La producción de una vacuna rusa contra la nueva cepa de coronavirus puede comenzar en otoño de 2020, anunció Alexander Guintsburg, director del Centro Gamalea de Investigaciones Epidemiológicas y Microbiológicas.
El centro realizó las pruebas de la vacuna junto con el Ministerio de Defensa ruso. El doctor afirmó que el sistema de pruebas del Centro Gamalea analizó más de 4.000 muestras de plasma sanguíneo para la inmunidad contra el covid-19. El test busca anticuerpos que neutralicen el virus en la sangre de una persona y permita realizar pruebas cualitativas de plasma sanguíneo
de los recuperados. El plasma puede usarse como fármaco terapéutico.
La vacuna fue probada para determinar su toxicidad, seguridad, inmunogenicidad y la eficacia protectora en animales grandes y pequeños en 48 centros científicos adscritos al Ministerio de Defensa ruso.
El Centro Gamalea y el Ministerio de Defensa de Rusia han comenzado los ensayos clínicos de la vacuna vectorial combinada.
Hasta la fecha hay 10 proyectos de vacuna en fase clínica, y 126 en fase preclínica, según la OMS es difícil saber qué proyecto está más avanzado, algunas compañías han informado sobre el avance como la estadounidense Moderna. Su vacuna experimental entrará en su tercera fase de ensayos clínicos en julio, anunció la empresa recientemente.
Entre los proyectos destacan el de la farmacéutica británica AstraZeneca y la Universidad de Oxford, trabajan juntos en
una vacuna y tienen previsto realizar un ensayo con cincuenta mil voluntarios y afirman que obtendrán resultados para este otoño.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, consideró que la futura vacuna debería considerarse un “bien público mundial”.