existen pequeñas armas.. como las bombas de amaranto:Coges una parte de semillas de amaranto, una parte de humus, una parte de tierra, lo amasas con agua, haces bolitas pequeñas que pones a secar…y cuando veas un cultivo de transgénico…zas…les tiras las bolitas, que ya que ya crecerán y RESISTIRAN

“Comida de los indios” llamaban los invasores españoles al “grano sagrado de la quinua”, estigmatizándolo como un cultivo relegado al área rural, promovieron la reducción del mismo durante la invasión, la quinua fue una víctima más del genocidio colonial, era la colonización absurda de la alimentación.

Así se ejerció un racismo alimentario sobre la población indígena en general y un machismo que invisibilizó –a pesar de su continuidad histórica-, los conocimientos y saberes de las mujeres en el herbolario, culinaria, nutrición familiar a base de variedad de cultivos como la quinua.

Luego resultó que investigadores de la NASA “descubrieron”  el alto valor nutritivo de la quinua integrando a la dieta de los astronautas en vuelos espaciales .

Y también del Amaranto, que voló al espacio sideral  y dicen que fue la primera planta que germinó en aquellas alturas… o bajuras….

Junto con el maíz, el fríjol y la chía, el amaranto fue uno de los principales productos para la alimentación de las culturas Amerindias. Para los mayas, aztecas e incas el amaranto fue la principal fuente de proteínas y se consumía como verdura y grano reventado. Además estuvo asociado a los ritos religiosos, a los dioses y a la visión cósmica de estas culturas. Se decía que los buenos gobernantes eran los que almacenaban los granos de amaranto cuando había una buena cosecha y la administraban durante los años de sequía.

Pero llegaron unos invasores europeos con caballos y con arcabuces  y prohibieron el amaranto  destruyendo desde entonces el balance de la dieta de aquellos pueblos.

Dícese… que el dios cristiano se asociaba al trigo, y que los pueblos originarios de la actual América daban “mal ejemplo” comiéndose dulces con figura de dioses a base de amaranto tostado con miel de maguey. Eso competía con la ostia, o sea el dios cristiano en formato de masa de trigo..  Había competitividad en esa comunión ritual que los indígenas ya tenían, y prevaleció, por la fuerza de las armas, la ostia.

Amaranto,  bledo, alegría, kiwicha, espinaca china, quinua de castilla, huautlí, inmortal o inmarchitable, quintonil,  wawi … diferentes nombres, y variedades apropiadas para diversos usos.

…dice que el amaranto puede ser la planta más nutritiva del mundo

Una de sus cualidades  es que si se conserva en un lugar seco, su semilla puede durar años sin descomponerse. Su riqueza como alimento es también excepcional pues contiene minerales, vitaminas y,  proteínas.  Los indígenas aplicaron conocimientos científicos y tecnológicos para lograr el reventado de esta semilla, que permite que la semilla se digiera mejor y alcance su mayor valor proteínico. A través de un largo trabajo de selección, los indígenas lograron una alta producción de semillas en un proceso de domesticación que admira aún a los biólogos contemporáneos.  Para los indios esta planta tenía un carácter sagrado, pues soportaba de tal manera la sequía que cuando el maíz escaseaba por la ausencia de lluvias, el amaranto les permitía alimentarse; esta cualidad y la frecuente presencia de hojas y espigas de tonos rojizos en la planta, hacía que la asociaran con el sol.

La creatividad de las mujeres ha hecho posible un extenso recetario de platillos a base de hojas de amaranto o con la semilla de la planta reventada, entera o hecha harina, y el entusiasmo que esto ha generado permitió realizar en los últimos años interesantes y apetitosas muestras culinarias, sopas, atoles, ensaladas, guisados y postres.

Pero no se sabía que… el amaranto iba a vencer al monstruo de los transgénicos. A la Corporación transnacional Monsanto, y otras.

Los cultivos transgénicos suponen un aumento sin precedentes del uso de agrotóxicos , herbicidas y otros plaguicidas, hasta  más de 144 millones de kilogramos sólo en  Estados Unidos .

¿pero se queda su uso en EEUU?

Claro que no, nos los meten hasta en la sopa. Los transgénicos son tolerantes a herbicidas, principalmente al glifosato, que ha pasado a ser el veneno más ampliamente usado en la historia de la agricultura.

Y el amaranto… resulta que es… resistente al glifosato, y así vence a los transgénicos de la Monsanto.

Y la empresa frente a plantas resistentes, emplea dosis mucho mayores de glifosato y tóxicos que habían sido prohibidos por su alta peligrosidad como atrazina, paraquat y Dos-Cuatro-De. Éste último es componente del Agente Naranja, el arma química usada por Estados Unidos en la guerra de Vietnam, desarrollada precisamente por Monsanto, la mayor empresa de agrotransgénicos.

Y para confrontar la avaricia y el robo de tierras de las corporaciones transnacionales del agronegocio.. se consolidó la Vía Campesina Internacional, que trabaja y busca alianzas para contruir soberanía alimentaria..

Ahora bien, en esa batalla elemental donde el hambre de millones de personas está en juego,  ante las armas de destrucción masiva de empresas como Monsanto y los gobiernos que son comprados por ella,  existen pequeñas armas..  como las bombas de amaranto.

¿En qué consisten?

Coges una parte de semillas buenas de amaranto, una parte de humus, una parte de tierra, lo amasas con agua, haces bolitas pequeñas que pones a secar…y cuando veas un cultivo de transgénico…zas…les tiras las bolitas, que ya crecerán y resistirán.

El 2013 en la ONU se llamó “año de la quinua”  y se ratificó la importancia de “descolonizar la alimentación”, proponiendo a la “quinua” como producto  alternativo para contribuir a la soberanía alimentaria mundial.

Al tiempo se relaciona la despatriarcalización con sustituir la alimentación chatarra por una alimentación nutritiva, en base a la comida sana, orgánica y sin conservantes, químicos y fertilizantes, tal como se desarrolla la producción del grano de oro de la quinua, tal como ocurre con el grano rojo del amaranto.

¡Jallalla Pachamama!

Globalicemos la lucha, Globalicemos la Esperanza.

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