En este minuto —al tiempo que ratifico la versión de las palabras concebidas para el acto en la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz ante el cuarto aniversario de la desaparición física del Comandante en Jefe de la Revolución Cubana (1) en las cuales yace la Lealtad que mi Madre me inculcó a Fidel (2)—, manifiesto mi compromiso con el legado fidelista frente al intento de mancillar a nuestro pueblo.
No me voy a detener en denunciar las fake news (noticias pérfidamente intencionadas) reveladoras de la posición asumida por el meneo San Isidro. Basta con recordar que el individuo eje del sainete de última hora no tuvo reparo para llamar al “odiador en jefe” (3) y “Mentiroso confeso” (4) nombrado Donald Trump como su presidente —entre otras obscenidades (5). Apenas evoco que Antonio Maceo confesó que como único estaría del lado de la España colonialista sería para combatir el injerencismo yanqui (6).
Tampoco me voy a referir a personas que han proclamado ¿buena? voluntad en aras del diálogo civilizado entre un puñado de actores que apuestan a la ¿libertad? de expresión y reniegan de la posibilidad de aprovechar los espacios facilitados por la Revolución Cubana para el mejor desarrollo de la cultura nacional como son eventos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC —7) y de la Asociación Hermanos Saíz (AHS —8).
Es que ni siquiera el escenario fabricado en los últimos días en Washington para ser ejecutado por sus cipayos en La Habana me conduce a darme por enterado de que determinados sujetos ¿identificados? con el Socialismo cubano que les hizo personas ahora sitúan en partes ¿iguales? al mencionado puñado y el quehacer de nuestro Gobierno. Adrede, omito nombres.
Más bien deseo llamar su atención acerca de la necesidad de repasar con cuidado/hacer tangible el Concepto de Revolución de Fidel, fundamentalmente sus tesis relacionadas con el “sentido del momento histórico”, con “cambiar todo lo que debe ser cambiado”, con “emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos”, con “desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional”, con “defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio”, con “no mentir jamás ni violar principios éticos” y con la “convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas” (9).
El ambiente que vivimos me resulta propicio para resaltar el conversatorio que sostuvo Fidel con los miembros de la Unión de Periodistas de Cuba y los de la Federación Latinoamericana de Periodistas en el Aula Magna de la Universidad de La Habana el 12 de Noviembre de 1999 donde embistió contra “esa infernal maquinaria de la mentira, del engaño y de la desinformación” y “quienes han deshonrado ese noble título [de informadores/as] actuando no como periodistas, sino como servidores de ese superpoderoso imperio, como mercenarios, traidores a su pequeña patria”.
Resalto igualmente que en la misma ocasión Fidel nos dejó un desafío a quienes nos desempeñamos como comunicadores/as, a saber:
“Hagamos luz, porque hay posibilidades de hacer luz, porque el hombre no es ciego. Lo pueden embrutecer con algunas de las cosas que dije aquí, y lo están embruteciendo: ¡Antídoto contra el embrutecimiento, que es mucho peor que el SIDA, es lo que hace falta! ¡Remedios contra el embrutecimiento! ¡Vacunas contra el embrutecimiento! Y esa vacuna la tienen ustedes, esa vacuna es la verdad, dirigida a un objetivo: a la razón del hombre y al corazón de los hombres” (10).
He aquí un reflejo de la utilidad de la virtud martiana que nos ofrece Fidel en el combate a la injerencia Made in USA.
Concluyo: en el cuarto aniversario de la entrada a la Eternidad de nuestro Comandante en Jefe (11) y sin despreciar lo que sostuve en “Cuba: la crítica, la ¿censura? y la argumentación” (12), considero que hoy como nunca nuestro pueblo debe alimentarse del Concepto de Revolución devenido Magisterio particular contra la subversión ideopolítica yanqui, más de cara al chanchullo mediático en San Isidro aupado por la embajada gringa en la Mayor de las Antillas (13) que recibió la repulsa popular (14). Así, también está/estará presente Fidel en el día a día cubano. ¡Amén!
Nota: el autor es Presidente de la Cátedra Honorífica de Estudio del Pensamiento y Obra de Fidel Castro Ruz en la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz, Cuba.
Referencias:
1.- https://cubainformacion.tv/la-columna/20201124/88867/88867-fidel-en-la-hora-actual-de-cuba.
3.- https://www.nytimes.com/es/2017/10/10/polariza-y-conquista-por-que-trump-ataca-a-todos/.
4.- http://cubasi.cu/cubasi-noticias-cuba-mundo-ultima-hora/item/104788-donald-trump-mentiroso-confeso.
6.- http://www.granma.cu/granmad/2011/12/07/nacional/artic08.html.
8.- http://www.ahs.cu/declaracion-de-la-direccion-nacional-de-la-asociacion-hermanos-saiz/.
9.- http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/2000/esp/f010500e.html.
10.- http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1999/esp/f121199e.html.
14.- http://www.cubadebate.cu/noticias/2020/11/29/tremenda-tangana-en-el-trillo-fotos-y-videos/.
