Cerca de la mitad de la población afgana sufre de inseguridad alimentaria grave.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) advirtió sobre la situación extrema en la que se encuentra Afganistán donde millones de personas, incluido niños, corren el riesgo de morir de hambre por la profunda crisis que atraviesa el país.
El director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos, David Beasley subrayó que cerca de 23 millones de personas, número superior a la mitad de la población total de Afganistán, se enfrentan a graves problemas de alimentación, e incluso se encuentran cerca de la inanición.
“Estamos en una cuenta regresiva para la catástrofe. Casi 23 millones de personas necesitan alimentos ahora”, subrayó Beasley quien hizo un llamado a los líderes del mundo a prestar ayuda al pueblo afgano.
El funcionario sugirió que el capital congelado sea utilizado por la ONU para ayudar a las familias más necesitadas de ese país, pues la situación es tan crítica que se ha dado el caso de padres que han vendido hasta alguno de sus hijos.
Beasley mencionó que la ONU necesita cerca de 220 millones de dólares mensuales para alimentar, al menos de forma parcial, a todos los habitantes de Afganistán.
El director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos alertó a los mandatarios del mundo sobre la gran ola de migración que puede provocar la situación afgana por lo que, sugirió que negocien con los nuevos dirigentes de ese país para lograr cierta estabilización y evitar una debacle mayor.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) ha develado que más de 600.000 personas han abandonado sus hogares en lo que va de 2021.
Además, vale la pena recordar que la crisis económica y social ha estado agravada, sobre todo a nivel de la economía familiar, por los bloqueos impuestos por bancos de los Estados Unidos que impide que afganos residentes en el exterior (casi 6 millones), envíen remesas a sus allegados.