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El sur espera: Argentina-Chile en Copa América Centenario

East Rutherford, EE.UU., 25 jun (PL) El lunes será cosa del pasado, dirían los asiáticos para evitar estresarse ante situaciones límites, pero entonces el deporte sería algo insulso y las emociones aburridas.

 

Un mirada introspectiva que nos conduce indefectiblemente al duelo de este domingo entre Chile, el actual monarca, y Argentina, el subcampeón, en la Copa América Centenario de Fútbol.

 

Ya se habla de concurrencia total, a pesar de los costos exorbitantes de las entradas, entre 900 y dos mil 500 dólares. Del brasileño Herbe Lopes como árbitro principal, y naturalmente de Lionel Messi y el Rey Arturo, Arturo Vidal.

 

Una cita con el sur, aunque estamos bien al norte en esta pequeña localidad de Nueva Jersey y perteneciente a la Gran Manzana. Nada insignificante, porque East Rutherford tiene el MetLife Stadium, uno de los mejores de Estados Unidos.

 

Hace casi un año, el Estadio Nacional de Santiago de Chile fue testigo de una final de Copa América similar. Argentina era el favorito, si bien se concedían algunas opciones a los anfitriones.

 

La diferencia de aquel partido del 4 de julio de 2015 respecto al de mañana es que Messi no se encontraba en plenitud de forma como parece estar en la actualidad, y Argentina no acaba de entenderse en el esquema de Gerardo Martino.

 

Vidal, el mariscal del mediocampo de la Roja, hizo un análisis interesante del cotejo con los albicelestes. "todo ha cambiado, lo que pasó en Chile fue algo espectacular (...).

 

Va a ser una final diferente, va a ser muy fuerte esta vez. Llegamos mucho mejor los dos equipos (...), acotó.

 

Desde su punto de vista, el trofeo conquistado en Santiago se defenderá en 2019, al considerar que la Copa América Centenario es un torneo especial con la presencia de otros protagonistas.

 

Reconoció que Chile no jugó bien en el debut con Argentina (1-2), pero este "es un partido diferente".

 

Esperamos estar al 100 por ciento y jugar como lo hemos hecho al final de esta Copa. Espero que sea el mejor partido que hayamos jugado en todo este tiempo que hemos estado juntos, completó.

 

Por su parte, Gonzalo Higuaín, el Pipita, delantero con gran capacidad de goleador por Argentina, señaló que Chile será un contrincante muy duro que llegó con sus méritos a la final.

 

Nosotros estamos ante otro compromiso crucial (antes en el Mundial de Brasil 2014 y la Copa América 2015) y esperamos que esta vez no se nos escape el trofeo, apuntó Higuaín.

 

El atacante albiceleste subrayó que el éxito significaría "mucho para nosotros porque llevamos años luchando y jugar tres finales en dos años no es fácil. Ojalá que la tercera sea la vencida como dice el refrán", apostilló.

 

Si Argentina es el Real Madrid o el Barcelona de la élite mundial del fútbol, Chile es una suerte de Atlético de Madrid, un poco más adelantado. La Roja tiene otra filosofía, netamente ofensiva.

 

Se nutre de la escuela de Marcelo Bielsa, la continuidad de Jorge Sampaoli y la impronta muy reciente de Juan Antonio Pizzi, tres entrenadores argentinos que parecen inspirar a sus jugadores con la mística de los vencedores.

 

No tienen miedo y la clave del éxito de los chilenos es desafiar al contrario desde el mismo inicio del partido. Por lo general no se repliegan, marcan con eficacia y logran profundidad. Su punto débil, la falta de contundencia en ocasiones.

 

Una vez más, en el papel el máximo candidato es Argentina, pero todos saben que Chile puede y tampoco sería una sorpresa.