El exjefe paramilitar advirtió en una carta que entregará nombres sobre colaboradores de la "parapolítica" de Á. Uribe
El excomandante de las fuerzas paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Salvatore Mancuso, señaló en una misiva los vínculos existentes entre el actual embajador de Colombia en los Estados Unidos, Francisco Santos, y otros funcionarios cercanos al expresidente Álvaro Uribe, con el paramilitarismo.
En comunicación emitida este fin de semana desde la cárcel en la cual se encuentra, Mancuso expresó que fue extraditado porque relató "cómo funcionarios cercanos al Gobierno de Álvaro Uribe, como Francisco Santos, actual embajador de Colombia en Estados Unidos; José Miguel Narváez, subdirector del DAS quien tuvo responsabilidad en
la muerte de Jaime Garzón; y Pedro Juan Moreno, amigo personal y secretario de Gobierno de la Gobernación de Antioquia, fueron personas muy cercanas con las AUC".
Asimismo, el exjefe paramilitar señaló que su posible comparecencia ante la Comisión de la Verdad sería, entre otros aspectos, para contar lo que sabe sobre los intervinientes y patrocinadores del proyecto paramilitar que dejó cientos de muertos en Colombia.
Las declaraciones de Mancuso llegaron en una carta del día 3 de septiembre al exministro y asesor del proceso de paz Álvaro Leyva, en la cual advierte que "el país seguirá con otros 50 años de conflicto y presenciando más desplazamiento y narcotráfico, alimentado por gobiernos indiferentes".
Mancuso expresa en su misiva: "recuerdo cuando denuncié públicamente el rearme de algunos desmovilizados y me llamaron mentiroso, cuando confesé que el 35 por ciento de los miembros del Congreso eran personas apoyadas por las AUC me trataron de loco".
"Cuando conté acerca de la parapolítica la negaron, revelé que yo era la prueba viviente de lo que en ese entonces denominé 'Paramilitarismo de Estado', hoy Agente de Estado de facto y me trataron de iluso, se han utilizado medios coercitivos para intimidarme, como torturas, amenazas, persecución judicial a través de montajes como los que he denunciado pública y judicialmente, todo tratando de callarme", agregó en su carta.
Asimismo, Mancuso denunció que "Colombia no conoce la verdad, porque no hubo ni existe interés político de que esto ocurriera ni ocurra, se rasgan las vestiduras exigiendo verdad, pero hipócritamente se impide la reconstrucción de la misma, se instrumentaliza la justicia como forma de venganza".
"El mismo Estado colombiano es quien las está revictimizando, tal y como lo advertí desde un principio de forma pública", agregó.
Tras acogerse a la Ley de Justicia y Paz y desmovilizarse en 2006, Mancuso fue deportado en 2008 a Estados Unidos, donde cumplió 12 años de cárcel. Con posterioridad, cuando su deportación a Italia era casi un hecho, el Gobierno de Colombia empezó a tramitar su extradición por sus procesos pendientes con la Justicia.