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Una ola de protestas contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recorrió los partidos del fútbol americano (NFL) después de que pidiera que los jugadores que se manifestaran contra la desigualdad racial fueran castigados o despedidos. El desafío se inició en Londres antes del duelo entre Jacksonville y Baltimore, en el estadio de Wembley, y se extendió a los campos del país norteamericano.

Más de un centenar de jugadores se arrodillaron, sentaron o levantaron sus puños antes de iniciar los partidos del domingo, mientras se escuchaba el himno de Estados Unidos en los estadios, en la manifestación más extensa desde que el ex mariscal de campo de los 49’s de San Francisco, Colin Kaepernick, iniciara esta forma de protesta, en 2016.

El mandatario está en guerra desde el viernes con las principales ligas del deporte profesional estadounidense y algunas de sus estrellas a los que tachó de hijos de puta en un acto republicano en Alabama.

La víspera, Trump anunció que no invitará a la Casa Blanca a los campeones de la NBA, Warriors de Golden State, cuyas estrellas dijeron que rechazarían la visita en protesta, como lo señaló Stephen Curry, mientras LeBron James, de los Cavaliers de Cleveland, calificó de zángano al mandatario.

En solidaridad, Bruce Maxwell, de los Atléticos de Oakland, se convirtió en el primer beisbolista de Grandes Ligas en arrodillarse y sus compañeros permanecieron formados a su lado, en el juego del sábado, y este domingo el tenista australiano Nick Kyrgios, también hizo lo mismo antes del juego contra Roger Federer en la Copa Laver.

La primera protesta masiva de la NFL tuvo lugar ayer en Londres, cuando cerca de una docena de jugadores de Jacksonville y Baltimore se arrodillaron durante el himno mientras que otros permanecieron de pie con los brazos entrelazados.

Entre los que se cruzaron de brazos estuvo el dueño de los Jaguares, Shad Khan, quien donó un millón de dólares a la campaña electoral de Trump en 2016.

Khan emitió una declaración en la que califica los comentarios recientes de Trump como un gesto divisivo y polémico. Por eso es importante para nosotros, y personalmente para mí mostrar al mundo que aunque podamos diferir a veces, podemos y debemos estar unidos en el esfuerzo por ser mejores como pueblo y como nación.

En Foxborough, alrededor de 15 miembros del equipo campeón del Supertazón, Patriotas de Nueva Inglaterra, se arrodillaron. El quarterback Tom Brady enlazó sus brazos con sus compañeros.

El propietario de los Patriotas, Robert Kraft, un amigo de Trump que también donó a su campaña, dijo estar profundamente decepcionado.

Von Miller, el baluarte defensivo de Denver, figuró entre el gran grupo de jugadores que se arrodillaron en Búfalo, donde el running back de Bills, LeSean McCoy optó por hacer estiramientos.

En Chicago, los Acereros de Pittsburgh decidieron permanecer en su vestuario durante el himno antes de su choque con Osos.

El entrenador de Acereros, Mike Tomlin, que es afroamericano, señaló que la decisión no tenía la intención de ser irrespetuosa, sino más bien calculada para alejarnos de la circunstancia.

Estos son tiempos muy divisorios para nuestro país, declaró Tomlin a la televisión CBS. Para nosotros como equipo de fútbol se trata de permanecer unidos.

Un jugador de Pittsburgh, el tackle Alejandro Villanueva, ex ranger del Ejército y veterano de guerra de Afganistán, fue el único que estuvo fuera del túnel para escuchar el himno. Villanueva nació en la base naval aérea de Meridian, en Mississippi, hijo de un oficial de la Armada española que trabajaba para la OTAN.

En Detroit, Rico LaVelle, encargado de interpretar el himno nacional, agachó la cabeza, levantó el puño y se hincó, mientras ocho jugadores de Leones hicieron lo mismo y sus rivales Halcones de Atlanta, incluido el dueño del equipo, Arthur Blank, unieron sus brazos.

La misma escena se repitió con los Cafés de Cleveland antes del partido contra los Potros de Indianápolis, en tanto Christhoper Johnson, presidente y director general de los Jets de Nueva York, consideró un honor y privilegio permanecer unidos, codo a codo, con nuestros jugadores.

LJ/La Radio del SUR