El servicio Uber, que comenzó como una empresa emergente financiada por capital de riesgo, con sede en San Francisco (California, EE.UU.) facilita a sus clientes una red de transporte a través de una aplicación móvil, que permite conectar a pasajeros con los conductores de vehículos registrados.
Expansión sin límites
La idea del proyecto, que apareció en 2009 pero se puso en marcha en 2010, atrajo inversiones que alcanzaban los 1,25 millones de dólares. Características como el sistema de rastreo por GPS, el escaso tiempo de espera, la conexión inmediata y el 'ranking' de los conductores subieron instantáneamente el valor de esta compañía de transporte.
En 2014 la expansión de la empresa de transporte ha adquirido carácter de epidemia: en un año, Uber ha salido a 210 nuevos mercados y ha ampliado su presencia de 29 a 53 países, inaugurando prácticamente cada día en una ciudad nueva, informa el portal informativo RBK.
Sin embargo, no todos parecen estar de acuerdo con tal éxito: taxistas del Reino Unido, Italia, España y Francia realizaron múltiples protestas contra el servicio que pone en riesgo su labor. En ese sentido, la compañía no solo cuenta con la oposición de los taxistas en las calles del mundo, sino también de las autoridades locales en los juzgados: la empresa estadounidense participó en al menos 173 pleitos, detalla el portal.
Además, tras el éxito de Uber inevitablemente aparecieron otros 'clones' de esta empresa de transporte, como por ejemplo Ola Cabs en India o Didi Kuaidi en China. No obstante, los representantes de Uber afirman que no merece la pena hablar de esta competencia y siguen con su lucha exitosa, que los convierte líderes en la escena mundial.
Nuevo modelo económico, ¿cómo funciona?
Uber se ha convertido en la operadora más grande del mundo que no posee ni un solo automóvil. Es un negocio innovador que va contra el viejo sistema, pasando "por encima" de la infraestructura ya existente, que ha logrado evitar intermediadores entre las personas que prestan y usan el servicio y regulan su interacción.
Al igual que la red social Facebook, el portal de subastas eBay, o el servicio de rentas de apartamentos Airbnb, Uber no dispone de posesiones propias y no realiza compras de lo que vende, pero sin embargo gana millones. Por lo tanto, los proyectos actuales que se basan en este sistema reflejan cambios regulares en el funcionamiento del mercado moderno y representan un nuevo modelo económico.
Este tipo de empresas que no posee una gran red de infraestructura y su valor no se basa en activos realizables, es capaz de desarrollarse rápidamente e ir contracorriente, por lo que tiene grandes capacidades para una futura expansión.