Antes del 7 de agosto se realizará el primer diálogo regional, modelo con el que el gobierno de Gustavo Petro busca impulsar la autonomía de las regiones y la participación de las organizaciones sociales, gremios, empresas e iglesias locales en la construcción del Plan de Desarrollo.
Por: Iván Serrano
Roberto Payán es un municipio ubicado en el departamento de Nariño, a 36 kilómetros del océano Pacífico. Enfrenta una grave crisis humanitaria a causa de los desplazamientos originados por los combates entre grupos al margen de la ley que viven una encarnizada lucha para adueñarse de las rutas del narcotráfico.
En la cabecera municipal hay 500 familias desplazadas a las que hace un mes la Unidad para las Víctimas les entregó ayuda humanitaria.
El pasado 19 de junio los resultados electorales en Roberto Payán fueron contundentes: Gustavo Petro y Francia Márquez se llevaron el 95,92 por ciento de los votos.
Por eso, Roberto Payán ha sido elegido por el gobierno entrante para realizar allí el primer diálogo regional, mecanismo con el que se busca descentralizar el gobierno y darle prioridad y preponderancia a las necesidades de las regiones.
Cambio habló con Jorge Rojas, una de las personas más cercanas a Gustavo Petro, quien, en compañía de Álvaro Leyva, están al frente de este proyecto, el cual será uno de los primeros en hacerse realidad, incluso antes del 7 de agosto.
El diálogo regional en Roberto Payán está previsto para el próximo domingo 10 de julio, pero la visita de Leyva y Rojas a Alemania y España podría postergarlo un par de días.
Los acuerdos que se desprendan de estos diálogos se verán materializados en el Plan de Desarrollo que estructurará el gobierno Petro, el cual tendrá como uno de sus principales ejes la participación y construcción desde las regiones.
Los diálogos regionales hacen parte del acuerdo nacional, uno de los proyectos bandera del gobierno entrante.
“El acuerdo nacional no es solo el acuerdo de élite que ha sido tradicional en Colombia. El acuerdo nacional se construye desde el diálogo social y el diálogo en los territorios, de abajo hacia arriba, de tal manera que, a la vez que el presidente convoca a los líderes políticos a hacer un acuerdo, a la vez que el Congreso se dispone a hacer un acuerdo legislativo para sacar las reformas adelante, también se va a hacer una tarea en las regiones y en los territorios con los movimientos sociales, con las empresas, con los gremios y con las iglesias para buscar acuerdos mínimos que son una agenda común”, le dijo Rojas.
Los acuerdos que se desprendan de estos diálogos se verán materializados en el Plan de Desarrollo que estructurará el gobierno Petro, el cual tendrá como uno de sus principales ejes la participación y construcción desde las regiones.
Rojas le dijo a Cambio que lo que se acuerde en estos diálogos regionales tendrá que verse materializado en reorientaciones del gasto público y en nuevos proyectos de ley, así como nuevas decisiones desde el ejecutivo.
Aún no está establecido el mecanismo que se implementará para garantizar el seguimiento y cumplimiento de los acuerdos y compromisos que se desprendan de estos diálogos, pero lo que se busca es que lo allí acordado no se quede en el papel.
En entrevista con La W, el presidente electo, Gustavo Petro, se refirió a la importancia que tendrán los diálogos regionales como mecanismo de gobierno descentralizado y como parte de la materialización del gran acuerdo nacional.
Petro agregó que los diálogos regionales no son foros. Al respecto, Jorge Rojas le dijo a Cambio que no se asemejan a los talleres Construyendo país ni a los consejos comunitarios, “Es el reconocimiento a los procesos organizativos de base, es un reconocimiento a la diversidad de la sociedad en su conjunto, es un reconocimiento a las viejas luchas de las organizaciones sociales que siempre terminan en pactos y acuerdos que no se cumplen” aseguró Jorge Rojas.
Estos diálogos regionales se realizarán en toda Colombia. De momento, dos situaciones tendrán atención y discusión prioritaria: la muerte de niños por desnutrición en La Guajira y los problemas del Programa de Alimentación Escolar (PAE) en el norte del país.