El ELN negó cualquier tipo de responsabilidad respecto de las minas antipersonales encontradas en el norte del Chocó, donde han muerto más de 10 indígenas a causa de esos explosivos.
El Frente de Guerra Occidental del ELN indicó que el minado es una práctica de los grupos paramilitares que operan en la región, en acción conjunta con militares y policías que hacen presencia en la zona.
Además, la insurgencia roja y negra denunció la expansión del paramilitarismo, facilitado por la protección y complicidad de las fuerzas de seguridad del Estado.