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 En este episodio, Max y Stacy nos recuerdan cómo durante años los medios de comunicación dominantes les han estado diciendo que confíen en los bancos centrales mientras 'Keiser Report' les decía que comprasen bitcoines. Ahora, los mayores gestores de activos de Estados Unidos se pasan en masa al bitcóin. En la segunda parte, Max entrevista a American Hodl sobre esta estampida institucional a la popular criptodivisa y hacen sus predicciones para el 2021. 

Este nuevo capítulo se enfoca en la reciente subida del bitcóin, que ya supera los 20.000 dólares por unidad. Los presentadores recuerdan que 'Keiser Report' fue el primer programa televisivo que recomendó a su audiencia comprar bitcoines en 2011. Según sus cálculos, más de 100.000 personas se han hecho millonarias gracias a la criptodivisa en los países donde se emite RT.

En cambio, en EE.UU. "la cosa ha sido bien distinta, porque los estadounidenses continúan cegados por su amor por el keynesianismo, la deuda y la Reserva Federal", afirma Max, quien recuerda que el premio Nobel de Economía Paul Krugman decía del auge de Internet en los años 1990 que iba a ser una moda pasajera (como el fax) y ahora se opone de la misma manera a las previsiones sobre el crecimiento del bitcóin.

El 2021 va a ser "un año de auge para el bitcóin, los mercados emergentes y sus divisas", afirma el conductor del programa, quien también prevé "un año de desplome para el dólar". Max ve un presagio de ello en el comportamiento del presidente de MicroStrategy, Michael Saylor, quien ha preferido invertir en bitcóin en vez de lanzarse al rescate de la Reserva Federal, como hace Warren Buffett por medio de la recompra de sus propias acciones, lo cual es una "apuesta perdedora".

Inclusión financiera vs. grifo del dinero

El invitado de este capítulo, American Hodl, comenta que parte del viejo movimiento Ocupa Wall Street, del que formó parte, se transformó en los últimos años en un "movimiento bitcóin", al apostar por la criptodivisa como una nueva herramienta contra las enfermedades sociales.

En su opinión, el dinero fíat "no es más que el dogma que nos rodea y nos invade", y a muchos todavía les cuesta quitarse "la venda de los ojos" para darse cuenta. A su vez, el bitcóin representa una "forma definitiva de inclusión financiera", aunque diferente al Ethereum y otras criptodivisas, que Hodl considera "absurdas".

Asimismo, los interlocutores comentan la costumbre de posicionarse "lo más cerca posible del grifo del dinero". Muchas personas, según el invitado, no hacen cálculos económicos, sino que prefieren reproducir las prácticas habituales y confiar en la Reserva Federal como la institución más próxima a ese grifo, pese a que "el dinero blando crea mentes también blandas".

Las preocupaciones de quienes recurren al bitcóin como un medio de inversión y de pago no solo están relacionadas con el tipo de cambio de la criptodivisa, sino también con la posibilidad de que Wall Street y los grandes bancos la coopten a sus valores como cooptaron a su tiempo el oro, ya que esto abriría el camino a manipulaciones por parte de ellos y las autoridades. No obstante, la centralización en el caso del bitcóin no es posible, porque "se puede realizar una bifurcación dura o una bifurcación blanda, de forma que la comunidad no tenga por qué reconocer esa cooptación", concluye Hodl.