Las grandes corporaciones privadas, locales y transnacionales, son el sostén de las perversas derechas venezolanas, especialmente del sector neofascistas que encabezan Leopoldo López y Juan Guaidó.

En estos días asistimos a otro súper-disturbio violento de su parte.

A un fracasado intento chapucero de otra promoción golpista, propio de quienes no tienen raíces en las Fuerzas Armadas Bolivarianas-.

A otro fracasado capítulo desestabilizador de factura CIA, PENTAGONO, TRUMP, POMPEO, BOLTON, MOSAD…

Esperemos otros.

Las extremas derechas venezolanas están tuteladas y financiadas… por ese factor económico-social propietario de

medios masivos, redes sociales hegemónicas, bancos, empresas importadoras y exportadoras, redes comerciales, servicios, fabricas, empresas agroindustriales… que instrumentalizan partidos, ongs, fundaciones y gremios, y hacen sabotajes económicos, desabastecimientos, bloqueos, especulaciones en el marco de su denominada GUERRA DE QUINTA GENERACIÓN.

Igual, ese poder económico paralelo, sostiene células violenta, sobornos a militares y policías, conspiraciones, sublevaciones, compra de inteligencia. Promueve paramilitarismo, ciber-

ataques, guerra mediática y grandes torrentes de mentiras que se presentan profusamente como verdades informativas.

Esto impacta fuera y dentro de Venezuela.

Aquí motiva una mezcla de indignación y vergüenza ajena ver como una abrumadora mayoría de comunicadores y medios, algunos disque “progresistas”, solo saben repetir avalanchas de falsedades, tan evidentes como descaradas.

· CAUSAS DE LA RECURENCIA DE LA PERVERSIDAD.

Los momentos pico son programados periódicamente y amplificados artificialmente, proponiéndose perturbar y desgastar.

Las crisis programadas, siempre de factura imperial, han sido y serán siendo recurrente si no se cortan las raíces y fuentes del mal.

Las derechas políticas son instrumentos del gran capital privado que ambiciona asaltar las grandes riquezas naturales. Se han inflado con las inyecciones del gran capital y la siembra de caos y penurias.

EEUU, FEDECAMARA y organizaciones corporativas del gran capital son el poder detrás de fuerzas políticas sediciosas, las cuales pueden ser reducidas a una mínima expresión si se procede a expropiar a quienes las aúpa.

· PASAR A LA OFENSIVA.

AL imperialismo hay reducirle al máximo sus aliados internos a nivel político y económico y eso puede lograrse rompiéndole el epiplón a las corporaciones y grandes empresas privadas subversivas radicadas en territorio venezolano. Se reforzaría esa decisión aplicando coerción eficaz y sanciones ejemplares a los protagonistas descarados subversión, golpismo y violencia criminal.

Es ahora el caso de Guaidó, Leopoldo López y comparsa, agarrados infraganti.

La prudencia y escogencia de oportunidad tienen un gran valor. Pero el exceso de tolerancia hace daño.

El retardo del el GOLPE DE TIMÓN, (socialización y diversificación de la economía, de construcción del Estado comunal y socialización del poder) afecta aún más.

No basta resistir valientemente como se está haciendo.

Hay que atacar contundentemente al enemigo “interno” que sirve al “externo”, dándole por donde más le duela y pasando a la ofensiva política.

No bastan las victorias tácticas periódicas, dejando intactas cada vez las fuerzas del golpismo y la invasión imperialista, que acecha procurando primero mayor desgaste y fracturas significativas con la suma de agresiones.

Es necesario avanzar sostenidamente hacia la victoria estratégica…