Entrevista a Luis Arce, candidato a la presidencia de Bolivia 

Luis Arce: "Bolivia está sin democracia" "Postergar elecciones es una ilegalidad" "Siento mucha preocupación porque conozco las consecuencias de un país cuando adopta el modelo neoliberal" "Mi familia sufrió persecución".

Sobre la proscripción y persecución:

Le hemos pedido a los organismos internacionales (UE, ONU) que el país necesita recuperar la democracia. El golpe de estado de noviembre se hizo en nombre de la democracia pero han pasado 8 meses y Bolivia está sin democracia. En ese interín han habido violación de derechos humanos, violación a la libre expresión, persecuciones políticas de todo tipo y han judicializado la política. Yo tengo ya 3 juicios y me han notificado más. Cuando llegué a Bolivia y bajé del avión me estaba esperando un policía con una notificación para que al día siguiente vaya a la fiscalía. Son amedrentamientos y persecuciones y por eso necesitamos a los organismos internacionales que sean observadores y que vengan a velar por las garantías. Se están violando muchos derechos so pretexto de la pandemia. En un marco donde no tenemos democracia y las fechas van cambiando al borde de ser inconstitucional. Muchos organismos internacionales han avalado una ilegalidad con este Tribunal Supremo Electoral al decir que están de acuerdo en determinar 2 unilateralmente una nueva fecha de elecciones. Esto hay que hacerlo en el marco de una ley que establezca un rango de fechas, la ley vigente tiene como límite el 6 de

Reino Unido: piratas, corsarios y tribunales 

La decisión de un Tribunal Supremo del Reino Unido de negarse a devolver 30 toneladas de oro valoradas en 1.2 billones de dólares depositadas en el Banco de Inglaterra, a su verdadero propietario, el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela; y, en cambio, entregárselas a Juan Guaidó, el falso “presidente” marioneta de EE.UU., es un acto de piratería como el que practicaban los piratas Francis Drake y Henry Morgan cuando saqueaban tesoros en el Caribe en la época de las viejas colonias.

Reino Unido: piratas, corsarios y tribunales
Este es otro ejemplo de cómo la Corte de una vieja potencia colonial interpreta las leyes y tratados internacionales en tiempos de Coronavirus-19, a pesar de que el gobierno Bolivariano se ha comprometido a usar el oro para enfrentar la pandemia. En lugar de lo justo lo injusto y los intereses políticos, imponiendo el Derecho del más fuerte sobre una nación con cuyo gobierno no simpatiza, mientras aparenta tener buenas relaciones, pues es sabido que Inglaterra mantiene relaciones oficiales y diplomáticas con Venezuela, existe intercambio de embajadores en ambos países.

¿Qué es lo Normal? ¿Qué es lo Nuevo?

Nueva “normalidad”, si, pero anticapitalista. 

Si nos descuidamos, una cierta emboscada conservadora nos atrapará en el reclamo que implora, a los cuatro vientos, “volver a la normalidad”. Es un “reclamo” que cree que lo “normal” es estar como antes. Volver a lo “normal” indica, acaso, estar como cuando no teníamos problemas o volver a los problemas a que estamos acostumbrados. No serán considerados aquí casos referidos a la Biología o la Química, por ejemplo. Lo “normal” sería: situación mundial de guerras, de falacias mediáticas, de usuras bancario-financieras… lo “normal” sería el capitalismo. Discúlpese la obviedad pero el diccionario de la RAE dice: Normal. Del lat. normālis. 1. adj. Dicho de una cosa: Que se halla en su estado natural. 2. adj. Habitual u ordinario. 3. adj. Que sirve de norma o regla 4. adj. Dicho

Delcy Rodríguez acusa a Guaidó de "delincuente de cuello blanco" por intentar apropiarse del oro de Venezuela en colusión con el Banco de Inglaterra 

La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, acusó este martes al opositor Juan Guaidó de "delincuente de cuello blanco", que intenta apropiarse del oro del país, que se encuentra en custodia en el Banco de Inglaterra.

