El paro más grande en la historia de Colombia fue en el año 1977, años después y a pesar de que fue la CSTC la que lo asumió en las calles, se supo que quienes los impulsaron por intermedio de Tulio Cuevas presidente de la UTC en la época, fueron el Ospino-Pastranismo en contra de la presidencia de López Michelsen.
Pareciera que la historia se repite una y otra vez y como siempre pocas familias son las que mueven los hilos del poder en nuestro país, en días pasados las centrales decretaron un paro nacional para el día 17 de marzo, indudablemente un paro se justifica pero lo que no se justifica es que el paro sea un favorcito al mafioso de Alvaro Uribe Velez. Por un lado Julio Roberto presidente de la CGT dice abiertamente que comparte los idearios del uribismo, por otro lado el senador Robledo, que ladra hasta bonito y es jefe político del sector que se tomo por asalto la central más importante CUT, se la pasa tomando tinto a escondidas con los jefes del uribismo, entonces uno no sabe si el paro va en contra de las nefastas medidas económicas de Santos o más bien pretende minar el proceso de paz con el estado Colombiano.
Como dicen coloquialmente al perro no lo capan dos veces, no se puede olvidar el papel del expresidente y narcocongresista que en su mandato acabo con cientos de empresas estatales, que reino con el asesinato y desaparición forzada de miles de líderes populares y campesinos, que en la actualidad casi todo su gabinete, familiares y amigos están acusados de narcotráfico y paramilitarismo, entonces con ese panorama yo no entiendo como alguien que se dice apoya la clase obrera se presta para semejante despropósito, hoy el sector mayoritario del sindicato de educadores del Meta (ADEM) que por cierto son fieles simpatizantes del MOIR, desmontaron arbitrariamente la movilización aprobada por las bases en su asamblea de delegados para fortalecer el paro Uribista.
El pueblo colombiano y en especial los jóvenes viven hoy una etapa de resistencia y rebeldía nunca antes vista, desde el indignante aumento del salario mínimo, hasta la continua venta de empresas públicas estatales se han generado una oleada de movilizaciones y manifestaciones populares que ya ni los medios de comunicación han podido ocultar, los trabajadores estamos cansados de tanta burocracia sindical que reina en nuestras centrales, momento propicio para reflexionar que tipo de dirigentes o directivos sindicales queremos dentro de nuestros sindicatos.