Aviso

 

Durante un largo tiempo, los grandes grupos económicos han sido la forma de organización corporativa dominante en América Latina. Tal como menciona Grosse (2007), estos grupos se caracterizan por estar controlados por un pequeño número de inversores – típicamente por una o dos familias-  y por lo ampliamente diversificadas que se encuentran sus actividades.

En la región, los grandes grupos económicos dominan buena parte de las industrias nacionales, exceptuando el sector de hidrocarburos, donde las empresas estatales tienden a ser predominantes. Además, la influencia de estos grupos y de las multimillonarias familias que, por lo general, están tras de ellos, trasciende el ámbito económico e incide directamente en las decisiones políticas que se adoptan en sus países.

Manifestación de Latinos contra el gobierno de Donald Trump.   

Sin invasiones militares, golpes de Estado ni grandes desacuerdos en la OEA, las relaciones de América Latina con Estados Unidos son las peores que se han visto en la historia. ¿A qué se debe esta paradoja y hacia dónde nos está conduciendo?    
Hernando Gómez Buendía*

El secreto
Como todos sabemos, Donald Trump fue elegido por los trabajadores blancos de la industria que perdieron sus empleos a raíz de la globalización económica, y por los campesinos evangélicos cuyos valores morales se vieron destronados por la globalización cultural.  

Resultado de imagen para Francisco de Roux 

En el libro “La audacia de la paz imperfecta” (sello Ariel)

Francisco de Roux pide Plan Marshall contra el narcotráfico

Fragmento del ensayo sobre paz y reconciliación escrito por el sacerdote jesuita que dedicó su vida al tema y ahora preside la Comisión de la Verdad.

Especial para El Espectador

Según De Roux “hay esperanza, porque las víctimas serán ahora protagonistas” a través de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, que él preside. / Cortesía Revista “Pesquisa”. U. Javeriana - Felipe Abondano

El presidente de Perú Pedro Pablo Kuczynski 

El afán gubernamental de Perú en pretender excluir al presidente venezolano, Nicolás Maduro, de la VIII Cumbre de las Américas, continúan recibiendo hoy críticas diplomáticas y jurídicas desde diversos ángulos.

El periódico La República, en su editorial del día, destaca la declaración oficial venezolana que aclara que Maduro vendrá de todas maneras porque la “desinvitación” carece de efecto jurídico. Además, afirman que las críticas de Bolivia, Cuba y Uruguay a la exclusión de Venezuela se generan “cuando la diplomacia peruana, contraria a su tradición histórica, endurece su actitud en este asunto, al extremo de sostener que tiene a la mano los mecanismos para impedir -se entiende físicamente- la presencia de Maduro en Lima y en la Cumbre”.

 

La disputa en América Latina ya no es principalmente electoral. La restauración conservadora tiene otros mecanismos. Y no necesariamente son las urnas. La vía elegida casi siempre es otra. Cada caso es diferente: todo depende del país objetivo. Utilizan una u otra herramienta en función del escenario y la disponibilidad. Cada contexto condiciona el método de intervención para detener/eliminar al bloque progresista. Si aún tienen control del Poder Judicial, entonces, se busca esa vía para lograr sentencias en contra; si lo que ostentan es el Poder Legislativo, se procura un golpe parlamentario. Y siempre, sea donde fuere, el poder económico y el poder comunicacional actúan en modo conjunto. El primero usando todas sus armas para poner en jaque el equilibrio económico-social alcanzado; y el segundo erosionando la imagen con