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Cuando la administración de Ronald Reagan logró que la cámara de representantes de los EEUU le aprobara su propuesta de presupuesto para apoyar a las fuerzas paramilitares nicaragüenses, fue uno de los mayores triunfos en su campaña contra  “el comunismo que se quería apropiar de América Latina”. Pero un pequeño pueblo del norte de EEUU, casi vecino de Canadá, se pronunció en contra de esta medida. Fue Burlington, Vermont, una localidad universitaria, frío y con una economía pujante.

 

Para el momento del desembolso a los CONTRAS nicaragüenses, 1986, el alcalde de este pequeño pueblo era Bernie Sanders electo en 1981. Sanders, tras fracasar en su carrera para ser gobernador de Vermont,  fue electo alcalde y es uno de los primeros políticos en ganar con una agenda socialista.

 

La primera movida política de Sanders en contra de la política intervencionista de Reagan fue un rechazo directo a la iniciativa que mencionamos arriba a nivel de alcalde. Luego de esto fue a llamar a un cabildo ciudadano para que la cuidad tuviera una postura de política exterior sobre el tema. La asistencia fue poca y se decía de Bernie quería desviar la atención de los agujeros que habían en la calle, hablando sobre política exterior.

 

No era raro en Bernie estas posturas radicales, bueno, radicales en el contraste con el estadounidense promedio. Se codeó con Martin Luther King y en su historial legislativo apoyó leyes que fueron consideradas extremas, y votÓ en contra de iniciativas militares de EEUU en otros países. Creó en su pueblo, una base de campaña en contra de la política anti-comunista de Reagan en un pueblo de solo 40,000 personas.

 

Para Sanders los gobiernos locales no debían alienarse de la política internacional:

 

No veo una línea imaginaria que separe al gobierno local, al gobierno estatal, de las políticas exteriores.

 

Por eso es que él asumió la iniciativa de muchas cosas de la agenda mundial, Vermont ya el siendo líder del estado tuvo una oficina para la no proliferación de armas nucleares y de políticas para combatir el hambre en África. Incluso, el se auto nombro embajador de buena fe, viajando a los países que EEUU estaba en malas relaciones o ninguna relación: Nicaragua, Cuba, la Unión soviética. Tan grande fue el grado de compromiso que su luna de miel la hizo en la URSS.

 

Sanders en su visita a Nicaragua en el 1985, fue recibido por el presidente del país Daniel Ortega, él fue el miembro del gobierno de EEUU de más alto nivel en visitar el país en medio de la tensión de la guerra fría y menciono que fue recibido amistosamente, como si fuera un nicaragüense que había regresado a su país. Él vino en dos misiones, la primera fue crear un lazo de amistad y colaboración comercial entre Vermont y Puerto Cabeza, lo cual no fue permitido por el gobierno central de EEUU, la segunda misión fue desmentir la maquinaria mediática de EEUU sobre la realidad Nicaragüense. No logro ninguna de las dos pero entablo una amistad política con la causa sandinista que lo sigue hasta estos días.

 

En su visita a Nicaragua, se reunió con Ernesto cardenal por el cual sentía una gran admiración y el dijo:

 

Él de alguna manera te recuerda a un hippie. El está muy orgulloso de la poesía. Está trabajando fuertemente en eso, no solo enseñarle poesía al pueblo, ensenarle a los trabajadores, a los militares, a la policía…es una persona increíble

https://www.youtube.com/watch?v=rmlmGKKm1Xg