Con éxito se realizó la semana por la paz en el departamento. Atendiendo la convocatoria a nivel nacional, un grupo de entusiastas defensores y defensoras de derechos humanos y constructores de Paz de la región, desde el 5 al 12 de septiembre, realizaron conversatorios, paneles, concierto musical y proclamas alusivas a la urgente necesidad de materializar la tan esquiva Paz en Colombia.
Es de destacar la participación activa de poetas, cantores, académicos, líderes sociales, mujeres, jóvenes y firmantes del Acuerdo de la región, que a la paz no le dedicamos solamente un segundo, un minuto, una hora, un día, una semana, un mes, un año, ¡no! Le dedicamos toda una vida a la construcción de la paz con justicia social.
La Corporación Ubuntu, una de las organizaciones convocantes dejó las siguientes consideraciones para la Construcción de la Paz Territorial en el marco de la Semana por la Paz:
- La construcción de paz en el departamento, debe pasar por políticas públicas articuladas con lo pactado en el Acuerdo, que desarrollen los entes territoriales en sus planes de desarrollo y no por discursos baratos ni por shows mediáticos;
- La construcción de paz en el departamento implica profundizar en la verdad del conflicto armado en el territorio, reconocer las dinámicas históricas del conflicto y sus actores;
- La construcción de paz en Colombia la hacemos en las luchas de las organizaciones sociales, de ahí la urgencia de entender cada vez más la importancia de la implementación del Acuerdo en nuestro territorio y en ese propósito no podemos desfallecer;
- La construcción de paz es también entender que las exigencias del Paro Nacional, de los y las jóvenes, de los sectores populares que se movilizaron, son agendas de paz con justicia social y ambiental.
También el 16 de septiembre de 2021, en el Centro de Convenciones de Armenia, atendimos el llamado de la «Comisión de la Verdad», agenda que empezó en horas de la mañana con un ejercicio de reflexión sobre la paz y la vida donde los participantes expresaron frases alusivas a la tan anhelada reconciliación en Colombia y un acto de armonización a cargo de la reconocida ambientalista y gestora cultural, Margarita Rosa Tirado Mejía.
Con el acompañamiento de la «Comisión Verificación del Acuerdo de Las Naciones Unidas», para la implementación del Acuerdo de Paz en Colombia, y la Jurisdicción Especial para la Paz -JEP, y el tímido acompañamiento del ente gubernamental, se desarrolló uno de los encuentros más importantes de la paz territorial que se haya hecho en el departamento del Quindío.
Colectivos de derechos humanos, académicos, voceros de la Mesa Departamental de Víctimas y, en general, las organizaciones sociales locales, se manifestaron en un diálogo abierto y fraterno. Con sinceridad y vehemencia se denunció la grave crisis de violaciones a los derechos humanos en el Quindío, así como la extranjerización del territorio, la emergencia de las economías ilegales, la presencia de actores del conflicto en la zona rural del departamento, y el incumplimiento de las demandas de las víctimas del departamento.
Dejaron sentir su voz de inconformidad varias organizaciones de víctimas y defensores de ddhh: «las víctimas no somos población vulnerable… por el contrario somos una población vulnerada», expresó una de ellas.
Académicos plantearon propuestas de hondo calado para la construcción de la paz territorial.
Destacamos algunas propuestas centrales que surgieron de esta gran Cumbre por la Paz, que a su vez se convierten en compromisos asumidos para la construcción de la paz territorial en el Quindío:
A.-La Creación del Centro de Memoria Histórica del Quindío que busca reunir y recuperar los testimonios orales, textos, documentos o cualquier información que permita reconocer los hechos de violencia y visibilizar y dignificar a las víctimas del conflicto armado, a sus familiares y demás personas que hayan intentado prevenir estas violaciones a los derechos humanos en el Quindío.
B.- La Creación de la Oficina de la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP Territorial Eje Cafetero con sede principal en Armenia.
C.- Cabildos abiertos de paz en comunas y barrios.
D.- Acompañamiento profesional desde la academia a los distintos procesos sociales sobre paz y resolución de conflictos.
E.- El Quindío debe conectar más luchas ambientalistas, sindicales, campesinas, estudiantiles, de derechos humanos, de mujeres y de las víctimas para posibilitar mecanismos que permitan la construcción de paz». Corporación Ubuntu, Territorio y Paz.
La Cumbre por la Paz finalizó con un emotivo evento cultural a cargo del Dueto Cantares y el Grupo de Rap La Junta de Calarcá Récords.
Al concluir la jornada, uno de los asistentes exclamó la siguiente reflexión:
«Paz y bien… La ciudadanía del Quindío construye historia en la Comisión Histórica de la Verdad. Muy orgulloso y admirable el trabajo maduro y sereno…. Mucha sabiduría y gratitud por su participación en una hoja pura de historia en el territorio…»
Una vez más el Quindío deja su impronta en la Construcción de la Paz con mano Ciudadana.
Como mensaje final cito uno de los párrafos de la Tercera Oración Por la Paz que escribí hace algunos años: “Clamamos urgentemente una paz que renueve la esperanza, donde nuestros niños y jóvenes tengan oportunidad de disfrutar lo que un verdadero Estado Social de Derecho debe dar. No seguir viéndolos en las calles inhalando pegantes, ni peleando con las ratas por un mendrugo de comida. Queremos que los niños y jóvenes de esta sufrida patria no repitan el pasado, legado de una ética de guerra y odio”.