Un nuevo derrame de petróleo ocurrió en la Amazonía peruana, esta vez el incidente se registró en el oleoducto Shiviyacu Capahuari sur del Lote 192, ubicado en el distrito de Andoas, provincia de Datem del Marañón, en el departamento peruano de Loreto, así lo informó el Organismo de Evaluación y Supervisión Ambiental (OEFA).
El organismo internacional indicó que el crudo llegó hasta las comunidades de Nuevo Nazareth y Nuevo Jerusalén, territorio del pueblo achuar ubicado en la cuenca del río Corrientes, cerca del kilómetro 34 de la carretera. Agregó que en ese mismo punto se produjo la ruptura del ducto de 10 pulgadas que transporta el hidrocarburo.
Mientras que, el presidente de la Federación de Comunidades Nativas de la Cuenca del Corrientes (Feconacor), Mongabay Latam Carlos Sandi, informó que alrededor de mil personas de ambas comunidades han resultado afectadas por este nuevo derrame.
El dirigente indígena dijo que el crudo ha causado la contaminación del suelo y del río, de igual modo, manifestó su preocupación por la situación que atraviesan actualmente ambas comunidades.
“El petróleo ha llegado hasta nuestras casas y calculamos que son más de mil barriles que se ha vertido al río, esa es nuestra evaluación”, dijo Sandi. Al mismo tiempo, mencionó que las fotos publicadas en redes sociales muestran cómo están las viviendas.
En la comunidad Nuevo Jerusalén se calculan en 900 las personas que han sido afectadas y unas 100 en el anexo Nuevo Nazareth, precisó Sandi. “La población consume agua del río y ahora está contaminada. Estamos solicitando que brinden atención con agua y alimentos, y que se declare en emergencia toda la zona donde ocurrió el derrame”, comentó el dirigente.
El vertido de crudo se inició el 18 de febrero y, de acuerdo con información del presidente de la Feconacor, continuó por más de tres horas hasta que personal de la empresa canadiense Frontera Energy Corporation —responsable de la exploración y explotación del lote 192— llegó a atender la emergencia.
El dirigente cuestionó también el estado en que se encuentran las instalaciones petroleras. “Son casi 50 años que tienen estas instalaciones y nunca se ha hecho mantenimiento ni se han renovado los ductos. Nos preocupa los problemas de corrosión y desgaste que se deben estar presentando”, dijo Sandi.