La presidencia de Duque ha sido la espectacularización de la democracia. Desde el inicio en su campaña, mostrándose como joven, pero pintándose desde las canas, hasta sus afirmaciones sobre la paz; públicamente su imagen es poco confiable y viene en decadencia, hasta tal punto que tiene que reforzarla $5.000 mil millones del fondo de paz.
Acostumbrado a maquillar pretende ahora desarrollar e implementar las Zonas Estratégicas de Intervención Integral “Las Zonas Futuro” -ley 1941 del 2018- y los Planes Especiales de Intervención Integral -Decreto 2278 del 2019- que se desarrollan “En marco de la construcción de condiciones legalidad, emprendimiento y equidad que transformen los territorios. Zonas y los planes que esconden intenciones, las cuales pretendemos esclarecerlas con su forma de actuar y ejecutar.
En el discurso Duque están presentes tres conceptos, LEGALIDAD, EMPRENDIMIENTO Y EQUIDAD. Los cuales siempre las usa en sus alocuciones, acciones, decretos y leyes. ¿Pero de qué legalidad, emprendimiento y equidad habla Duque, realmente?
Legalidad
Duque se ha preocupado por ser reticente con este concepto y siempre lo pone en práctica con planes como «el que la hace la paga«. Plan que desarrolla con la defensa acérrima de Uribe. Hecho que genera un choque de trenes entre la Justicia y el Ejecutivo; o cuando coloca a sus amigos en cargos públicos sin importar su procedencia e investigaciones. Pero su legalidad es silenciosa ante las masacres y homicidios sistemáticos de líderes; silencio, ante las violaciones a los Derechos Humanos realizadas por la Fuerza Pública, de esas violencias y violaciones no se habla con certeza, se maquillan con frases y eufemismos como manzanas podridas, homicidios colectivos o simplemente se reserva silencio.
Emprendimiento
Es un gobierno que al parecer se preocupa por la pequeña empresa, por el microempresario, que cree en el futuro y las industrias culturales; sin embargo, nadie entiende qué es eso de Economía Naranja y los siete enanitos; mientras que el sector cultural está inmerso en una crisis, luego de la cuarentena y el COVID–19. Ni hablar de las economías campesina o la soberanía alimentaria, para los campesinos, indígenas y los afrodescendientes solo hay represión. ¡Eso sí en sus reformas privilegia a las multinacionales y las grandes empresas!
Equidad
¿Dar a cada uno lo que se merece? Podríamos comparar el trato la Minga del Suroccidente, con el caso de Uribe ¿Fue la misma atención y declaraciones? Ni siquiera en sus prioridades políticas a todos nos toca lo mismo.
Todo el hacer del Gobierno Duque, deja su discurso como leguleyas, paparruchas, pero estas leguleyas y paparruchas son base fundamental de sus políticas. Ya conocemos de que legalidad, emprendimiento y equidad habla Duque, ahora debemos preguntarnos si sobre esos conceptos implementarán las Zonas Futuro. Se debe poner el ojo en su desarrollo, sobre las intencionalidades que se postulan como las necesidades en el territorio, sobre «un nuevo abordaje de seguridad, desde una perspectiva amplia, que materializa paso del control militar y policial a un control institucional de los territorios”.
¿Del control militar y policial al institucional?
Lo primero que debemos plantearnos es si existe control militar y policial en las zonas del país donde se aplicarán las Zonas Futuro. Si este enunciado es verdadero, refuerza la tesis que el Gobierno tiene conocimiento sobre las acciones que se realizan en ellos – Narcotráfico, Paramilitarismo, Masacres, Asesinatos de líderes y muchos otros crímenes en los territorios contra las comunidades -. Si es falso el enunciado queda la pregunta ¿Cómo se desarrollarán las Zonas Futuro?
Como se evidenció anteriormente, se gobierna con maquillaje, se hace ver sus políticas como opulentas y ostentosas, en adjetivos; pero la realidad dice todo lo contrario; claro que en algunas zonas se tiene control militar y policial, control que les permite la ruptura del tejido social y la imposición del terrorismo como forma de gobierno.
En las zonas donde no exista dicho control, Las Zonas Futuro serán la táctica para intervención policial y militar por encima de la comunidad, incluso de las gobernaciones, alcaldías o comités territoriales “A nivel departamental y municipal, las gobernaciones, alcaldías y autoridades étnicas, en el marco de su autonomía, contribuirán a materialización de los PEII (Planes especiales de intervención integral) “.
Lo que significa que desde las comunidades hasta la institucionalidad no participará en la creación de la propuesta de desarrollo, tan solo espectarán y acatarán una estrategia coaccionada por el “Plan de medidas reforzadas protección a población, en marco la competencia constitucional de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional” que está dentro del PEII.
Esto pone a las comunidades e instituciones a los pies de la Fuerza Pública, militarizando los territorios, la vida misma. También los incluye en la guerra y disputa territorial. Mientras, se acatan los mandatos del Comité Estratégico, “Créese instancia del Consejo de Seguridad Nacional con el fin de establecer las acciones para implementación Planes Especiales Intervención Integral”. Ente encargado de crear, diseñar planes para unas regiones donde él mismo asume que hay carencia de institucionalidad, dificultad sobre el desarrollo económico de sus pobladores, en particular, “en aquellos territorios vacíos de institucionalidad”.
¿Tratamiento de guerra a los conflictos sociales, económicos y ambientales?
El pacífico nariñense, el Catatumbo, Bajo Cauca, Sur de Córdoba y Arauca, así como en Parques Naturales: Chiribiquete, Nudo de Paramillo, Saquinga, La Macarena, son los territorios contemplados en las Zonas Futuro. Son territorios con ausentes de la institucionalidad pero que desde las comunidades construye el tejido social necesario para satisfacer sus necesidades y dignificar su vida. En ellos la única intervención estatal, está ligada a la represión, la militarización y las depredación de sus territorios por empresas multinacionales para explotar los bienes comunes.
A estos territorios las Zonas Futuro pretende llegar nuevamente con más militarización, ¿se repetirán las capturas masivas del gobierno Uribe 2002 – 2010, el asesinato de campesinos y jóvenes para pasarlos como guerrilleros o la paramilitarización de los territorios?
¿Solucionar las necesidades de las comunidades no es la prioridad del gobierno?
Según las Zonas Futuro a los territorios llegará primero la Fuerza Pública que la respuesta a las necesidades, ese es su plan para el territorio. Nadie escuchará a las comunidades; con la excusa de la lucha contra el narcotráfico, las bandas criminales o acabar con las insurgencias coparán los territorios para instaurar en ellos proyectos extractivos, mineros y energéticos. Convertirán la sustitución de cultivos de uso ilícitos en erradicación forzada; incluirán a las comunidades en el conflicto armado convirtiéndoles en objetivo militar, violando el principio de distinción del Derecho Internacional Humanitario.
Estos planes evidencian el tipo de gobierno que ejecuta Uribe y Duque; un gobierno fascista, de corte militarista desinteresado en reconocer a las comunidades, sus apuestas territoriales y sus construcciones colectivas. La intervención militar pondrá en riesgo el tejido social, abrirá campo a la depredación del ambiente y los bienes comunes; pero queda preguntarnos ¿Cómo hacer frente a la violencia como forma de gobierno? ¿Cómo defender las construcciones colectivas?
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