Sindicatos del transporte público, educación y salud se adhirieron ayer a la huelga convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT), principal organización sindical argentina, y la Central de los Trabajadores (CTA), en una jornada -calificada de “exitosa” y “contundente” por sus promotores- que paralizó el país.
“El paro es un éxito, ha mostrado en todo el país la disconformidad con la política económica del Gobierno. Hay cada vez más despidos”, dijo Carlos Acuña, dirigente de la CGT.
Los gremios calcularon en 90% la adhesión al paro.
En tanto, el ministro del Trabajo, Jorge Triaca, reconoció que el paro tuvo una alta adhesión”, pero criticó a los sindicalistas acusándolos de actuar con motivaciones políticas, en un año en que se celebran elecciones legislativas el 22 de octubre.
“La concentración económica crece y en la misma proporción crece la miseria. La situación es dramática. Hay que tomar medidas urgentes”, dijo el secretario de la CGT, Julio Piumato.
La protesta afectó a bancos, transporte público, incluyendo puertos y aeropuertos, con cancelación de 26% de los vuelos, mientras en algunos piquetes de trabajadores, que bloqueaban accesos a la capital y vías principales hubo violentos choques con la policía. Trabajadores denunciaron represión.
Foro económico
En medio de la paralización del país por la huelga general, el presidente Mauricio Macri expresó su intención de “poner los problemas sobre la mesa, encararlos y resolverlos”
durante la inauguración del Foro Económico Mundial para América Latina.