El fin de las desapariciones forzadas y que ese delito no es un hecho del pasado ha sido este viernes el grito de mujeres buscadoras, instituciones colombianas e internacionales para rendir homenajes a las 111.640 personas desaparecidas antes del acuerdo de paz, a las que se han sumado desde 2016 al menos otras 1.730.

Carlos Julio Bernal Galindo, María Edith Restrepo, Pedro Buitrago, Arcadio Fierro, nombres todos ellos de personas que desaparecieron en el conflicto, pero que sus familias siguen buscando y no podrán tener paz hasta no saber dónde están.

Esos y otros nombres recordados este viernes, en el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, en un acto organizado por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), las dos principales entidades que se ocupan de buscar a desaparecidos en Colombia, uno de los países con más casos de este crimen.

“Tener un familiar desaparecido es la zozobra de sentir que cada vez que tocan la puerta pueda ser él”, aseguró Yaneth Mosquera, una mujer afro del Chocó, que lleva 34 años buscando a su hermano, a su “compinche”, Luis Mosquera.

Como Luis, Giovanni Quevedo y Camilo Collazos que también desaparecieron hace más de 20 años y a los que sus hermanas llevan más de media vida buscándolos sin cesar: “Nadie nos preguntó si queríamos (dedicarnos a esto); nos tocó”, alegó Lyda Yaneth Quevedo, hermana de Giovanni.

La UBPD estima que 111.640 personas fueron desaparecidas antes de la firma del acuerdo de paz con las FARC en 2016, un universo que crece con la incorporación de nuevos reportes y cuyas búsquedas avanzan a veces con más lentitud de lo que desean las familias.