Pese a la presión de Estados Unidos y la Unión Europea, los gobiernos de Brasil, Argentina y Colombia se negaron a enviar armas a la guerra desatada por occidente en la frontera con Rusia. La comandante del Comando Sur del ejército estadounidense, que opera en América Latina y el Caribe, viene presionando a los países de la región para que armen a Ucrania.
La General del Ejército Laura J. Richardson, jefa del Comando Sur, instó durante una entrevista concedida al Atlantic Council que los países latinoamericanos debían sustituir material (armamento) ruso por material estadounidense, si esos países quieren donarlo a Ucrania».
Ante tal acotación, los líderes progresistas de América Latina como México, Argentina, Brasil y Colombia decidieron mantener la neutralidad y, por el contrario, siguen instando a la paz. También los gobiernos de izquierda de Cuba, Venezuela y Nicaragua señalan directamente que la expansión de la OTAN y la injerencia estadounidense son las que provocan la guerra en Ucrania.
El presidente progresista de México, Andrés Manuel López Obrador, ofreció mantener conversaciones de paz para poner fin al conflicto. Mientras que Bolivia y Honduras se han unido a Brasil, Argentina y Colombia para negarse a formar parte de la guerra promovida por Washington.
Con relación a la declaración del jefe del Comando Sur de EE. UU., el presidente Lula Da Silva rechazó el envío de tanques a Ucrania, al significar una escalada de la guerra por poderes de la OTAN contra Rusia. Específicamente Alemania pidió a Brasil que enviara munición de guerra a Kiev. Pero el recién investido presidente se negó a hacerlo.
Lula fue cofundador del bloque BRICS – formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- desde hace tiempo aboga por un mundo multipolar y apoya la cooperación Sur-Sur y la integración regional. También ha denunciado a los gobiernos occidentales por recrudecer la violencia en Ucrania en lugar de fomentar las negociaciones de paz.
Durante su campaña presidencial en 2022, Lula criticó a Washington y se preguntó «¿Cómo puede la mayor potencia económica del mundo decir que no tiene leche para los niños después de que el Presidente Biden anunciara 40.000 millones de dólares para comprar armas destinadas a la guerra en Ucrania?».
La reacción del líder brasileño ha sido muy acertada, y está en la línea de lo dicho el pasado lunes por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al afirmar que no enviará aviones de combate F-16 a Ucrania. Lo ha manifestado en un momento de presión desde Europa, y esta decisión puede ser provisional. Así ocurrió con el canciller alemán, Olaf Scholz, quien anunció que su país no suministraría tanques Leopard 2 a Ucrania para luchar contra Rusia, y unos días después Berlín dio un giro de 180 grados.
Estados Unidos también presionó a Colombia para que entregara armas a Ucrania
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, también fijó su postura al respecto durante su intervención en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada el pasado 24 de enero en la capital argentina. Detalló que su país ya había comprado anteriormente material militar ruso «para sus propios fines dentro del país».
Petro subrayó además que la Constitución colombiana aboga por la paz internacional, por lo que esas tecnologías militares «se quedarán como chatarra en Colombia». Esta aclaración es a raíz de que Washington pretende que Bogotá envíe esos equipos rusos a Ucrania.
A pesar de que Colombia es el principal aliado de Washington en la región, ha manifestado recientemente que quiere ser amiga de Rusia. Mientras que Moscú ve a Colombia como uno de los socios principales del pacífico, por lo que esperan aumente la cooperación. A diferencia de Bruselas, que durante la imposición de sanciones prohibió a las empresas rusas trabajar en el mercado de Europa occidental, al parecer Colombia no introducirá restricciones financieras personales contra empresarios o empresas rusas.
En junio de 2019, durante la séptima reunión de la Comisión Intergubernamental Ruso-Colombiana de Cooperación Comercial, Económica, Científica y Técnica, celebrada en Moscú, se anunció la profundización de la integración de los negocios de los dos Estados en el campo de los hidrocarburos, transporte aéreo y ferroviario. Además, varias compañías de gas y petróleo de servicio privado también mostraron interés en participar en varios proyectos en el campo de la energía hidroeléctrica y los hidrocarburos en Colombia.
De enero a noviembre de 2022, en comparación con el mismo período de 2021, los suministros de carne congelada aumentaron en un 48, por ciento, mientras que la floración disminuyó en un 30,4 por ciento, y el café en un 25,3 por ciento.