“Chalecos amarillos”: la peculiaridad de lo francés 

Alemania y Japón tienen el dudoso honor de ser dos países en los que jamás triunfó una revolución. No por casualidad fueron también los que, precisamente a causa de ello, dieron nacimiento a  regímenes tan oprobiosos como el nazismo y el militarismo fascista japonés. Por contraposición la historia francesa está signada por recurrentes revoluciones y levantamientos populares. Aparte de la Gran Revolución de 1789 hubo estallidos revolucionarios en 1830, otro mucho más vigoroso en 1848 y la gloriosa Comuna de París de 1871, el primer gobierno de la clase obrera en la historia universal. Luego de su sangriento aplastamiento pareció que la rebeldía del pueblo francés se había apagado para siempre. Pero no fue así. Reapareció en la heroica  resistencia a la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial y luego, con una fuerza arrolladora, en el Mayo francés de 1968.

Prefacio para un desastre 

Habrá que luchar hasta el final, pero la victoria de Jair Bolsonaro parece ya la crónica de una muerte anunciada. Y la palabra muerte está bien usada porque eso es lo que representa este personaje de la “lumpen-política” que durante casi 28 años pasó desapercibido en el corrupto Congreso brasileño. Muerte cuando propuso entrar con un “lanzallamas” al ministerio de Educación para erradicar hasta el último vestigio de las enseñanzas del gran educador Paulo Freire. Muerte porque bajo su égida habrá un considerable refuerzo del autoritarismo en la escuela y en la sociedad, y se librará una guerra sin cuartel al pensamiento crítico en todas sus variantes. Muerte porque ha prometido represión y cárcel para todos quienes representan el pasado petista, aunque no pertenezcan a ese partido. Declaró en varias oportunidades que va a ilegalizar al marxismo y al “gramscismo” (aunque no  dijo cómo) y que recortará

Resultado de imagen 

La sorprendente performance electoral de Jair Mesías Bolsonaro en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del Brasil suscita numerosos interrogantes. Sorprende  la meteórica evolución de su intención de voto hasta llegar a arañar la mayoría absoluta.  Y no fue el atentado lo que lo catapultó la posibilidad de ganar en primera vuelta. Veamos: en los últimos dos años su intención de voto fluctuó alrededor del 15 por ciento, pese a que está próximo a cumplir 28 años consecutivos como diputado federal (y  con sólo tres proyectos de ley presentados a lo largo de estos años). Ergo, no es un "outsider" y mucho menos la personificación de la “nueva política". Es un astuto impostor, nada más.  

El magnicidio y el Golpe Maestro 

El intento frustrado de magnicidio contra el presidente Nicolás Maduro y el alto mando político–militar chavista forma parte de la flexibilidad de la guerra no convencional, híbrida o de cuarta generación. Es aplicado por Estados Unidos para lograr el “cambio de régimen” y el llamado golpe suave contra los gobiernos incómodos, como en Georgia, Ucrania, Brasil, Argentina y ahora Nicaragua, cada uno con sus características particulares. Parte de una concepción estratégica y táctica que se adapta rápidamente, sin complicaciones burocráticas y a bajo costo, a las cambiantes condiciones del teatro de operaciones.

El magnicidio y el Golpe Maestro
La movilización de masas chavista y la firmeza de su dirección política frente a las guarimbas de 2014 y 2017 derrotaron al “golpismo desde abajo”. Lo derrotaron fulminantemente en 2017 con la convocatoria y concurrida elección

En los últimos meses, cientos de ciudadanos fueron torturados y asesinados por grupos violentos en Nicaragua. 

La dolorosa coyuntura actual en Nicaragua ha precipitado un verdadero aluvión de críticas. La derecha imperial y sus epígonos en América Latina y el Caribe redoblaron su ofensiva con un único y excluyente objetivo: crear el clima de opinión que permita derrocar sin protestas internacionales al gobierno de Daniel Ortega, elegido hace menos de dos años (noviembre del 2016) con el 72 por ciento de los sufragios.

En los últimos meses, cientos de ciudadanos fueron torturados y asesinados por grupos violentos en Nicaragua.
Esto era previsible; lo que no lo era fue que en esa arremetida participaran con singular entusiasmo algunos políticos e intelectuales progresistas y de izquierda que unieron sus voces a la de los lenguaraces del imperio. Un notable revolucionario chileno, Manuel Cabieses Donoso, de cuya amistad me honro, escribió en su flamígera crítica al

 

- 1 Todo indica que la MUD -como se deducía de sus repetidas derrotas, y, últimamente, de su desaparición del mapa político-, si no estaba muerta cuando menos estaba en estado de coma. Ahora la acaban de desconectar. AD y otros factores que integran esa frustrada alianza opositora optaron por desertar. Durante los 20 años de gobierno chavista, la oposición fue incapaz de articular una eficaz política de alianzas. Todos los intentos por alcanzar ese objetivo terminaron en fracasos. Así ocurrió en la primera etapa del proceso revolucionario, en la gestión de Chávez, y ahora de Maduro.

2 Lo que sobrevivió del puntofijismo en 1999 consideró que podía unir a los descontentos, y establecer vínculos con diversos grupos y organizaciones partidistas, mediante una política basada en el estímulo del odio y la ejecución de una

AMLO: Golpe al golpismo en Nicaragua 

Formalmente, a partir del 1 de diciembre de 2018 el gobierno mexicano  regirá de nuevo sus relaciones exteriores por los principios de no intervención, libre autodeterminación de los pueblos y solución pacífica de las controversias.

AMLO: Golpe al golpismo en Nicaragua
De modo que a partir de esa fecha el gobierno mexicano dejará de inmiscuirse en los asuntos internos de Venezuela y Nicaragua. O dicho de otro modo el gobierno mexicano dejará de atender y acatar la agenda de Estados Unidos con respecto a esas dos naciones. O expresado de una manera más clara y específica, el gobierno mexicano ya no participará en los esfuerzos de Washington por derrocar a los gobiernos de Venezuela y Nicaragua.

Las claves de la victoria y los desafíos  

Quedó claro que una victoria contundente, como la de López Obrador en México es la conjunción de, al menos, tres factores: una vinculación permanente e irreductible con los frentes de lucha populares; una interpretación profunda y dinámica del malestar social y una organización programática basada en recorrer metro a metro el territorio nacional. Todo eso articulado por una personalidad cuya tenacidad no entiende de fatigas. “A la tercera va la vencida” Y así fue. 

Las claves de la victoria y los desafíos 
La victoria de MORENA-López Obrador es un Rebelión en las entrañas de una estructura democrática severamente dañada por el corporativismo bi-patidista (PRI-PAN) y por una