“No he cometido delito alguno susceptible de juicio político”, así lo afirmó la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, sobre la decisión de la Cámara de Diputados tomada este domingo.
“Los actos por los cuáles estoy siendo señalada, fueron practicados por otros presidentes de la República y no fueron considerados ilegales”, manifestó.
Asimismo, añadió, “siento injusticia porque considero que este proceso no tiene bases suficientes”, dijo.
“Es horrible que un vicepresidente que en el ejercicio de su mandato conspire contra la presidenta, además de forma abierta(…) Quieren acceder al poder y no tienen votos para ello”, manifestó al tiempo que destacó que enfrenta un Golpe de Estado.
Manifestó que a pesar de la injusticia se siente fuerte, “no voy a sentirme desanimada, voy a luchar como lo he hecho toda mi vida por la democracia. Voy a participar y defenderme en el Senado”.
“No comenzó el fin, apenas estamos comenzando la lucha y será larga. Es una lucha de todos los brasileños por la democracia, porque sin democracia no hay y no habrá una capacidad para que las personas puedan retomar las políticas de ayuda social y económicas”, expresó.
Este domingo la Cámara baja de Diputados aprobó el llamado 'juicio político' contra Rousseff, con 367 votos a favor, 137 en contra, siete abstenciones y dos ausencias.
Anunció, que lanzará otras medidas y asomó que es necesario organizar un nuevo gobierno” espero que el Congreso no se quede detenido y apoye las medidas económicas”.
El Senado brasileño tendrá en sus manos decidir la continuidad o no del pedido de juicio político contra Rousseff. Este martes los líderes de los partidos políticos con representación en el Senado deberán indicar los 42 delegados que integrarán la comisión para abordar el tema.