Xiomara Castro de Zelaya, del izquierdista partido Libertad y Refundación (Libre), se ha convertido virtualmente en la presidenta electa de Honduras, en los comicios celebrados el domingo 28 de noviembre.
De acuerdo con los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE), con 61,83 % de las actas transmitidas, Castro obtiene 51,88 % de los votos y saca una ventaja de más de 16 puntos sobre su contendiente más cercano, el candidato oficialista Nasry 'Tito' Asfura, del Partido Nacional de Honduras (PNH), que ha conseguido el 35,22 %.
Aunque la victoria aún no es definitiva ni ha sido declarada por el CNE, el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, ya ha reconocido el triunfo de Castro, mediante un mensaje a la nación.
"Quiero felicitarla por su triunfo electoral", dijo el mandatario, que también señaló que seguía en pie su compromiso "por lograr una transición pacífica y democrática".
La victoria también fue reconocida por Asfura. "La felicito por su triunfo y como presidenta electa deseo que Dios la ilumine y la guíe para que en su Administración haga lo mejor para el beneficio de todos nosotros los hondureños", dijo el candidato oficialista en un video, en el que comentó que ya dio el mensaje personalmente a su contendiente.
Con su triunfo, Castro, que además de Libre se presentó por la alianza de este partido con la Unión Nacional Opositora de Honduras (UNOH), se convierte en la primera presidenta del país centroamericano.
Activismo tras el golpe de Estado
Castro, de 62 años, es esposa del expresidente hondureño Manuel Zelaya, derrocado mediante un golpe de Estado en 2009, con quien está casada desde 1976. La pareja tiene cuatro hijos: Zoe, Héctor Manuel, Hortensia Xiomara y José Manuel; y cinco nietos.
Esta mujer es licenciada en administración de empresas y, en el ámbito privado, estuvo al frente de los negocios de empresas agrícolas y ganaderas familiares.
Después del golpe de Estado, Castro encabezó las manifestaciones por la restitución del orden constitucional en Honduras. Aunque no se consiguió la vuelta de Zelaya a la Presidencia, ese movimiento de protesta se transformó en el partido Libertad y Refundación (Libre) en 2011, que preside su esposo desde su fundación.
Libre, desde entonces y consiguiéndolo ahora, buscó romper con el bipartidismo que impera en Honduras desde hace más de 100 años, con el PNH y el Partido Liberal (PLH), que gobiernan el país desde fines del siglo XIX.
En 2013, Castro participó por primera vez como candidata presidencial, en representación de Libre, pero perdió contra el ahora saliente mandatario.
En los comicios de 2017, aunque ganó las elecciones internas para ser la candidata de la izquierda, cedió su lugar al conformarse la Alianza de Oposición contra la Dictadura entre Libre y el Partido Innovación y Unidad, que escogió como aspirante a la Presidencia a Salvador Nasralla. No obstante, este perdió ante Hernández, quien fue reelecto.
Principales retos
Pobreza, desigualdad, empleos informales, corrupción, violencia y el covid-19 son algunas de las crisis que afectan a los hondureños, que se ven obligados a abandonar el país, en una migración forzada, en busca de oportunidades.
Las caravanas de migrantes hacia EE.UU. no cesan. Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) al cierre del año fiscal 2021, en septiembre pasado, se informó que fueron detenidos 308.931 hondureños, que intentaron cruzar la frontera sur del país norteamericano en los últimos 12 meses.
En 2019 Honduras registró una tasa de pobreza de 59,3 %, que aumentó en 2020 a 70 % y que al cierre de este año podría llegar a 75 %.
De acuerdo a datos del Banco Mundial, Honduras experimentó entre 2017 y 2019 la segunda tasa de crecimiento económico más alta de Centroamérica, superada solo por la de Panamá; con 4,8 % de aumento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2017, 3,7% en 2018 y 2,7% en 2019.
Sin embargo, en 2020, al igual que casi todos los países del mundo, debido a la pandemia del covid-19, la economía hondureña se contrajo, alcanzando -9 %, según un boletín del Banco Central de Honduras.
Pese al aumento sostenido los años previos a la pandemia, el país enfrenta niveles altos de pobreza y desigualdad. De acuerdo con un boletín de la estatal Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), en 2019 Honduras registró una tasa de pobreza de 59,3 %, que aumentó en 2020 a 70 % y que al cierre de este año podría llegar a 75 %.
Además de esto, cerca de la totalidad de la población ocupada, el 81,4 %, tiene empleo informal, de acuerdo con cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La violencia es otro de los flagelos que afecta a los hondureños. De acuerdo al Boletín 56 del Observatorio de la Violencia la Universidad Autónoma de Honduras, publicado en junio de 2021, en todo 2019 se registraron:
- 4.099 homicidios en el país, 365 más que el año anterior.