La funcionaria señaló que Guaidó actúa en "colusión" con esa entidad financiera para evitar que esas reservas, que alcanzan las 31 toneladas de oro y tienen un valor de 1.000 millones de dólares, sean devueltas a las autoridades venezolanas.

"Decidieron hacer un complot para quedarse con el oro de Venezuela, patrimonio público de la Nación", enfatizó la vicepresidenta en conferencia de prensa.

Apoyo popular y respaldo castrense 

A unos cuantos días del golpe de Estado en Bolivia el panorama todavía es confuso. A esta confusión contribuye la mezcla de factores clásicos de los golpes de Estado en Latinoamérica (como la participación decisiva de los militares, tripulados por Washington) con rasgos novedosos, como son la entrada en escena de la versión boliviana de las guarimbas venezolanas y la actuación de bandas paramilitares de golpeadores y asesinos a sueldo para amedrentar a las bases de apoyo al evismo y al régimen derrocado.

También es novedoso el hecho de que el jefe militar de los golpistas todavía no haya asumido formalmente el poder, al estilo Franco, Pinochet o Videla, y que el mando del régimen de facto haya recaído, no se sabe si momentáneamente, en una marioneta.

Podría decirse que hay la presencia de elementos de las reaccionarias revoluciones de colores, tipo Libia, Siria y Ucrania, interactuando con el viejo y muy conocido golpe militar puro y duro.

 

Los acontecimientos de estos últimos días en Venezuela corroboran, por enésima vez pero ahora con total descaro, la intención de Washington de apoderarse de aquel país estableciendo allí un protectorado neocolonial a cualquier precio. La rueda de prensa de John Bolton del 30 de Abril es prueba fehaciente de lo que decimos. Mentiroso serial, actuó y habló con absoluto desprecio por la Carta de las Naciones Unidas que establece claramente el principio de la autodeterminación de las naciones y condena toda tentativa de someter una de ellas a la voluntad de otra. Lo que dijo ese cobarde hampón de opereta -de quien se puede decir lo que Jorge Luis Borges dijera de los militares argentinos: "no oyó en su vida silbar una sola bala"- reposa sobre una premisa excluyente: “Maduro debe irse” y Juan Guaidó, que según Washington es el presidente legítimo de Venezuela, debe asumir sus funciones cuanto antes. Según este turbio

EE.UU. contra Venezuela: amenazar para asustar 

Nadie en su sano juicio puede descartar la posibilidad de una invasión militar de Estados Unidos contra Venezuela. Una muy larga historia de agresiones armadas estadounidenses dan sustento a este modo de pensar. Tan sólo desde la segunda mitad del siglo pasado se pueden consignar las invasiones de Corea del Norte, Cuba, República Dominicana, Vietnam, Laos, Camboya, Granada, Panamá, Irak, Afganistán, Libia y Siria.

EE.UU. contra Venezuela: amenazar para asustar
Sin embargo hay muchos indicios de que, a pesar de la verborrea de Donald Trump, EE.UU. no se propone, al menos en el futuro cercano, invadir Venezuela. La idea yanqui es, más bien, amenazar al pueblo venezolano y a sus líderes menos firmes para asustarlos con el fantasma de la invasión militar y la inmensa cauda de dolor y sangre que esta agresión provocaría.

La Carta Democrática de la OEA contra el Sandinismo 

La Secretaría General de la OEA está promoviendo la aplicación de la Carta Democrática Interamericana en contra del gobierno de Nicaragua. Este instrumento fue creado como un dique de contención en contra de los recurrentes golpes de Estado que atribularon la historia de los países latinoamericanos. Supuestamente debería ser un mecanismo de defensa para gobiernos que se encuentran bajo la amenaza de una ofensiva desestabilizadora que podría tener como resultado la quiebra del orden institucional.  Su Artículo 17 dice explícitamente que “Cuando el gobierno de un Estado Miembro considere que está en riesgo su proceso político institucional democrático o su legítimo ejercicio del poder, podrá recurrir al Secretario General o al Consejo Permanente a fin de solicitar asistencia para el fortalecimiento y preservación de la institucionalidad democrática”.  Es decir, reconoce en el gobierno del país afectado la prerrogativa de