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En enero comienza la campaña en Bogotá para revocar el mandato del alcalde Peñalosa

En Bogotá se constituido el comité promotor de la campaña por la revocatoria al mandato del Alcalde Enrique Peñalosa. Para el lunes 2 de enero se ha convocado en la sede del sindicato Sintratelefonos (Carrera 8 No. 20-57) en horas de la mañana a una asamblea general y a partir de las 2:00 de la tarde se procederá a radicar ante la Registraduría dicho comité para iniciar como tal este gran movimiento en las 20 localidades del Distrito Capital.

 

“Nos vemos el lunes 2 de enero en Sintratelefonos a partir de las 8:00 am para compartir el documento central de la campaña y a partir de las 2:00 pm. nos dirigiremos a Registraduría”, señala a invitación divulgada en las redes sociales por el grupo de ciudadanos, quienes se apoyan en la Ley 134 para desarrollar dicha jornada.

 

En la campaña para revocar el mandato al alcalde Peñalosa se unen diferentes procesos populares, organizaciones de trabajadores, movimientos sociales y políticos, y la ciudadanía en general, cuyos integrantes se han declarado indignados e insatisfechos con las políticas del alcalde.

 

“En diferentes campos, su política lesiona los derechos económicos y sociales adquiridos y las perspectivas de un desarrollo de ciudad justo, democrático, incluyente y ambientalmente sustentable”, indica el informativo.

 

El acuerdo de unidad para la Revocatoria a Peñalosa, surge tras importante reunión llevada a cabo el 20 de diciembre de 2016 en la que se logra concretar la unidad de acción. Es una dinámica que comenzó en distintos espacios y escenarios de la ciudad capital desde muy temprano al iniciar el mandato del gobernante neoliberal. Hay quienes afirman que el mandatario capitalino pasó un primer año lleno de severos dolores de cabeza y que durante el 2017 tendrá que afrontar una nueva tormenta política y social de la cual, seguramente, no saldrá bien librado.

 

En el documento también se señala que “mientras la ciudadanía ha defendido el patrimonio público, la movilidad, las garantías laborales, los derechos a la educación y la salud, los derechos de las mujeres, poblaciones LGBTI y étnicas, el derecho al ambiente y al territorio, y se ha pronunciado a favor de un modelo democrático de ciudad, el respeto de los vendedores ambulantes y los habitantes de calle, la promoción y acceso al arte, la cultura y los medios de comunicación, la participación ciudadana en las decisiones y por una política integral de paz y derechos humanos, el afán del alcalde ha sido, por el contrario, imponer a toda costa un modelo de ciudad excluyente, orientado a los negocios, la generación de rentas del suelo, la inversión de capital y la obtención de utilidades económicas privadas”.