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 Según el New York Times, el presidente Joe Biden aprobó en marzo un plan estratégico nuclear altamente clasificado, llamado «Guía de Empleo Nuclear».

Cadenas de Decepciones 

Decepcionarse es parte de un fenómeno histórico naturalizado en las relaciones humanas en virtud de, al menos, dos problemas: 1. confiar sin fundamentos. 2. esperar que todo lo resuelvan otros. No son razones exclusivas, pero sí predominantes. Sus expresiones más bochornosas suelen recular en los laberintos de la política burguesa donde se ha engendrado la decepción como mercancía ideológica. Está de moda decepcionarse fácil y rápido. Incluso algunos psicoanalistas coligen el asunto a su modo.

Además de los conflictos con la realidad, que muchas decepciones conllevan, opera el factor tiempo como condimento que agudiza los daños. Aunque hay decepciones que ocurren muy “pronto” y las hay que demoran en crecer, llevadas a veces por la indolencia propia de no querer enfrentarlas o por cierta habilidad para el engaño endógeno o exógeno. Pero el efecto, con sus matices, suele ser desmoralizante. Para eso se la usa también premeditadamente. Es un “sueño dorado” burgués que sus enemigos se derroten a sí mismos producto del engaño, la manipulación ideológica, del odio contra sus pares y la proliferación de “anti-valores” degradantes. Golpetear al enemigo hasta que pierda todo ímpetu, que abandone la resistencia, desmoralizado, asfixiado en el odio de clase que le inoculan. Desmoralizados y desorganizados somos nada.

Lo que suponemos como inteligencia artificial Lo que se conoce actualmente (s. XXI), como occidente o mundo occidental, después de que se deslastró oficialmente del tutelaje absoluto religioso católico, luterano y anglicano, ha gravitado en la vida práctica y real, más allá de las aproximaciones estéticas de la literatura y del psicoanálisis, entre lo real maravilloso inusitado y el realismo mágico, con una pléyade de flaneurs o simples contempladores, autómatas consumidores, a partir de la ignorancia aprendida.

 

Pese a las mentiras que su actual gobernante repite, difunde e impone a diario para encubrir la terrible realidad en la que su país se hunde más y más como producto de los crímenes de su gobierno, quisiera empezar con una corta síntesis introductoria, acerca de la actual Ucrania, para detenerme luego con más detalle en la monstruosa e insoluble crisis a la que han llevado a ese país la hegemonía absoluta de Estados Unidos, el servilismo cómplice de Europa y, sobre todo, la insaciable habilidad del criminal personaje que la gobierna para cometer con absoluta impunidad los crímenes monstruosos que ha cometido para así poder enriquecerse sin límites y para masacrar, como lo haría el peor de los dictadores genocidas, a su propio pueblo, reducido por él a ser solo una enorme e indefensa montaña humana de carne de cañón, de la que escoge para ello y por la fuerza, grupo tras grupo a diario.

¿Se preparan atentados de falsa bandera en EEUU y el Golfo Pérsico? El actual sistema dominante o establishment estadounidense utilizaría la dictadura invisible del consumismo compulsivo de bienes materiales para anular los ideales del individuo primigenio y transformarlo en un ser acrítico, miedoso y conformista que pasará a engrosar ineludiblemente las filas de una sociedad homogénea, uniforme y fácilmente manipulable mediante las técnicas de manipulación de masas y tendría como pilar de su sistema político la sucesiva alternancia en el Poder del Partido Demócrata y del Republicano (ambos fagocitados por el lobby judío). 

Así, en un discurso pronunciado en la reunión de Nueva York del Congreso Mundial Judío de 2016, el entonces vicepresidente de Obama, Joe Biden afirmó:"Soy sionista, pero para esto no hace falta ser judío", tras lo que se le concedió el "Premio Theodor Herzl'' y se convirtió en el nuevo tapado de la AIPAC.

Ciberactivismo contra la mentira mediática 

Hay una camada de cibernautas, activistas digitales, muy ciberhabilidosos, incluso más inteligentes que los teléfonos inteligentes, que ha logrado comprender y estimar en su justo valor el inconformismo que circula en las redes sociales, infiriéndolo de las emociones, sentimientos, sensaciones y expresiones de los usuarios.

Pudiera declararse que los blogueros conscientes son, en el mejor de los casos, una especie de informadores, reveladores de la verdad, formadores de opinión y guías de conductas.

Mediante sus propias interpretaciones y valoraciones de los hechos objetivos, los blogueros conscientes desarrollan un grado de influencia social.

¿Es Milei el tapado de los globalistas? 

La nueva estrella del firmamento neoliberal argentino, Javier Milei, se habría convertido en el vivo reflejo de la incongruencia trumpiana y habría conseguido suplir su bisoñez en la gestión pública así como el desconocimiento de su programa electoral con el impacto mediático de sus intervenciones públicas. Así, se habría convertido en una “rara avis" que consigue desarbolar cualquier estrategia opositora que sea mínimamente racional, al tiempo que adolecería de serios tics autocráticos.

 

Milei y el neoliberalismo económico

La economía argentina estaría asfixiada por el estratosférico monto de su deuda, estimada en cerca de 406.000 millones de dólares en julio del 2023.

En consecuencia, el expresidente Mauricio Macri (2015-2019) aceptó en 2018 los postulados del Fondo Monetario Internacional para asegurarse un préstamo económico estimado en cerca de 57.000 millones de dólares, quedando de paso Argentina como rehén del FMI.

La guerra en las pantallas 

Puestas sobre las “mesas de redacción”, las armas de guerra ideológica son instrumentos quirúrgicos preparados para desfigurar cotidianamente sobre (contra) la realidad. Se santiguan con la coartada de “informar” sobre la “guerra”, y se solazan, sin empacho, con baños de sangre y espectáculos de cadáveres. Narran al unísono su cometido idéntico, preñado con placer retórico, nada oculto, que exhibe víctimas ensangrentadas a destajo para levantar las banderas de sus moralejas militaristas y exterminadoras. Luchan “periodísticamente” por liderar el paraíso del pavor mediático, preludio de cualquier invasión, cualquier violación de los derechos humanos, cualquier “crimen organizado”. Son décadas de entrenamiento para una saliva diestra en gastos descomunales y muertes a mansalva, los resultados civilizatorios son aterradores pero la prensa burguesa se enorgullece por su rating, sus likes y sus seguidores… Es la “libre expresión” del storytelling macabro.