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El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, pidió a la guerrilla FARC que determine una "fecha fija" para la dejación de armas, fundamental para suscribir un acuerdo de paz definitivo.

 

"El gobierno exige una fecha fija, precisa y clara para que termine el proceso de desarme", dijo Santos en un discurso pronunciado el lunes en la Casa de Nariño, junto a sus representantes en las negociaciones de paz que se desarrollan en Cuba desde noviembre de 2012. "Por ningún motivo esa fecha puede quedar abierta", recalcó.

 

El Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), no lograron cerrar el acuerdo de paz que tenían previsto para el 23 de marzo, por existir “importantes diferencias” entre ambas partes, según el principal negociador del Gobierno colombiano, Humberto de la Calle.

 

Durante su alocución mencionó otros dos asuntos que resultan ineludibles para conseguir la paz y el fin de más de medio siglo del conflicto armado en Colombia.

 

Hacer política sin armas es otra exigencia del Gobierno de Bogotá a las FARC. "El Gobierno exige que las FARC tienen que haber dejado las armas y haber dado el paso hacia la legalidad para poder hacer política y circular por el territorio nacional", insistió el mandatario.

 

Como tercer punto, Santos rechazó la idea de crear sitios desprotegidos por las fuerzas de seguridad, como ocurrió en los diálogos del Caguán (1998-2002), cuando las partes acordaron una zona desmilitarizada del tamaño de Suiza.

 

"El Gobierno no puede permitir que ningún colombiano -en cualquier zona que se acuerde para la dejación de armas- quede desprotegido, como ocurrió en el Caguán", dijo el jefe de Estado.

Los negociadores de ambas partes hasta el momento han pactado cuatro de los seis puntos de la agenda, además de un plan de desminado y la creación de una Comisión de la Verdad.

 

Aunque las partes fracasaron en sellar un pacto el 23 de marzo, el máximo jefe de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias ‘Timochenko’, se mostró optimista de que la guerrilla y el Gobierno colombiano alcancen la paz.

 

Desde hace ocho meses las FARC cumplen una tregua unilateral, y el gobierno mantiene suspendidos los bombardeos contra esa organización.

 

Aún no se ha definido, al menos públicamente, una nueva fecha para firmar un acuerdo definitivo. La guerrilla ha señalado que espera que hacia finales de este año pueda afirmarse que "la guerra terminó".

 

El conflicto armado colombiano, el más antiguo del continente, ha dejado unos 220 mil muertos y más de 5,5 millones de desplazados.