- Un promedio de 11 homicidios diarios.
- La tasa nacional fue de 44,8 muertes violentas por cada 100.000 habitantes.
Todas estas situaciones son causa de la migración forzada que viven los hondureños. El Instituto Universitario Democracia, Paz y Seguridad de la Universidad Autónoma de Honduras, en un texto de 2018, señala que esto también se debe a un "déficits de democracia, de desarrollo" y "es resultado de la exclusión y la corrupción".
En el documento indican que en la últimas cuatro décadas, quienes han gobernado "vendieron bienes del Estado, unos subvaluados y otros llevados a la quiebra de forma intencionada para favorecer a diferentes grupos de poder" y "privatizaron o desaparecieron empresas del Estado [...] todas dedicadas al desarrollo incluyente". Asimismo, mencionan las concesiones a empresas privadas de "aeropuertos, puertos, carreteras"; compañías a las cuales se les aprobó un régimen de "exoneraciones" de impuestos.
En relación con el covid-19, según las cifras oficiales de la Secretaría de Salud, hasta el 17 de noviembre pasado se registraron en este país centroamericano 377.293 casos positivos de coronavirus y hasta entonces habían fallecido por esta causa 10.373 personas.
Hasta la misma fecha, en este país, de casi 10 millones de habitantes, se habían aplicado 7.743.055 dosis de fármacos contra el coronavirus, pero solo 3.212.890 personas tenían el esquema completo de las dos vacunas.
"Construcción del Estado socialista democrático"
La llegada de Castro al poder, además de romper con el bipartidismo, pone fin a la era Hernández, un presidente que es señalado en cortes de EE.UU. de tener presuntos vínculos con el narcotráfico.
Castro también ha dicho que con su triunfo revertirán "12 años de lágrimas y de dolor", que son contados a partir del golpe de Estado de 2009.
"Vamos a formar un gobierno de reconciliación en nuestro país, un gobierno de paz y justicia, vamos a iniciar un proceso con toda Honduras para garantizar una democracia participativa"
La noche del domingo anunció el inicio de una era de "prosperidad" y "solidaridad", por medio del "diálogo con todos los sectores, sin discriminación y sin sectarismo".
"Vamos a formar un gobierno de reconciliación en nuestro país, un gobierno de paz y justicia, vamos a iniciar un proceso con toda Honduras para garantizar una democracia participativa, una democracia directa, porque vamos a las consultas populares. Eso será una norma para gobernar", manifestó.
En su plan de gobierno, presentado para estos comicios, Castro propone la "construcción del Estado socialista democrático".
Aunque en el documento se habla sobre la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), en entrevista con RT, el exmandatario Zelaya dijo esta "no es una propuesta que esté vigente", puesto que cuando hicieron alianzas, con movimientos "de centro derecha y derecha", se indicó que en ese momento no había condiciones para desarrollar dicha asamblea.
Entre otras cosas, en el plan de gobierno también plantea derogar leyes como las que facilitaron la creación de Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE), al considerar que dan amparo a corruptos y narcotraficantes.
"Las leyes con que opera la dictadura tienen que derogarse, y restaurarse los derechos civiles perdidos, propósito que otros podrían compartir", dice el documento.
Asimismo, propone la creación de una Comisión Internacional contra la Corrupción e Impunidad en Honduras, bajo la asesoría de las Naciones Unidas.
"Para combatir la corrupción, hay que cambiar el sistema que la reproduce, refundar las funciones básicas del Estado, de la justicia y las instituciones republicanas, con cuyo rompimiento y descalabro en 2009 comenzó esta deriva", menciona en el texto.
Entre otras promesas está la creación de un modelo económico alternativo que se fundamente en fortalecer y hacer crecer el rol del estado en la Economía, especialmente en las áreas estratégicas y de servicios públicos, y formulación y ejecución de políticas públicas dirigidas al fortalecimiento de los diferentes tipos de empresas y de propiedad. En esta misma materia trabajará por "no más monopolios ni oligopolios, ni exenciones fiscales o exoneraciones que constituyen privilegios innecesarios para el desarrollo".
También plantea el rescate y fortalecimiento del sistema sanitario público, aumentando sustancialmente el presupuesto a salud, y asegurando la vacunación contra el coronavirus, accediendo a otros proveedores como China continental y Cuba; transformar el sistema educativo, orientándolo hacia un desarrollo social sostenible, además de garantizar educación gratuita y universal; en materia laboral, un salario justo, digno y remunerador para todos; y en cuanto a seguridad, resolver las causas socioeconómicas estructurales de la delincuencia y la violencia, asegurando las oportunidades de estudio a los jóvenes y de empleo a todos.