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La suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff(dcha), y el presidente interino, Michel Temer.

La suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, criticó el lunes al presidente interino, Michel Temer, por acercar su política exterior hacia EE.UU. y alejarse de los países latinoamericanos.

"Ellos hablan grueso con Bolivia y fino con Estados Unidos", dijo Rousseff durante un discurso en el acto de presentación de un libro que aborda el proceso de destitución que enfrenta la mandataria, titulado "La Resistencia al Golpe de 2016".

 

 

Asimismo, recalcó que el Gobierno que ella encabezaba tenía "un compromiso" con los países de América Latina, de África y con el grupo BRICS (Brasil, Rusia, La India, China y Sudáfrica).

 

Rousseff ya había criticado al nuevo canciller del Gobierno interino, José Serra, cuya prioridad en materia de política exterior es "volver a acercarse" a "socios tradicionales" de Brasil como Estados Unidos y la Unión Europea (UE), además de estrechar relaciones con Argentina y México.

Igualmente, la suspendida mandataria aludió a la dimisión del ministro de Transparencia, Fabiano Silveira, ocurrida el mismo lunes después de que se filtrara a la prensa una grabación en la que se le escucha formular críticas contra las investigaciones en la estatal Petrobras.

 

Según Rousseff, las grabaciones exponen que Temer quería "volver oscura y opaca la transparencia" con la creación de ese Ministerio, que antes no existía. Además, destacó: "Nunca tuvimos un Procurador General separado, siempre cumplieron su función".

 

La dimisión de Silveira es la segunda que se produce en el Gobierno de Temer después de que revelaciones similares hicieran dimitir al ministro de Planificación. A raíz de ello Rousseff dijo que "los propios golpistas grabados" constataron que el proceso de destitución fue impulsado para "parar" las investigaciones de corrupción en Petrobras.

 

Temer, acusado por Rousseff  de ser el “jefe de la conspiración” y cooperar con la oposición para dar un “golpe de Estado contra la democracia” en Brasil, enfrenta cada día el rechazo de los brasileños, entre otros asuntos, por su agenda neoliberal.