñera instaure una agenda social para atender a las demandas populares
Este miércoles arranca en Chile un paro general de 48 horas convocado por los principales sindicatos del país en apoyo a las protestas populares que desde hace seis días se desarrollan en las principales ciudades chilenas.
"¡LA HUELGA VA! Lo decimos fuerte y claro: ¡Basta de alzas y abusos!", indicó la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) a través de su cuenta twitter.
El paro fue convocado por al menos una veintena de organizaciones de trabajadores y estudiantes en rechazo la decisión del presidente Sebastián Piñera de poner al país en estado de emergencia y toque de queda, además de recurrir a las fuerzas armadas para controlar las manifestaciones.
"Demandamos al gobierno restituir la institucionalidad democrática, que en primer lugar significa deponer el estado de emergencia y devolver los militares a sus cuarteles", indicó un comunicado de los movimientos, difundido el martes.
A pesar de que este martes el mandatario chileno reconoció su falta de visión para predecir el malestar popular, la mayoría de los chilenos han expresado su intención de seguir participando en las movilizaciones sociales hasta que el Gobierno no discuta una agenda social.
Piñera anunció un paquete de medidas entre las que destaca mejorar las pensiones, suspender un aumento del 9.2 por ciento de la luz, complementar el salario mínimo, establecer un seguro para la compra de medicamentos y la imposición de mayores impuestos a los sectores de mayores ingresos.
Sin embargo los sindicalistas exigen que el gobierno instaure una agenda social que sea desarrollada junto a las organizaciones de base para alcanzar definitivamente una solución a la crisis.