Alwaght- Durante los últimos años, la política exterior de Turquía se ha basado en la teoría del primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, conocida como “Profundidad estratégica” que busca cero problemas con sus vecinos y promueve el neo-otomanismo.
La “Profundidad estratégica” de Davutoglu tiene algunos conceptos fuertes y otros débiles. Entre los puntos fuertes destaca el cambio de postura de Ankara de abandonar su insistencia para unirse a la Unión Europea (UE) a buscar la interacción con los países regionales para obtener una posición estable en el Cáucaso y el Oriente Medio. Por eso, en aquel tiempo, se consideró muy razonable el plan del Partido de Justicia y Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco) de tratar de reducir las tensiones con sus vecinos. Además, los seguidores de esta doctrina intentaron convertir a Turquía en la líder de los cambios de Oriente Medio.
Entretanto y pese a la teoría de Davutoglu, la política exterior de Turquía se enfrentó a serios desafíos en algunos campos. De momento, el análisis de la política exterior turca muestra que algunos de sus intentos diplomáticos para mejorar las relaciones con sus vecinos, especialmente con Irak y Siria, han fracasado.
La continuación de las crisis en Siria e Irak ha afectado la seguridad de Turquía. En este texto, se indican algunos de los principales desafíos que enfrenta Turquía:
1. La incapacidad de controlar a Daesh: Tomando en cuenta los recursos militares y financieros, es muy probable que el grupo terrorista Daesh se convierta en una seria amenaza para Turquía y no pueda controlarlo. Entonces, la presencia de los elementos de esta banda en Siria e Irak se considera una gran amenaza a la seguridad de Turquía.
2. La inseguridad en las fronteras de Turquía con Siria e Irak puede desencadenar la violencia y generar la inestabilidad dentro de Turquía. De hecho, la presencia de los terroristas en los países vecinos se considera un serio desafío para la política exterior de Turquía.
3. Aunque Turquía, como Arabia Saudí, apoya la llegada de los suníes al poder y la debilidad de los chiíes en Irak, sus opiniones son diferentes a las de los saudíes en otros asuntos regionales. Se puede ver estos choques en los asuntos de Siria y Egipto. Entonces, se puede decir que la unidad turca-saudí puede ser débil. De hecho, mientras Turquía apoya el sistema suní de la Hermandad Musulmana en la región, Arabia Saudí hace lo propio con el sistema suní-wahabí. Por tanto, a largo plazo, Turquía podría quedarse sin un buen aliado en la región.
4. La autonomía del Kurdistán de Irak puede crear consecuencias de seguridad y a largo plazo para Ankara y, finalmente, es posible que resulte en la separación y la independencia de las provincias kurdas de Turquía. Del mismo modo, Teniendo en cuenta los vínculos entre los kurdos de Turquía, los de Siria y el partido de los Trabajadores de Kurdistán (P.K.K, por sus siglas en kurdo), el anuncio de la autonomía kurda en Siria, por un lado, dificulta resolver el caso kurdo para Ankara y, por otro, causa el aumento de operaciones de la oposición kurda del Gobierno turco en Siria.
Así que, desde el principio del caos en Siria, Erdogan ha sido cauteloso en cuanto a las actividades de kurdas de Siria e incluso trató de formar una zona segura en el norte de Siria pero, al parecer, la medida del mandatario turco está fracasando.
5. Desde el aspecto económico, la seguridad de Irak y Siria importa mucho a Ankara ya que los dos países conectan Turquía con el resto del Oriente Medio y también los turcos necesitan sus rutas para el transporte de bienes. Por ejemplo, desde el inicio de conflictos en Irak, se ha reducido las exportaciones de Turquía a Irak en un 30 por ciento.
6. La política de abandonar a la mayoría de los actores políticos de Irak y apoyar solo a un movimiento especial ha afectado a la influencia de Turquía en el país árabe ya que se considera que muchas de las medidas de Erdogan en apoyo de los grupos suníes son debido a sus tendencias religiosas.
7. La mayoría de los acontecimientos de Irak se vinculan a los intereses y la seguridad de los países regionales como Turquía, el régimen sionista, Irán, Arabia Saudí y otros países árabes debido al contexto social y especial a la falta de un gobierno poderoso, como el resultado del derrocamiento del régimen de Baas.
Por ello, todos los países mencionados tratan de influir en los procesos políticos y de seguridad de Irak pero empeoran los problemas de seguridad en el país árabe. En realidad, hoy en día los terroristas y otras fuerzas extremistas que operan en Irak se consideran una amenaza para todos los países de la región, incluida Turquía.