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El Secretario Ejecutivo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos, Sacha Llorenti, se pronunció sobre un reportaje del diario argentino La Razón, en el que se da por sentado que Estados Unidos tuvo una participación clave en los preparativos del golpe de Estado llevado a cabo en Bolivia en 2019, así como su solicitud a gobiernos afectos para que no reconocieran los resultados de aquellas elecciones.

La máxima autoridad el ALBA-TCP, escribió en su cuenta de twitter una reflexión en la que respalda la información manejada por el medio de comunicación. “Esta información es clave: permite conocer la antelación con que EEUU planificó el golpe en Bolivia, la construcción de la matriz de fraude, la excusa del Trep, el accionar golpista de la OEA, el rol de militares y policías, y el apoyo de Macri y Moreno”, aseguró.

https://twitter.com/SachaLlorenti/status/1415391860240044033?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1415391860240044033%7Ctwgr%5E%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fultimasnoticias.com.ve%2Fnoticias%2Fgeneral%2Fsale-a-la-luz-informacion-que-compromete-a-eeuu-con-el-golpe-en-bolivia%2F

En la citada información se revela que “en una cena con delegados de la OEA, UE, Brasil, Perú y Argentina, en julio de 2019, Estados Unidos afirmó que era “clave” que esos países “levantaran la voz” sobre la transparencia de las elecciones, de las que supuso “un escenario de fraude”.

Asegura que un cable diplomático transmitido el 30 de julio de ese año a la Cancillería de Argentina por su embajada en La Paz, al que tuvo acceso el medio, cuenta detalles de la reunión que el 25 de julio convocó en su residencia el entonces encargado de Negocios de Estados Unidos en Bolivia, Bruce Williamson, en honor del visitante subsecretario adjunto para el Hemisferio Occidental, Kevin O’Reilly.

“Durante la cena se conversó largamente sobre la situación política actual en Bolivia y el escenario electoral”, cita el parte cuyo pie de firma menciona a “Álvarez García” y fue enviado a las 17.12 de ese 30 de julio, bajo prioridad “muy urgente”, a la Secretaría Privada del ministro de Relaciones Exteriores de Argentina.

Cuenta que a la cena fueron invitados, además del Consejero Político, Económico y Comercial y el Director Adjunto de dicha sección de la Embajada de Estados Unidos, el representante de la Organización de Estados Americanos (OEA), el jefe de la Misión de la Unión Europea (UE), y los embajadores de Brasil y Perú, y el Encargado de Negocios de Argentina en Bolivia.

Menciona el cable diplomático que O’Reilly expresó su preocupación sobre las elecciones generales del 20 de octubre y consideró que “resultaba clave que los países citados para la ocasión levantaran, al tiempo que bajan el nivel de la agenda, la voz respecto de la transparencia del acto electoral en ciernes, ya que Estados Unidos, en este momento en Bolivia, carece de recursos eficaces como los de los países de la región”.

Además, el informe cita que O’Reilly anticipó un eventual fraude. Ante la victoria de Morales, “de cualquier manera, sea porque se dará el escenario que indican las encuestas o porque, si fuera necesario, podría configurarse un escenario de fraude, en particular, en las localidades más pequeñas del interior del país, en los departamentos en los que la fórmula del MAS (Movimiento Al Socialismo) es ampliamente favorita”, recuerda el informe argentino.

Entonces, la visita de O’Reilly generó susceptibilidades en el oficialismo. “Ojalá no esté viniendo a darles un tipo de mensaje a la oposición”, dijo el diputado del MAS Lino Cárdenas, según ANF.

Las elecciones del 20 de octubre se desarrollaron en un clima de tensión y quien cuestionó en sendas intervenciones el proceso —por la organización y la candidatura de Evo Morales— fue Carlos Mesa, entonces candidato por Comunidad Ciudadana (CC).

Al día siguiente de las elecciones, el candidato de CC llamó a movilizaciones y vigilias frente a los tribunales. Consideró que fue víctima de una “fraude escandaloso”.

Luego se desataron movilizaciones, a las que se sumó el entonces presidente del Comité pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, que se decantaron con la renuncia de Morales el 10 de noviembre. Horas antes, la OEA había adelantado su informe en el cual ponía en duda la transparencia de las elecciones, informe que posteriormente fue asumido por el mismo ente, como un documento que no estaba apegado a la realidad.

Con información de La Razón