Con terror, profunda tristeza y mucha indignación hemos recibido las noticias sobre 6 personas asesinadas, más de 100 heridas y por lo menos 22 desaparecidas, a manos de la fuerza pública del Estado mexicano, en el marco de la jornada de movilización del 19 de junio de 2016 en Noxistlan, Estado de Oaxaca.
Desde el Congreso de los Pueblos, Colombia, condenamos tajantemente la represión y la criminalización de la movilización social. Exigimos al Estado mexicano el respeto por el derecho fundamental a la vida y a la protesta. Así mismo exigimos que cese el terrorismo de Estado que desaparece, encarcela, tortura y asesina a ciudadanos que defienden los derechos humanos, y que luchan por sus derechos civiles y políticos.
Es inaceptable que el Estado Mexicano no sólo no cumpla con los deberes más básicos que la democracia exige al consultar a los maestros y maestras sobre la reforma de la Ley General de Servicio Profesional Docente, que tiene implicaciones directas sobre sus empleos, y sobre el futuro de todo el pueblo mexicano, sino que además, bajo una lógica neoliberal de privatización y una dinámica de terrorismo de Estado, la policía federal y la policía estatal repriman brutalmente la movilización social, desencadenando el trágico final que han venido denunciando las organizaciones sociales de México.
Sabemos muy bien que ante la imposición de un modelo económico de despojo y miseria para el pueblo, los Estados corruptos se vuelven cómplices de la violencia y el autoritarismo de las corporaciones y de los capitales transnacionales, incluidos los del crimen organizado, para acallar las demandas de justicia y libertad que las organizaciones sociales y los pueblos organizados exigen, como su derecho fundamental.
Por todo esto, y extendiendo nuestra más sincera solidaridad al pueblo mexicano, exigimos al Estado mexicano que reconozca sus crímenes, juzgue y castigue a los responsables, que cese la represión de la protesta y que abra canales de democracia directa para las transformaciones sociales de larga duración que rompan con la desigualdad y la injusticia social que caracteriza el esquema neoliberal impuesto a nuestros pueblos.
Ratificamos nuestra solidaridad, nuestro apoyo internacional y nuestro permanente acompañamiento para la exigibilidad de justicia
Congreso de los Pueblos
Propuesta de país para la vida digna
Bogotá, junio de 2016