La invasión de republicanos trumpistas al Congreso no solo afectó las paredes del Legislativo, sino los mismísimos cimientos del sistema político estadounidense.
Concentrados desde la mañana a las afueras del Capitolio, los seguidores de Donald Trump iniciaron el desarrollo de lo que se convirtió en un motín de republicanos dentro del Congreso.Foto:Twitter @MaxBlumenthal
En una ola descontrolada de violencia, fueron cruzadas barricadas y escaladas las paredes del Capitolio en Washington D.C., para interrumpir la sesión de certificación del nuevo presidente.Foto:Twitter @rolandoteleSUR
Personalidades políticas, intelectuales y artistas nacionales e internacionales calificaron los disturbios como un intento de golpe de Estado.Foto:Twitter @rolandoteleSUR
Los integrantes de las protestas volcaron parte de su furia contra medios y periodistas que cubrían los hechos en el lugar.Foto:Twitter @rolandoteleSUR
Tras ingresar al recinto, los manifestantes se aglomeraron en los pasillos del Congreso con banderas y gritos violentos en apoyo al presidente saliente.Foto:EFE
La turba rompió ventanas, amenazó a periodistas y superó a los guardias de seguridad que resguardaban el edificio.Foto:EFE
El recién electo presidente Joe Biden declaró que los hechos no conforman una protesta, sino una insurrección.Foto:Twitter @PaolaRojas
Entre armas y barricadas improvisadas, legisladores se refugiaron en las oficinas mientras los insurrectos se mantenían en los pasillos del órgano.Foto:Twitter @rolandoteleSUR
El desborde de violencia dentro y fuera del Congreso de los Estados Unidos en rechazo a los resultados electorales, finalizó con la muerte de cuatro personas, decenas de heridos y 68 detenidos registrados hasta los momentos.Foto:EFE