La grave crisis de salud se profundiza en todas las cárceles del país debido a la negligencia del Estado colombiano para resolver los problemas que oportunamente hemos denunciado como

Movimiento Nacional Carcelario. Ahora, con profunda tristeza debemos denunciar la muerte de un preso social de la cárcel de Cúcuta y el intento de suicido de otro como forma de protesta para que fuera atendido.

 

El primer caso se trata del preso social RENZO ALÍ ROA VARGAS, del patio 10 de la cárcel de Cúcuta, quien desde el sábado 30 de enero de 2016 presentó un fuerte dolor en garganta y pecho, dirigiéndose a enfermería de la cárcel, siendo medicado con unas pastillas para el dolor y regresado de nuevo al patio; durante la noche del sábado se agravó, y fue remitido al hospital público de Cúcuta donde murió el 1 de febrero por falta de atención médica oportuna.

 

El anterior hecho se suma la situación ocurrida en el patio tres de Palogordo al preso social ELIAS MOÑIS MUÑOZ con TD 6228, quien presentó por mas de diez días intensos vómitos y diarrea sin que fuera remitido a un centro hospitalario bajo el argumento que no existe convenio de atención en salud con el INPEC.  Ante el desespero que le produjo la situación, el 2 de febrero del presente año, a las 5:00 am, ELIAS intentó quitarse la vida produciéndose heridas en su cuello, originando de esta manera que fuera remitido al hospital público de Bucaramanga.

 

Desde hace semana los Presos Políticos y Sociales de los patios tres y cuatro de la cárcel de Palogordo se encuentran en desobediencia pacífica demandando al Estado colombiano  solución a la crisis carcelaria que afecta la vida en condiciones dignas de la población privada de la libertad; denuncian además actos de retaliación de parte de la Administración del penal por exigir mejoría en la alimentación. Denunciaron los presos de Palogordo que existen más de 200 enfermos con órdenes judiciales para ser atendidas sin hallar respuesta positiva del INPEC. Los amigos, ex detenidos y familiares de presos de Colombia solicitamos de manera inmediata solución a todos los problemas estructurales que aquejan a las cárceles de Colombia, en particular, el problema de hacinamiento y la falta de atención oportuna y especializada en salud.