El Papa Francisco en su gira por Colombia beatificará al sacerdote Pedro María Ramírez y al Obispo
Jesús Emilio Jaramillo el próximo 8 de septiembre en Villavicencio. El cardenal primado de
Colombia, Rubén Salazar, dijo en un foro "Que bueno que la visita del santo padre nos ayude a
vencer la polarización política" [1]. Lo paradójico es que justamente la beatificación de Ramírez y
Jaramillo es la legitimación del papel de la Iglesia católica en el conflicto armado, al lado del Partido
conservador y de las Fuerzas armadas gubernamentales. La Iglesia no es un ente absolutamente
monolítico, está atravesada por las contradicciones que se viven en las sociedades, pero es una
institución lo suficientemente centralizada como para haberse constituido en un Estado,

El
Vaticano, con los necesarios recursos económicos, políticos y humanos como para jugar un papel
destacado en la política mundial y en cada uno de los países donde tiene presencia. Por otra parte
es pertinente distinguir entre la concepción filosófica de la cristiandad, aquella que lucha contra la
injusticia y defiende la igualdad de los seres humanos y otra la posición política que asume en
determinados momentos, en este campo las instituciones eclesiásticas razonan como cualquier
persona, adoptando comportamientos bastante terrenales, es decir, que no se diferencian en nada
de cualquier pecador o ateo. 

Leer Libro: https://www.rebelion.org/noticias/2017/9/231220.pdf