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La gran discusión de Keynes en 1925 fue contra el sentido común del Tesoro británico, y los políticos, que querían regresar la libra esterlina a su paridad de antes de la Primera Guerra Mundial, y con eso al patrón oro. En ese momento, con el tipo de cambio flotante a $4.44

por libra, el debate era si devaluar la libra a $3.60 por Libra o revaluarla y restablecer la paridad de preguerra de $4.86. La revaluación de 10% para Keynes significaba una pérdida de salarios si se deseaba mantener a Gran Bretaña competitiva en sus exportaciones. Eso significaba que los salarios de los mineros del carbón, que determinaban el costo de la energía, debían de bajar. Las consecuencias de eso, para Keynes, estaban claras: una gran protesta social (que fue el paro general de 1927) y una tendencia deflacionaria (que ocurrió de 1929 en adelante). Menos consumo presiona a menores precios lo que impide una tasa de retorno adecuada del capital o puesto de otro

modo, impide la reproducción del capital.

 

El efecto sobre la tasa de interés es inmediato. Es su descenso para intentar recuperar actividad económica. Este problema de la deflación, dice Keynes, que es más peligroso que la inflación y es mejor alimentar el consumo a través de inversión pública aunque esta no sea de utilidad inmediata. Von Mises argumentó que la baja de la tasa de interés tendría un impacto en el aumento de la actividad productiva y que este aumento haría que los precios de los bienes de producción subieran mientras los de consumo aumentarían menos y la tasa de interés lentamente recuperaría su nivel, cuando los precios de los bienes de producción y de consumo restablecieran su nivel. Esto se ha podido apreciar en Japón desde 1999 que no es verdad y desde el 2008 en los otros países líderes, que tampoco.

 

Actualmente la revaluación del dólar frente al euro, su principal socio comercial, es del orden de 30% y el impacto de esto sobre el consumo en Estados Unidos es visible. No logra recuperar una tasa de crecimiento del consumo análogo al que tuvo en los años 90 ni logra emplear a la población correctamente de manera masiva. El drama es que esto ocurre con la tasa de interés en cero en Estados Unidos, Gran Bretaña, Europa, y Japón; y con la tendencia deflacionaria estrenada en Europa en el año 2013, fruto de las políticas de austeridad allí aplicadas desde el año 2011 y ahora en Estados Unidos fruto de la apreciación cambiaria

 

La revaluación del dólar junto con la expectativa del alza de la tasa de interés en Estados Unidos ha deprimido los precios internacionales de las materias primas y con ese mecanismo de transmisión, la deflación está llegando al resto del mundo al mismo tiempo que los tipos de cambio se deprecian frente al dólar. Al revés de lo esperable, los precios internos no suben con las devaluaciones en las economías emergentes por la debilidad de la demanda. Esto claro está generalizando el proceso de crisis iniciado, según como se vea, en el año 2000 o el año 2008.

 

La consecuencia de la debilidad de los precios en dólares es que la concepción del crecimiento económico liderado por las exportaciones está en juego. Ya se ha dicho que no es posible y no funciona. Pero la realidad es que Estados Unidos está con una tasa de crecimiento exportador no de materias primas sino de bienes de capital e intermedios, que es su fuerte, que está de bajada. Si la dinámica de crecimiento de las exportaciones de materias primas va en descenso y también la dinámica de las exportaciones de bienes de capital e intermedios del principal exportador de estos bienes en el mundo, es que la dinámica de crecimiento de la economía mundial está en descenso. Hay un descenso marcado del ritmo de crecimiento del comercio total de bienes y servicios (línea azul) que ha bajado 30%, de sobre 6% antes del 2006 a menos del 4% al año después. Está muy marcado también la desaceleración del crecimiento del PIB mundial que ha descendido

20%, de crecer más de 3% al año promedio antes del 2008 (línea roja) a 2.5% después. El crecimiento del PIB mundial está rondando el 4% al año, lo que en términos poblacionales es (2.5- 1.18) 1.32%.

 

CRECIMIENTO DEL PIB, DEL COMERCIO Y DEL COMERCIO DE BIENES MUNDIALES

 

Promedio móvil de 10 años de comercio mundial, PIB y comercio/PIB, 1990-2015. Variaciones del promedio anual % (izquierda) y ratio (derecha)