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Objetivos de Putin en negociaciones tras la retirada de sus fuerzas de Siria

Alwaght- El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció a principios de la semana, la decisión de retirar la mayoría de sus fuerzas en Siria. Antes que nada, hay que tener en cuenta que la intervención militar rusa en el país árabe fue una medida tan inesperada como lo es ahora su retirada. De hecho, “estas sorpresas” no son extrañas si se echa un vistazo a la forma en que Putin toma las decisiones políticas clave del país. Además, cabe destacar que, tal como Putin dijo, Rusia quiere retirar la mayor parte de sus militares y no a todos.

 

El gobierno ruso afirma que ya ha cumplido su misión principal en Siria y, por tanto, solo una base militar aérea seguirá en funciones para supervisar la tregua. Por eso, Rusia mantiene algunas fuerzas en Siria y su disposición para llevar a cabo operaciones en el país árabe. Por otro lado, los rusos dicen que han tomado la medida en coordinación con el gobierno sirio. Eso significa que la estabilidad en Siria se ha recuperado en un nivel apropiado (según los rusos) y el equilibrio del poder en el campo de batalla ha cambiado a favor de las tropas sirias y sus aliados.

 

Cuando Rusia decidió intervenir en Siria su objetivo era garantizar la seguridad de la base militar de Tartus y expandir su presencia militar en Oriente Medio hasta un nivel adecuado. Además, Moscú quería impedir la llegada al poder de un gobierno con tendencias occidentales o con la ideología de Daesh. Ahora la actual situación es adecuada para Putin, ya que, al inicio de las negociaciones de paz sobre Siria, en la mesa de diálogos con el Occidente y sus aliados, puede recibir concesiones políticas sobre Siria y más allá. De ahí que el presidente ruso haya dicho: “espero que esta decisión sea una buena señal para todas las partes del conflicto sirio”.  Parece que en el marco de su reciente acuerdo con EEUU sobre la tregua en Siria ha recibido las garantías necesarias para que Washington no permita a Arabia Saudí y Turquía intervenir en Siria.

 

Otro punto que resalta en el anuncio de la retirada rusa de Siria es su coincidencia particular con el inicio de los diálogos, lo cual apunta a que sea una medida propagandística. Esto se desprende de un comentario de Washington en el cual dijo que esperará los pasos prácticos de Rusia sobre la retirada de sus militares de Siria. Los rusos normalmente no ponen en práctica las medidas que anuncian. En general, tras el derrocamiento del exdictador libio Muamar Gadafi, las posturas del Kremlin ante el Occidente se basan en la desconfianza. Por ejemplo, tras el inicio de la crisis en Ucrania, Rusia rechazaba su presencia militar en el este de Ucrania mientras había desplegado fuerzas en ese país.

 

Parece que la retirada parcial de Rusia de Siria transmitió también mensajes para los aliados de Moscú, el presidente Al-Asad, Teherán y Hezbolá. Al comienzo de las negociaciones en Suiza, a los rusos no les convenía que Al-Asad enfrentase pocas presiones para obligarlo a otorgar concesiones a los opositores. Esto como una medida importante de los rusos para aumentar su credibilidad entre los opositores sirios, por un lado, y recibir concesiones de Occidente, por el otro. El objetivo clave de Rusia es que el Gobierno sirio no tenga una identidad  pro occidental o pro takfirí pero tampoco que Al-Asad se perpetúe en el poder. Rusia espera que el Occidente le otorgue concesiones por su retirada militar de Siria. Además, no hay que olvidar que la intervención en Siria ha acarreado a Rusia serios costos financieros mientras Occidente ha impuesto sanciones en su contra por la crisis ucraniana.